CRISTO: el Cristianismo
Los textos religiosos
Cualquiera que sea el grado de desvirtuación que ha sufrido en relación con sus enseñanzas y vivencias originales, el Cristianismo es la religión mayoritaria en Occidente. Significa por tanto que es la forma más adaptada (o la que mejor se adecuó, o más aún, la que más contundentemente se amoldó, por distintas vicisitudes) a la civilización y a la mentalidad en la que estamos insertos.
Se debería por tanto suponer que la mayoría de los europeos y de los americanos, e incluso una parte sustancial de los africanos y australianos, conocerían bien su libro sagrado. La verdad es que todavía no es así: la mayor parte de los autoproclamados cristianos desconoce todo o casi todo lo que consta en los textos bíblicos. En muchos casos quedarían sorprendidos –y hasta quizás escandalizados- con su contenido.
Hace algunos días, en determinado contexto, leíamos extractos del Bhagavad Gita y de algunos (otros) Upanishad, así como comentarios de Shankara, el gran maestro de la vedanta advaitista. Aquellas palabras, impregnadas de todo cuanto es esencial en Filosofía y en Ética, aquellas palabras que resonaban con la fuerza de la verdad, aquellas palabras milenarias que transportaban hasta hoy las magnas verdades del Conocimiento de todas las Edades, nos hicieron estremecer interiormente, y una vez más, nos inclinamos ante la Sabiduría Inmemorial de Oriente.
La Biblia judeo-cristiana, también ella, posee textos sublimes de profundo significado. Y es así en cuanto a una gran parte del Génesis, incluso aunque esté constituido de fragmentos más antiguos y completos, y aunque las traducciones estén viciadas ya desde las primeras palabras (“En la Sabiduría” y no “En el Principio”, como vulgarmente se traduce). Es así en textos probablemente alejandrinos, y seguramente de inspiración helénica, como el Libro de Sabiduría y el Eclesiastés. Es así también en los Evangelios y en las Epístolas paulinas.
Sin embargo… comparemos sin sectarismos -y por dar solo uno o dos ejemplos- el Libro de las Crónica (de la Biblia) y el Bhagavad Gita; la Epístola de San Judas y el Vishnu Purana. ¿Puede alguien, imparcial y sinceramente – y que se haya tomado el trabajo de leer realmente- continuar proclamando la superioridad de la religiosidad occidental?
Esforcémonos, en materia de religión y de espiritualidad, en desarrollar un verdadero universalismo y en conocer todo sin preconceptos, y muchas de las afirmaciones corrientes de revelarán completamente desprovistas de fundamento.
¿Hay libertad religiosa?
A guisa de introducción, y para no ser mal interpretados, es importante dejar asentados algunos presupuestos fundamentales:
- Todas las grandes religiones son completamente respetables, y el magnífico colorido de su diversidad, que da la noción de la riqueza contenida en la Unidad, y el tronco común del que proceden, constituyen medios fundamentales para auxiliar a la Humanidad a seguir un Camino recto.
- En su prístina pureza, el Cristianismo no es evidentemente una excepción.
- Al contrario de lo que algunos hicieron, no vamos a sostener la superioridad de la civilización occidental y del Cristianismo; y sin embargo reconocemos que para la mayoría de los occidentales el Cristianismo es, en principio, la religión más ajustada.
- Sin la asistencia de una congregación religiosa, incluso si esa particular religión o Iglesia hubiera perdido la mayoría de las claves de la Ciencia Espiritual que a todas subyace, millones y millones de seres humanos, en su actual estado evolutivo, quedarían aún más a la deriva y sin ninguna referencia moral, por relativamente precaria que sea. Viajen un poco por el interior de Portugal (por ejemplo) y quedarán totalmente al tanto en ese aspecto.
- Hay muchos católicos dignos y merecedores de todo el respeto, y por poner el ejemplo de alguien conocido, tenemos buenas razones para pensar que el Patriarca de Lisboa justifica perfectamente esa cualidad.
- Sin embargo todo esto no nos imposibilita para referirnos a todas las prepotencias, falsificaciones de la historia y desvirtuaciones con relación a la enseñanza original cometidas por las Iglesias Cristianas; de recordar los subterfugios usados para esconder que fue de la Sabiduría Antigua (aunque mal interpretada) de donde se extrajeron la mayor parte de los axiomas teológicos del Cristianismo Oficial; de lamentar el principio de “cree, no pienses, no discutas y no investigues, porque es pecado o puedes enloquecer”; de deplorar que se desdeñen otras religiones o filosofías espirituales, en algunos aspectos con muchos menos tejados de vidrio y que conservan ciertos puntos de la Sabiduría Universal, que en caso de ser entendidos y aceptados, volverían al Cristianismo de las Iglesias mucho más sólido y claro; de desaprobar que se procure mantener posiciones de poder y de privilegio a todo coste; que se intente denigrar o silenciar las expresiones de cualquier ciencia espiritual, y que se luche por mantener en la práctica un totalitarismo religioso.
