Acupuntura (II)
“Los que se rebelan contra las normas básicas de la Naturaleza cortan las propias raíces y destruyen su propia personalidad”.
“El YIN y el YANG –los dos principios de la Naturaleza- y las cinco estaciones son el principio y el fin de todo y son igualmente la causa de la vida y de la muerte. Los que desobedecen las Leyes del Universo dan origen a las calamidades, en tanto los que respetan esas mismas leyes permanecen exentos de dolencias peligrosas, pues les fue concedido el TAO, el CAMINO CORRECTO.
Las Cuatro estaciones, incluyendo la 5ª, la intermediaria entre cada una de las otras, regulan y determinan el comportamiento de los 5 órganos más importantes del cuerpo (hígado, corazón, pulmones, riñones y bazo).
Así los meses de la primavera corresponden al ciclo inicial de desenvolvimiento de la Vida. Las exhalaciones del cielo y la tierra están preparadas para generar; por eso todo se desenvuelve y florece. Los que no respetan las leyes de la primavera sufrirán del hígado, y el verano siguiente será peligroso.
Los meses de verano se llaman “el periodo de crecimiento lujurioso”. Todo está en flor y comienza a dar fruto. Hay que esta alegres, activos y amar todo lo que existe. Los que no respetan las leyes del verano sufrirán “males del corazón”, y el otoño les traerá fiebres intermitentes. Los meses de otoño representan el periodo de tranquilidad de nuestra conducta, y es bueno que durante ellos nos levantemos nos acostemos pronto. Alma y Espíritu deberán unirse para que la exhalación del otoño sea tranquila, y para que conservemos los pulmones puros. No es aconsejable dar expansión a nuestros deseos. Los que no respetan las leyes del otoño se arriesgan a una dolencia pulmonar.
Los meses de invierno son el periodo de resguardarse y almacenar. El agua se hiela y la tierra estalla y se abren quietas. No debemos perturbar nuestro YANG, que está adormecido en este ciclo. Las personas deben levantarse y acostarse pronto; deben reprimir y ocultar sus deseos como si estuvieran satisfechas; deben huir del frío y buscar el calor, con el objetivo de proteger el propio almacenamiento de energías. Los que no se compatibilizan con las leyes del invierno pueden sufrir dolencias en los riñones y en los órganos sexuales; la primavera les traerá impotencia y escaso rendimiento.
La estación intermedia, la 5ª, es una zona de transición, de amortiguación o reposo entre cada una de las otras. Está gobernada por el bazo, que preside la alimentación energética del cuerpo. Si su orientación no es respetada, sobrevienen dolencias del aparato digestivo y de la circulación de los líquidos y fluidos.”
La observación de los Principios de la Naturaleza
Este anterior pasaje, aunque relativamente largo, es una trascripción resumida de un extracto del libro de Acupuntura del Emperador Amarillo (Nei Ching) escrito hace muchos siglos. Por ser tan adecuado a nuestros tiempos, no nos resistimos a resumir la respuesta del “maestro divinamente inspirado” Tien Shih”, a la pregunta del Emperador Amarillo sobre la razón por la que las personas, en los tiempos antiguos vivían más y permanecían más activas hasta edades avanzadas:
“Antiguamente (y este antiguamente se refiere a la época ya suficiente antigua en que vivió el Emperador Amarillo) las personas que comprendían el TAO (el camino del Autodesenvolvimiento) se amoldaban de acuerdo al YIN y el YANG, los dos principios de la Naturaleza. Había templanza en el comer y en el beber. Las horas de levantarse y acostarse estaban reguladas, y no desordenadas. Gracias a eso los antiguos conservaban los cuerpos unidos a sus almas, a fin de culminar por completo el periodo de vida que les estaba destinada.
Hoy en día las personas abusan del vino como bebida y tienen como actitud la temeridad, la negligencia y la irascibilidad. Entran en la “Cámara del Amor” en estado de embriaguez; el ardor de los deseos les consume la verdadera esencia; no regulan su vitalidad, dedicando toda su atención a la gratificación de los sentidos y de los deseos materiales, desviándose de las alegrías de larga vida. En la antigüedad las enseñanzas de los Sabios y Maestros eran atendidas por los menos sabios, que respetaban la armonía y el orden. Un hombre valía lo mismo ya ocupase una posición elevada o no. Por todo ello los antiguos vivían más de un siglo y permanecían activos, sin tornarse decrépitos, porque su virtud era perfecta y observaban las Leyes de la Naturaleza.”
La Bioclimatología y la Cronología
En contrapartida, no hay en la Medicina Occidental nada que nos enseñe a relacionar la influencia del Tiempo y de las estaciones del año con la actividad de nuestros órganos y vísceras, como lo hace la Medicina Oriental. No obstante todos los días oímos a nuestros pacientes achacar el agravamiento de sus síntomas a los cambios climáticos, a los vientos, al frío excesivo o a la humedad.
La Medicina China está íntegramente basada en el respeto a la Naturaleza y en las variaciones de sus ciclos. Es la llamada Bioclimatología
China y la Cronobiología, ciencias antiquísimas entre los pueblos orientales y que solo ahora comienzan a esbozarse entre nosotros. Todos los seres vivos están sujetos a la acción de los climas, según los años, y a las energías celestiales relacionadas con las energías terrestres, y el Ser Humano no se sustrae a esa regla. El comportamiento de su cuerpo, con sus órganos, vísceras y sistemas, depende de las energías que sobre él afluyen, ya sean del Cielo, de la Tierra o de su específico hábitat.
