Sobre Acupuntura
Tenemos la convicción de que los sabios de la Antigüedad transmitieron crípticamente ciertas nociones esotéricas que es necesario comprender para una mejor aceptación de la Ciencia de la Acupuntura.
La palabra “Acupuntura” procede del latín “acus” (punto de aguja) y Punctura” (que significa “pinchazo”). Fue introducido en Europa por los jesuitas de la Misión Científica Francesa en Pekín en el siglo XVII, que escribían en latín.
Con todo, su nombre científico en chino es “tchenntsion fa”, que significa “método de las agujas”. En realidad, la Acupuntura ha sido utilizada en China desde hace miles de años, precediendo de los últimos vestigios de la subraza mongolica, última rama de la 4ª Raza-Raíz, la atlante. Por entonces utilizaban láminas de piedra y otros instrumentos puntiagudos, que han sido encontrados en yacimientos arqueológicos del Neolítico.
La medicina tradicional china
La acupuntura es sólo una de las variedades de la Medicina tradicional China. A semejanza de otras grandes enseñanzas legadas por seres extraordinariamente sabios, la acupuntura forma parte de un conjunto de Reglas que deben ser cumplidas globalmente, para que su efecto sea real y duradero.
Así la Medicina tradicional China comprende, además de la Acupuntura, el Tratamiento por hierbas, la dieta apropiada a cada individuo y a cada órgano o sistema, y una norma de vida correcta (ya que se considera la pureza del cuerpo y de la psique indispensable para una buena salud). Es de general conocimiento que la ira, el stress, la cólera y la irritabilidad perjudican el hígado; que una tristeza prolongada o una alegría muy fuerte atacan el corazón; que una preocupación constante llevada a la exageración hace peligrar el bazo; que el egoísmo aislacionista es pernicioso para los pulmones, etc. De ahí a la dolencia crónica hay apenas un paso.
Efectivamente, las energías facilitadas al organismo son seleccionadas superiormente y se dirigen a cada uno de los órganos del cuerpo. Estos no son más que condensaciones energéticas de los moldes preexistentes en el vehículo eterico. Las energías que recorren el cuerpo, siguiendo líneas determinadas y bien orientadas, con ciclos horarios, diarios y establecidos, se dirigen preferentemente a uno y otro órgano o sistema, según el equilibrio o desequilibrio existente en el individuo y, más aun, según su coloración espiritual. Todo indica que esta distribución energética es condicionada por los “Siete Rayos” que subyacen a los siete temperamentos o tipos psicológicos humanos.
En este ámbito la Psiquiatría China es una de las ramas más notables de la Medicina Oriental. Recanalizando las energías en direcciones preferenciales y de características ya conocidas hace mucho tiempo, es posible, a través de tratamientos perseverantes alterar las perversiones psicológicas de un individuo. Se cuenta la historia de una emperatriz china que fue obligada a abdicar en beneficio de sus opositores, después de que el tratamiento de su medico acupuntor le hubiera modificado la agresividad y la prepotencia que le caracterizaban.
Otro de los hechos más destacados de la medicina china es el ser ante todo preventiva y no correctiva, tendencia que se está acentuando no obstante en la actual medicina ortodoxa. Así se orientaba y medicaba a los individuos para que se mantuviesen en perfecta salud. Se les enseñaba reglas de comportamiento, higiene y alimentación, así como tés y tisanas adecuadas para equilibrar las energías que en todo momento afluyen y recorren el organismo. Cuando uno de esos individuos enfermaba, ese hecho era anotado en una placa encima de la puerta de la residencia del acupuntor, para que todos lo conocieran. Si el número superaba cierto límite, era destituido de su cargo, dejando de ejercer la profesión.
El Yin, el Yan y sus energías
El principio de la Acupuntura deriva de la Filosofía China: el orden del mundo –el Tao- se asienta en el equilibrio entre el elemento frío, sombrío, femenino –el Yin-, y el elemento solar y masculino –el Yang-. La dolencia aparece justamente por el desequilibrio de estas dos fuerzas, ambas presentes en el organismo humano.
En un pasaje del “Son-Ouenn-“ libro que forma parte del “Neiking”, uno de los más antiguos tratados de medicina china, escrito tal vez en el cuarto milenio antes de Cristo y atribuido al Célebre Emperador Amarillo, puede leerse: “Las energías del Hombre deben adaptarse a la interacción de las energías celestes y terrestres, durante todas las épocas. Entre el Cielo y la Tierra está el Hombre, cuya energía será influenciada por ellas; lo mismo acontece con todos los seres vivos”. En base a este presupuesto, los antiguos chinos pensaban que el cuerpo era un campo magnético sectorizado, siguiendo líneas de fuerza que, del nacimiento a la muerte, seguían caminos precisos a lo largo de los llamados Meridianos. Sobre estos meridianos se reparten los puntos de Acupuntura, verdaderas centrales energéticas, de los que se conocen mas de 800.