- Sea como fuere, la Ciencia Esotérica1 constituirá siempre la reserva de Sabiduría ofrecida a todas las religiones, incluyendo al Cristianismo, que pretendan basarse en una Verdad fundamentada. No estamos a la espera de que nos llamen a la puerta para entender la relación de Fohat y Shakti con el Espíritu Santo, o de las aguas primordiales con Mulaprakriti, Akasha, Aditi o Pradhana; aunque, quien sabe, no tardará mucho tiempo en que no podrán huir al esfuerzo de intentar comprender lo que al final es eso de la Reencarnación, el Karma, los Planos y los Principios y el simbolismo que llevó a alguien a escribir sobre la Virgen 2 o sobre el carpintero (San José)3…
Después de estas aclaraciones previas, exponemos ya la pregunta: ¿hay libertad religiosa en Portugal o en los países con un sistema político y un ambiente cultural semejantes?
En un abordaje superficial, se puede afirmar que existe de forma incontestable. No estamos bajo ningún régimen dictatorial, ni de izquierda ni de derecha, y (ciñéndonos ahora solamente al caso de nuestro país), la Constitución de la República Portuguesa proclama expresamente en su art, 41:
La libertad de consciencia, de religión y de culto es inviolable
Nadie puede ser perseguido, privado de derechos o exento de obligaciones o deberes cívicos por causa de sus convicciones o práctica religiosa.
(…)
Las Iglesias y otras comunidades religiosas están separadas del Estado y son libres en su organización y en el ejercicio se sus funciones y de culto.
Un ocultista, con todo, tiene el deber de buscar y comprender más allá de la apariencia; espera a estar bien informado y se esfuerza por dotarse de los conocimientos históricos, científicos, sociológicos y hasta políticos para entender mejor el mundo en que vive (a fin de intentar contribuir para mejorarlo mediante una postura activa) y para sostener eficazmente las concepciones esotéricas. Tenemos pues que profundizar en esta cuestión.
Derechos y Libertades
Con el advenimiento de los regímenes liberales al final del siglo XVIII y durante el siglo XIX (y en tal sentido son paradigmáticos los casos de Estados Unidos de América y de Francia), se consagraron jurídicamente (en las diversas Leyes Fundamentales de cada país) un conjunto de libertades y derechos individuales que –haciendo abstracción de ideologías algo superficiales y demagógicas- representaron un paso adelante sobre los regímenes absolutistas, y más aún, en relación a siglos de Inquisición (institucionalizada o no). En lo que concierne a intolerancia y a falta de libertad religiosa, debemos de aclarar que no fue solo la Iglesia Romana la que prevaricó hasta un punto monstruoso, sino que las Iglesias llamadas Protestantes rápidamente incurrieron en los mismos vicios, tan rápidamente que fueron los propios Lutero 4 y Calvino 5 quienes hubieron de dar ejemplo. Desde hace muchos siglos las cuestiones religiosas que llegan al ciudadano común no pasan de ser aspectos secundarios o laterales. Nunca se abordan las más nobles vertientes teológicas, como son las de la Cosmogénesis y la Antropogénesis.
Volvamos sin embargo a la cuestión de los derechos y libertades. En la transición del siglo XIX al siglo XX, fue ganando cada vez más consistencia la noción de que a los derechos y libertades individuales era preciso añadir los llamados “derechos económicos, sociales y culturales”, y así crear las condiciones necesarias para la efectividad de los primeros. No bastaba con proclamar abstractamente derechos y libertades individuales, que por sí mismos en muchos casos no pasarían de un plano ideal a una expresión práctica y objetiva. Al Estado se le exigió que abandonase la postura de laissez faire, laissez passer, para que se obligase a promover activamente la plena realización de los derechos 6 y libertades de los ciudadanos. En este camino, fue pionera la llamada Constitución de Weimar (1919), “abolida” después de la subida al poder de Hitler.