Las mismas influencias energéticas en la Tierra van sucediéndose regularmente. Según este presupuesto, la energía que reina en la primavera es la de TSIUE INN, o sea, el FONG que representa las infecciones, las alergias, los venenos, las dolencias debidas al viento, al stress, etc., y que actúa preferentemente al nivel del hígado. En verano son el CHAO INN y el CHAO YANG, energías que representan el Calor y el Fuego, gobernando el corazón. En otoño es el YANG MING, que representa lo Seco y domina los pulmones. En invierno es el TAE YANG, el Frío, que actúa sobre los riñones y los órganos sexuales. En la Estación Intermedia o Quinta Estación, es el TAE INN, la Humedad, que rige el bazo y el estómago.
Conforme vimos, estas 6 Energías, fijas para cada estación, son influenciadas por las potencias que “pasan” a través del cielo durante un año. La diferencia es justamente que las energías celestiales tienen una duración anual de regencia. Así, cuando por ejemplo el CHAO YANG preside durante un año entero en el Cielo, ese ciclo será dominado por el Fuego y por el Calor intenso que, al llegar el verano, combinándose con el calor terrestre, (normal en esta estación), agravará todas las dolencias de tipo cardiaco y tendrá consecuencias graves sobre todos los seres vivos de la Naturaleza, sobre todo del reino vegetal. Será FUEGO sobre FUEGO.
Si, como ocurrió por ejemplo en 1999, regentara el Cielo el YANG MING, que representa “lo seco”, la sequía predomina en la Tierra, y sufren los animales, las plantas, y especialmente el hombre, con las dolencias por ella desencadenadas (si no son prevenidas a tiempo por quien conoce la Bioclimatología).
Como cada Energía pasando por el Cielo durante un año, la influencia energética mudará consecuentemente 6 veces durante un ciclo, Se puede así establecer un autentico “Cuadro Energético”, que será válido por 6 años, y renovable al final de ese periodo.
Todos los seres humanos se encuentran sumergidos en un triple campo iónico, eléctrico y magnético. Existe un estado de equilibrio entre ellos. Cualquier modificación de este estado influencia al ser humano. Si este tuviera su capacidad de reacción intacta, nada ocurre. Si por el contrario se encuentra en un estado de inestabilidad humoral (irritabilidad, ira, stress,..) la dolencia o desequilibrio se acentuará a causa del esfuerzo que el organismo deberá hacer adaptarse a las nuevas condiciones. Viene al caso recordar las relaciones existentes entre las erupciones solares y la patología cardiovascular. De la misma manera, las emisiones de ondas electromagnéticas de origen solar (emitidas durante esas erupciones) provocan perturbaciones meteorológicas terrestres, erupciones volcánicas, auroras boreales, interrupciones de las trasmisiones telefónicas, radioeléctricas, etc.
El Profesor Piccardi, de la Universidad de Florencia, al estudiar el fenómeno de la congelación del agua, verificó que esta no se producía con el mismo grado de temperatura, y dependía de la hora, el día, la estación, y ello a pesar de la constancia de las condiciones necesarias para la operación. Los japoneses observaron hechos similares en la coagulación de la sangre, cuyo proceso también parece obedecer a ritmos cósmicos. Para los campesinos, la influencia de la Luna es evidente, principalmente sobre las sementeras y las cosechas; y esa acción lunar, además de afectar a los reinos vegetal y animal, también incide sobre el ser humano.
“Las infecciones se declaran sobre todo durante la Luna Llena” (Lakhousky)
Las hemoptisis y las crisis febriles de los tuberculosos son más frecuentes con la aproximación de la luna llena. Según el doctor Vergnes, ciertas crisis gástricas, vómitos y diarreas, están relacionadas con los efluvios lunares, de la misma manera que ciertos eczemas, herpes y psoriasis. Es no obstante sobre el sistema nervioso donde nuestro satélite actúa más intensamente. Los locos, maniacos, los desequilibrados, los epilépticos, permanecen más agitados y más nerviosos durante la Luna Llena, algunos individuos cambian de humor con la Luna Nueva; otros tienen pesadillas, insomnio, neuralgias o jaquecas. Hay actualmente una teoría que intenta explicar estos fenómenos por el impacto de las radiaciones y de los rayos cósmicos sobre el ADN (ácido desosirribonucleico). Mientras, los chinos ya conocían estos fenómenos hace millares de años. Así podemos leer:
“Nei King”, cap. 79: “existe una relación entre el crecimiento lunar y la energía del hombre. En el periodo de Luna Llena, la energía y la sangre están el plenitud; si la energía perversa ataca entonces, el organismo se defiende mejor que en la fase de Luna Nueva, en que la sangre u la energía esas “disminuidas””.
“So Ouenn”, cap. 26:
“No se debe dispensar cuando la luna rece
No se debe tonificar cuando Ella disminuye”.
Todos estos factores, que consideran la dependencia y relación del Hombre y sus influencias, al ser llevados y tenidos en cuenta por la Acupuntura (y en la aplicación de las agujas de Moxibustión) permiten un efecto terapéutico más eficaz. Por el contrario, no respetar tales nociones puede ser causa de gran número de fracasos en los tratamientos aplicados.
Maria Alzinda Matono
Médico Fisioterapeuta. Ex – directora de los Servicios de Fisioterapia de los Hospitales de D. Estefanía y San José; Acupuntora Diplomada
Comentarios recientes