Una de las principales razones por las que la Acupuntura no ha sido aceptada sin restricciones por la Medicina Occidental –a pesar de que no se discute su eficacia en algunas aplicaciones- es el hecho de no haberse demostrado científicamente la existencia y el trayecto de los meridianos. Se han intentado múltiples experiencias, con relativo éxito. Ya existen apartados que nos dan una muestra fotográfica de las energías que circundan las terminaciones de los meridianos en la puntas de las manos y de los pies. En tanto falta demostrar concretamente el trayecto preciso de esas líneas de fuerza que, para unos, duplican el sistema nervioso, para otros la corriente sanguínea, y aun para otros la circulación linfática. ¿Será posible que esos huidizos meridianos –no obstante tan reales y efectivos- sean localizados en el cuerpo etérico y que los puntos de Acupuntura sean el contacto de esos meridianos del cuerpo etérico con los órganos y demás estructuras del cuerpo físico del ser humano?
Los puntos y los chacras
Consideramos muy significativo que los puntos más importantes y energéticos en Acupuntura coincidan con los chacras del cuerpo etérico y que sus respectivas acciones se superpongan frecuentemente.
Por ejemplo, el centro de la base de la espina dorsal está localizado al mismo nivel de uno de los puntos más importantes de la Acupuntura, el 4 TOU-MO, cuya función es la de transmitir vitalidad a los órganos sexuales y aumentar la energía positiva Yang, el calor y la circulación energética en la sangre y en el cuerpo en general. Otro punto, el 12 JENN-MO, está a media distancia entre el ombligo y el apéndice xifoideo, parte del plexo solar; aporta energías a alguno de los órganos mas importantes del cuerpo, como el bazo, el hígado, los riñones y, de un modo general, el aparato digestivo. El punto 17 JENN-MO se relaciona con el centro cardiaco; es utilizado como estimulante del corazón y pulmones; él calma las alegrías y tristezas, alivia las crisis de asma y de angustia, así como aporta energía al corazón, pulmones y vasos sanguíneos. El INN-TRANG, situado entre las cejas, puede corresponder al centro Ajna, o frontal, y se usa para fortalecer la visión y los órganos de los sentidos, además de otras funciones igualmente importantes. También el 19 o 20 TOU-MO, situados en lo alto de la cabeza, tiene funciones psíquicas, tranquilizando las excitaciones, disminuyendo las cefaleas y la hipertensión y apaciguando el insomnio y el mal humor.
Se podría decir mucho más, pero la intención es la de señalar algunas consideraciones generales e introductorias, a desarrollar en futuros oportunidades. No obstante no queremos acabar sin indicar algunas referencias que corroboran nuestra versión de la Acupuntura como elemento integrador y unificador del Hombre con sus diferentes cuerpos y con el ambiente que le rodea.
La Acupuntura era practicada sólo por hombres con especial sabiduría. Aun así, para que el pueblo no quedase apartado y sin apoyo en los problemas del día a día, se enseñaban (en las escuelas y otros servicios públicos) algunos versos, fáciles de aprender y recordar, que servían de orientación para el tratamiento de pequeñas lesiones y dolencias menores. Daremos un ejemplo, con los versos 277 a 280, copia del libro “El Conto del Dragón de Jade”:
“Hao suyên chi Cheng tôi non duong
Da gien bât thuy khi hoang hoang
Thien-dôr diên huyêt nghi tâm dac,
Dam-trung tru ngai tiên na-khang »
Su traducción es la siguiente:
“Las crisis de asma son muy difíciles de soportar,
provocando de noche falta de aire e insomnio.
Es preciso tratar el punto 22 JENN-MO,
Que provoca maravillas,
Y hacer tratamiento en el punto 17 JENN-MO, y
la dolencia será aliviada.”
Duong-ké-Chou, ilustre medico chino del Siglo XVI, dejó escritas estas palabras lapidarias: “La Medicina debe ser una misión, y los médicos no deben ser máquinas de diagnostico o de terapéutica. Esta misión de transmitir los conocimientos del Cielo, considerados como tesoros (Jade) que el Cielo lega a los Seres Humanos, debe ser cumplida por personas de calor humano y moral irreprochable”
Maria Alzinda Matono
Medica Fisioterapeuta
Exdirectiva de los Servicios de Fisioterapia de los Hospitales de D. Estefania y S. Jose (Portugal);
Acupuntora diplomada
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