Ahora bien: del hecho de que en el Ordenamiento Jurídico portugués esté reconocida la libertad religiosa, hasta su real objetivación, hay todavía una larga distancia, provocada por un conjunto de poderes instituidos, intereses, subvenciones, preconceptos culturales equivocados o puramente ignorantes, etc. Y se generan las alianzas aparentemente más contranatura entre las dos horquillas de la tenaza que mantiene estrangulada a la humanidad generación tras generación: el materialismo (ahora llamado filosófico y científico) y el sectarismo de las Iglesias Oficiales. Es absolutamente cierto que los padres del materialismo llamado científico (v.g. darwinista), son ex seminaristas y rebotados del oscurantismo eclesiástico; aunque es igualmente verdad que, en los últimos años, asistimos a un movimiento idénticamente curioso, ahora de sentido opuesto; muchos saltan directamente del materialismo dialéctico marxista-leninista (y hasta estalinista y maoísta) a los brazos de la “Santa Madre Iglesia”, o incluso cuando el matrimonio no es consumado, a un noviazgo lleno de mesuras y galanteos.
La Iglesia de Estado
Veamos algunas situaciones. Una Ministra de Salud, en directo en un programa de la TVI (entonces, ahora de la Iglesia) 7, hace un apasionado elogio a las instituciones humanitarias… de la Iglesia Católica, como si ésta detentase la exclusividad de tales organizaciones. Un Ministro de Defensa afirma públicamente que fue Nuestra Señora de Fátima quien impidió un desastre ecológico en las aguas territoriales portuguesas. Un Primer Ministro 8 aparecía en eventos litúrgicos de la Iglesia Católica celebrados como actos oficiales, con la participación de otros titulares de Órganos de soberanía, manifestando con gestos, palabras y cánticos su adhesión a aquel particular ceremonial y a su respectiva Iglesia. Si apareciese haciendo apología del Partido del cual es líder, “caería el Carmen y la Trinidad”, y con razón. Tiene todo el derecho a hacer apología y expresar devoción a las ideas, presupuestos e intereses de su Partido, aunque no en cuanto está ejerciendo las funciones de Primer Ministro y en esa calidad. Ahora ¿por qué lo mismo no se aplica en materia religiosa?. Nada más lejos de nosotros que querer retirarle el derecho e ejercer culto a la religión que entienda, en este caso a la religión mayoritaria (claro) de Portugal; no obstante tiene por obligación abstenerse de hacerlo cuando está siendo visto -a través de la televisión por millones de portugueses- como jefe de un Órgano de Soberanía (el Gobierno) de todos los portugueses (y no solo de los católicos). No obstante casi nadie hace referencia a esta situación hasta extrañarse o denunciarla…, o luego vemos al líder del principal Partido de la Oposición haciéndolo… con la Iglesia (Católica) por detrás 9.
Muere alguien que es considerado merecedor de honras de Estado. Aunque sea masón, agnóstico, ateo o seguidor de otra religión que no sea la católica… su cuerpo va a parar a la católica Basílica de la Estrella. ¿Por qué?
Se inaugura un puente o las obras de un aeropuerto, y va el sacerdote a dar la bendición. Un sacerdote, ¿qué sacerdote?. De la Iglesia Católica, siempre. El Año Judicial es abierto y se celebra una Misa. ¿Una Misa de quién?. De la Iglesia Católica. ¿Por qué en un Estado laico habría de celebrarse un acto litúrgico de una Iglesia en particular?. ¿Y por qué no cantar el himno del Partido Comunista, mientras los reunidos cerraban el puño, para acabar chillando “No a los juicios burgueses, justicia popular”?. O el himno de la Juventud Portuguesa, tras de lo cual los jueces preguntarán “¿Quién manda?” y los abogados a coro responderían “¡Salazar, Salazar, Salazar!”?. ¿O un himno Monárquico, como los oficiales de justicia gritando “Viva el Rey”?. Sí, porque tal y como hay católicos, también existen monárquicos y comunistas y salazaristas y tantos otros “ístas”…
Aunque mientras tanto se dirá: es que la Iglesia Católica es ampliamente mayoritaria en Portugal, y así se justifican ciertas prerrogativas oficiales.
Es evidente que es mayoritaria, pero eso no quita que sea cuestionable el significado y las razones de tales hechos. De cualquier forma, recordemos que actualmente hay un partido político con mayoría absoluta en Portugal, y que en los 8 años comprendidos entre 1987 y 1995, otro partido igualmente la obtuvo, y eso no confiere a ninguno de esos partidos el derecho a confundirse con el Estado. Claro que ésta es una tentación generalizada de todos los partidos, cuando obtienen mayorías –absolutas o no-. Y es incorrecta. Y debe de ser denunciada.
Ojeando la Historia
Cuando una Iglesia que durante siglos goza de todos los privilegios de Iglesia de Estado, consigue que cualquier otra opción religiosa o filosófica sea despiadadamente perseguida e impedida de poder exponer sus opiniones; cuando una Iglesia durante siglos ha estado amenazando con el “papado” de los castigos divinos a quien se atreviese a dudar de sus dogmas teológicos; cuando una Iglesia ha logrado inculcar el absurdo de que no es preciso comprender, o mejor (peor), que intentar comprender es diabólico; cuando una Iglesia, asentada en esa posición, ha condicionado el ambiente cultural de una forma tal que incluso las personas consideradas educadas juzgan que solo hay una religión (i.e., que catolicismo y religión son sinónimos) o que hay otras religiones de las que es mejor no querer saber (pues es pecado) y/o de las que se pueden y se deben reír –sin respeto alguno y con mezquindad- por ser ridículas y despreciables (aunque las desconozcan en absoluto); cuando, en fin, se ha generado un status quo en que se presupone que las únicas dos opciones válidas y decentes son la Iglesia Católica o el Materialismo; cuando todo eso acontece (repetimos) siglo tras siglo, es casi inevitable que tal tipo de Iglesia llegue a ser totalmente mayoritaria.
Y además, cuando se pretende que una religión, en este caso el Catolicismo, es el absoluto de la verdad, cabe preguntar (y con ello enfrentarse ala cultura oficial), por qué es que el Islamismo es tan mayoritario en Argelia o en Irán, o el Anglicanismo en Inglaterra, las Iglesias Protestantes en Dinamarca, la Iglesia Ortodoxa en Grecia, el Budismo en el Tíbet, el Hinduismo (Sanathana Drama)… en India, etc.
Durante siglos y siglos por tanto, la Iglesia ha tiranizado todo y a todos. ¿Quién puede hacer olvidar los tiempos en que los pueblos –que trabajaban de sol a sol, en medio de las mayores carencias, con una esperanza de vida de poco más de 30 años- tenían que pagar el diezmo a la Iglesia?. Al contrario de lo que se piensa, los derechos de autor del diezmo no pertenecen al IURD; en realidad nació en un cuadro aún mucho peor, por su oscurantismo y falta de alternativas, falta de cultura y falta de cualquier libertad, de lo cual se han beneficiado algunos sectores o ciertos lavados de cerebro de sectas contemporáneas.
También se podrá decir: hoy ya no es así, pues la Iglesia ha abdicado libremente de sus privilegios. Bien, en cuanto a este punto, vamos a ver los hechos documentados. ¿De verdad abdicó libremente?
Documentos Oficiales de la Iglesia Católica
No fue sino con gran resistencia y protestas que la Iglesia Romana se vio forzada a actuar en un cuadro mínimo de libertad religiosa (para los otros) y a prescindir de un dominio absoluto (propio). Para que no se piense que tales posiciones eran vehiculadas por quien no tenía autoridad para hablar en nombre de la Iglesia, nos proponemos apenas citar algunos extractos de las encíclicas papales:
En la Encíclica Syllabus Errórum, en 1864, el papa Pío IX enumeraba entre los “errores de la sociedad civil” sostenidos por algunos, el de “que las escuelas abiertas para los niños de todas las clases del pueblo, y en general los establecimientos públicos destinados a la enseñanza de la juventud quedasen exentos de toda autoridad de la Iglesia, así como de su poder regulador y de intervención”.
En la Encíclica Nobilísima Gallórum Gens (1882), León XIII condenaba “…el gran error de estos tiempos: la neutralidad religiosa y la igualdad de todos los cultos, conducta dirigida a arruinar toda religión, y singularmente la católica, que como única verdadera, no puede aceptar igualarse a las demás sin considerar tal cosa como suprema injuria…”.
En 1888, en la Encíclica Libertas, el mismo Papa fulminaba a “Los discípulos del Liberalismo… turbas de sediciosos que tan porfiadamente maquinan por… lo que llaman “libertad de cultos”, que es en tan tremendamente contraria a la virtud de la religión. Su fundamento es dejar en manos de cada profesor la religión lo que más le apetezca”; también protestaba contra quien “pregona con gran ardor lo que llaman ’Libertad de Consciencia’… la perniciosa teoría de la separación de la Iglesia y el Estado… la concesión a los ciudadanos de la facultad de no tener religión, si les viene en gana…”.
Más tarde, en 1926, Pío XI, en la Encíclica Rite Expiatis, sostenía: “Los que piensan que todas las religiones son, con pocas diferencias, buenas y elogiables, puesto que aunque de distinta forma todas demuestran el sentimiento profundo por medio del cual somos llevados hasta Dios y reconocemos obedientemente su poder, no solamente se equivocan y se engañan, sino que rechazan la verdadera religión”.
Se llegó de hecho hasta el punto de condenar a algunos de los que osaran oponerse a todos los privilegios de la Iglesia Católica, hablando de ellos como “La sinagoga de Satanás que está movilizando sus fuerzas contra la Iglesia de Cristo…”. (Encíclica Etsi Multa Luctuosa, Papa Pío IX; 1873). Desconocemos si este párrafo ya fue referenciado por algunos expertos dedicados a buscar los gérmenes de la brutal persecución a los judíos, culminada por el nazismo…
Cuando, después del Concilio Vaticano II, se llegó a pensar que la Iglesia Romana abdicaría de la pretensión de absorber todo y a todos, adhiriéndose por fin a un laudable ecumenismo –aunque limitado a la epidermis y sin el más leve reconocimiento de la unidad esencial de todas las grandes religiones, cristianas o no- he aquí que tomamos conocimiento de la reciente (año 2000) Declaración oficial de la Iglesia de Roma Dominus Iesus. En ella se viene a insistir en puntos como que ”el que crea” (en la Iglesia claro) “ se salvará, pero quien no crea será condenado”, y se revela que el ecumenismo tiene al final como objetivo el de reconducir a otras Iglesias o religiones a Roma, porque solo existe “una única Iglesia de Cristo, que subsiste en la Iglesia Católica”, donde está el “patrimonio de la fe” del “don de salvación único y universal dado por el Padre a través de Jesucristo” 10. Nos quedamos alucinados, aunque no por ello nos olvidamos de las buenas pruebas de ecumenismo dadas por el Papa Juan Pablo II.
Condicionalismos culturales
Mientras tanto, en el cuadro legal que se viene preparando en nuestro país, bajo la influencia de las “más amplias” libertades e igualdades, se asegura la perpetuación del dominio de la Iglesia. Atendiendo a que, hasta 26 años atrás11, diferentes grupos de tenor religioso o espiritualista veían su acción impedida o restringida, pasa todos los límites del descaro exigir el requisito de 30 años de existencia para beneficiarse de algunos derechos. O sea: es la doble penalización. Claro que todo esto se justifica por el peligro de las sectas. De hecho, tal cosa requiere una cuidadosa atención. Todo lo que es sectario no es bueno, y hay sectas peligrosas. Sin embargo, la más etérea de todas las sectas, la que presenta mayores y más brutales crímenes, perpetrados (a lo largo de 17 o 18 siglos), contra millares y millares de individuos (sin hablar de las culturas multimilenarias que diezmó y expolió), contra la Humanidad como un todo y contra el genuino sentimiento religioso –convertido en un vergonzoso comercio con lo “Divino”, lo “Superior”- es la secta Romana. Sí, porque también ella fue, es y será una secta, hasta el día en que reconozca que hay una Sabiduría Universal, de la que no es más que una expresión particular.
La verdad es que el condicionamiento cultural es tan fuerte, que pocos se extrañan o desmontan estas situaciones. Esa presión cultural, transmitida de generación en generación, fuertemente introducida en la mente emocional o instintiva 12 (i.e., en el Kama-Manas o Alma temporal) se manifiesta en las más diversas costumbres y prácticas. Mientras ella subsista, la verdadera libertad religiosa continuará siendo en gran medida una proclamación vacía.
Es así que en la Prensa (y de hecho también en las declaraciones de algunas Entidades Oficiales), se dice “la Iglesia”, como si solo existiese una sola, exactamente como en los regímenes políticos totalitarios se habla del Partido.
En su edición del 25 de agosto de 2000, el Diario de Noticias presentaba un pequeño título en la 1ª página: “El Creador de Zaratrustra murió hoy hace 100 años” (sin que al menos “creador” estuviese escrito en letra itálica). ¿Parece normal?. En la referida fecha, habían transcurrido 100 años desde la muerte de Nietzsche, filósofo alemán que, entre otras obras escribió un libro titulado “Así habló Zaratustra”. Fue el creador de ese libro pero no el creador de Zaratustra, un gran, antiquísimo y venerable Instructor religioso, o más bien, un linaje de instructores y sacerdotes con el mismo nombre, del que el primero fue el mayor y el prototipo, a ejemplo de lo que aconteció con Hermes o con Vyasa. No solamente Él es merecedor del mayor respeto, como justifican respeto las decenas o centenas de millares de individuos que aún hoy siguen la religión mazdeista. Si con todo ese respeto hubiera existido, nunca podría haber habido tal tipo de título. Seguro que el Diario de Noticias no se referiría a Renán como el creador de Cristo, a pesar de haber sido el autor de un libro llamado “La Vida de Cristo”…
A veces, en algunos programas de TV, se trata con humor al Papa, a los padres católicos y hasta a los santos o incluso al mismo Cristo. A continuación se levanta el coro de protestas de la hipócrita moral pública, y tales programas llegan a ser suspendidos. Personalmente encontramos que son reprobables esos números humorísticos, cuando chocan con sentimientos respetables o tocan nombres sagrados como el de Cristo. Hay tantas cosas para poder reírse de ellas que sobra perfectamente escoger aquéllas. Sin embargo lo que notamos es que si el blanco de la burla fueran las prácticas, los líderes o los nombres sagrados de otras religiones o filosofías espirituales, las mismas sensibilidades de barniz no esbozarían ninguna protesta o reprobación, y no les haría tanta gracia. Y sin embargo hay seguidores, aunque minoritarios, de esas prácticas, religiones o Instructores, que también son alcanzados y despreciados, y en general de forma mucho más vil…
Hace algunos años tuvo lugar un suicidio colectivo de algunas decenas de miembros de una secta en los Estados Unidos. Fue tema de apertura en algunos noticieros televisivos en los horarios de gran audiencia. En una de las emisoras portuguesas se añadió que aquella secta tenía en Portugal una representación que era la Iglesia X. No correspondía a la verdad: quedó probado que se trataba de un error, que no podía dejar de ser reconocido después de la protesta de los responsables de esa Iglesia. Solo que la aclaración fue dada en un pequeño servicio de noticias a las 2 h. de la mañana, que casi nadie vio… de forma que la fama (manchada) de la Iglesia en cuestión no quedó restaurada. No mantenemos en la memoria de qué Iglesia se trataba; ni obviamente esta referencia se justifica por cualquier simpatía que ella nos pudiera motivar. Únicamente queremos hacer resaltar que tales negligencias y desprecios nunca podrían suceder si estuviera en causa la Iglesia “de Estado”.
En estas condiciones está claro que si estuviera en causa el Esoterismo, el Ocultismo, la Ciencia Espiritual, la generalidad de la prensa se hubiera permitido golpear sin piedad, a una media próxima de una estupidez por cada palabra. Es rarísima la preocupación de distinguir quién es o no serio, y se carece de la más leve preocupación en cuestionar a figuras u organizaciones dignas o incluso llenas de sabiduría (por ejemplo Helena P. Blavatsky es tratada como una aventurera cualquiera…. en la mejor de las hipótesis. Pero los que así hablan ¿acaso se tomaron el trabajo de leer “La Doctrina Secreta” o algo más de la restante decena de miles de páginas salidas de su pluma?). De hecho, lo que se verifica con mucha frecuencia es que los más violentos ataques son proferidos justamente contra quien revela más consistencia, sabiduría, seriedad… y coraje para atreverse a poner en causa, punto a punto, a la mediocre e inhumana cultura en uso. Cuando no se la ataca, por una especie de temor reverencial, se opta por la conjura del silencio. Es como si, en el campo del Esoterismo, no existiese conocimiento, seriedad y consecuencia, y por tanto, no hubiera que describir más que lo ridículo y lo raro, algo muy conveniente para las ideologías que detentan el poder (tal como en el campo político es irrelevante y por ello tolerado con sonrisa complaciente el efímero folclore “revolucionario” de castañuela, junto con los estériles modismos New Age, con su indumentaria y sus poses de plástico, y hasta son noticia, por ser graciosos e inofensivos, dejando lo esencial de la misma de lado, para tranquilidad del “sistema”). Si alguien, sabiendo lo que dice, intenta aclarar los errores groseros, las distorsiones, las mentiras o las calumnias, los muy “libres” y “honestos” media no lo publican o hasta escogen un extracto que, fuera de su contexto, es (por lo menos) inexpresivo. ¡Criterios editoriales!, invocan los periodistas… Claro: los derechos son iguales para todos, pero “unos son más iguales que otros”.
(Estas palabras giran en torno a la Iglesia Católica, por ser la Iglesia ampliamente mayoritaria y dominante en Portugal. Pero no en vano, obviamente no ignoramos, ni dejamos de lamentar de manera idéntica, lo que pasa en varios países islámicos –a veces de forma brutal-, o el dominio de la Iglesia Ortodoxa en Grecia , o la especificidad de la Iglesia Anglicana, o en un pretérito aún no muy distante, las relaciones del Budismo y del Shintoismo con el Poder Imperial en Japón).
Ignorancia Religiosa
De cara a lo ya expuesto, no es de extrañar que personas consideradas cultas, y que forman parte de supuestas élites dirigentes, juzguen que el Catolicismo es la única religión; crean que “Creer en Dios” es ser católico; presuman que el presidente de los Estados Unidos de América es católico porque va a misa; supongan que el Espíritu Santo fue un hombre que vivió siglos atrás, como San Antonio o San Pedro; consideren importante estar en los bancos delanteros en misa, para que los curas les vean bien, se acuerden de sus caras y así después en el cielo intercedan a su favor; se rían de aquellas señoras que van a la puerta de casa a hablar de la resurrección de los muertos en sentido literal, ignorando que es eso mismo lo que la Iglesia Católica sostiene; responda, cuando alguien les habla de otras religiones, “no gracias, yo ya tengo mi religión” (como quien dice “yo ya tengo un frigorífico, y ahora no voy a comprar otro, por eso no quiero saber de más frigoríficos”). No es de extrañar que juzguen que el Cristianismo es una religión muy antigua, desconociendo por completo que es una de las religiones más recientes; que nunca se hayan cuestionado sobre la evidente injusticia de que “no habiendo salvación fuera del Cristianismo”, este solo hubiese surgido hace 2000 años, y por tanto la Humanidad hubiese estado desprovista de asistencia divina durante millones de años; que encuentren normal toda la monstruosa construcción teológica de la(s) Iglesia(s) de Estado; que piensen que Buda era un señor muy gordo y que, por eso mismo, no conseguía levantarse; que si hablamos de Shankaracharia, puedan suponer que se trate de algún futbolista checo… Que conste: todo esto lo hemos oído de personas universitarias y hasta muy consideradas socialmente.
En conclusión, hay un largo camino que recorrer hasta la efectiva existencia de libertad religiosa. Es preciso continuar teniendo posiciones lúcidas, valientes, inagotables, siempre a contra corriente. Finalmente, vale la pena citar a Helena Petrovna Blavatsky: “Es solamente estudiando las diversas religiones y filosofías de la humanidad y comparándolas desapasionadamente y con una mente imparcial, que el Hombre puede tener la esperanza de llegar a la verdad” 13
José Manuel Anacleto
- Nunca repetiremos demasiado que, si hablamos de Ciencia Esotérica, nos referimos a algo bien diferente –por fundamentado y por profundo- de las locuras, pormenores y superficialidades que en estos días están de moda bajo el abusivo nombre de “Esoterismo”. Sobre este asunto os remitimos a nuestro libro “Espíritu: ¿Ciencia e Ilusión?” (Centro Lusitano de Unificación Cultural, Lisboa, 2005).
- Sobre el símbolo subyacente de la leyenda de la Virgen María, reproducimos aquí lo que escribimos en nuestro libro “Transcendencia e Inmanencia de Dios” (Centro Culturadle Unificación Cultural, 2002): “Ponderaremos con especial interés el caso del 3º aspecto. Tenemos en él, ante todo, la Mente Divina (Brama o Mahat, en la tradición hindú), como las ideas (tomadas en el sentido que les dio Platón) o arquetipos de-lo-que- va-a-existir; tenemos, en un polo opuesto, la Materia o Sustancia cósmica (en terminología sánscrita: Pradhana, en su estado virgen y supersensible; Prakriti, en su estado evolucionado u organizado) donde se va a reflejar o expresar el pensamiento divino, convertido en leyes universales; tenemos el agente de ligación o transmisor entre los dos polos, Fohat (según la cosmogonía oriental) o en cierto modo, en terminología cristiana, el Espíritu Santo (esperamos en la oportunidad debida explicar y documentar esta correspondencia). Fohat es el puente de energía dinámica a través de la cual las ideas existentes en el Pensamiento Divino pueden llegar a imprimirse en la sustancia cósmica; es el poder electro-vital que anima, fecunda, activa y organiza la Materia (la Madre Divina), conduciéndola desde su estado virginal, indiferenciado y caótico (Mulaprakriti y, después, Pradhana) hasta la producción de las incontables formas (de Prakriti) en que se manifiesta la vida. Es esta noción cosmogónica la que subyace en el simbolismo (cuya llave cayó casi en el olvido) de la Inmaculada Concepción, de la Virgen María que concibió, generó forma, por acción del Espíritu Santo, para que así viniera al mundo… la Luz del Mundo, el 2º aspecto, o Hijo, o Principio Crístico de Amor-Sabiduría, del que el Cristo histórico fue símbolo y testimonio sublime. También según la misma tradición antiquísima, eran vírgenes las diosas madres de innumerables dioses solares o salvadores del Mundo de las religiones arcaicas, de los que los más conocidos son Krishna (hijo de la Virgen Devaki) y Sidharta Gautama, el Buda, hijo de la Virgen Maya. Repárese en la misma raíz siempre presente: María, Maya, Madre, Máter, Materia… “ (…) “La raíz numérica de la Sustancia Universal (la madre-máter-materia en su estado o naturaleza puramente pasivo, no organizado, caótico e inmanifestado) va a ser trabajada o fecundada por la naturaleza activa del mismo 3º aspecto, Fohat o (conforme le llamamos en terminología cristiana) el Espíritu Santo, que imprime en ella el Pensamiento Divino, los modelos de todas las cosas, que pre-existen arquetípicamente en la Mente Divina (Mat. o Ideación Cósmica). La naturaleza activa del Espíritu Santo está bien expresa en los Actos de los Apóstoles, cuando se retrata simbólicamente el descenso del Espíritu Santo (Agni, o Fuego, o 3º Aspecto de la Trinidad Védica –Surya o Savitri, Vayu o Agni) sobre los Apóstoles: a esas alturas estaban en una actitud pasiva, con el recelo de enfrentarse al mundo y difundir el mensaje del Maestro Sublime; pero cuando tiene lugar la venida de Pentecostés abrieron definitivamente las puertas de la casa donde permanecían, comenzaron a hablar “en voz alta y clara” y fueron impelidos a actuar. Analógicamente, el Espíritu Santo o Fohat activa la raíz de la Sustancia del Universo (la sustancia informe del caos primordial), la Madre Divina o Mulaprakriti ( en cuyo seno penetra) y fecundándola la volvió en Prakriti o Viakta, esto es, la materia evolucionada en formas diferenciadas u organizadas”. Sobre Fohat remitimos al lector al artículo que se publicará en esta misma revista. Recordemos aún la etimología de Mulaprakriti: Mula – Raíz; Prakriti – Sustancia, Naturaleza, o que tiene atributos femeninos.
- En ese mismo artículo antes referenciado escribíamos lo siguiente: “ el nombre sánscrito del 3º Rayo es Vishvakarman y Tvachtri, que significa justamente Actividad Universal”. Un sinónimo de Vishvakarman y Tvachtri es el Carpintero celeste. Reparen en que en la tradición simbólica cristiana, San José, la contraparte del Espíritu Santo, por cuya acción la Virgen María concibió, era carpintero.
- Ejemplo: Lutero consideraba a Copérnico (así como a su sistema), como a un “loco que pretende poner en contra a toda la ciencia de la astronomía”.Prescindimos de dar ejemplos de acciones coléricas de Lutero. Fueron muchas…
- Ejemplo: Miguel Server (1511/ 1553), humanista, filósofo y científico español, que presentó muchas ideas de matriz platónica, murió en la hoguera, por orden de Calvino. Cfr. “Miguel Server – Su vida y Su obra, de José Barón Fernández (Edit. Espasa Calpe, Madrid, 1989).
- Sería bueno que el pensamiento contemporáneo también ponderase acerca de los Deberes del Hombre, que también resultan de su dignidad y que son el presupuesto incontrovertible para la construcción de un mundo mejor.
- Porque la Iglesia Católica quería una televisión, y claro, se le concedió.
- Justamente cuando hacíamos la revisión de este libro, iniciaba sus funciones un muevo gobierno. De ahí el hecho de que sucesivamente nos refiramos a ex ministros, aunque en todo caso de una pasado muy cercano.
- El hecho al que aquí nos referimos tuvo lugar en el 2000.
- ver el periódico “Público” de 6 de septiembre de 2000, p.17.
- Ley de Libertad Religiosa, que luego fué la Ley nº 16/2001 de 22 de junio.
- En ciertos aspectos, este psiquismo inferior, puramente dependiente de la externalidad ilusoria, se transmite hereditariamente. Es un aspecto muy curioso e importante, que nos parece merecedor de un desarrollo más largo en otro contexto. Evidencia la no confiabilidad del intelecto cubierto por la emoción, en lugar de dirigido por la Sabiduría y por el verdadero Amor (Buddhi).
- En “La Llave de la Teosofía” (Ediciones 70, Lisboa, 1978; Editora Teosófica, Brasilia, 1991).
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