Las Constelaciones en 2009
Los acontecimientos sociales, un reflejo del cosmos.
Desde que en el año 1984 descubrí el Calendario de siembras de María Thun hasta hoy, he seguido con gran interés el movimiento de los planetas año tras año, tratando de descubrir o de anticipar con más o menos acierto según mi modesta capacidad, las relaciones entre los sucesos meteorológicos y las diversas constelaciones que los Planetas formaban en su danza por el Cosmos. A lo largo de estos años he podido comprobar que ciertas constelaciones se relacionan con las sequías, otras con las inundaciones, el frío, el buen tiempo y todo tipo de manifestaciones atmosféricas de nuestra Tierra.
Sin embargo nunca tuve interés en otro tipo de acontecimientos que pudieran ser un reflejo de los aconteceres cósmicos, tales como sucesos sociales, políticos o económicos, o el carácter de personalidades individuales, ya que desde mi punto de vista el Hombre se ha de emancipar cada vez más de la influencia externa del cosmos, y cualquier tipo de condicionamiento basado en su carta Astral es un obstáculo para esa emancipación.
Más hay que ser conscientes de que nuestro Cuerpo Astral en la mayoría de las personas es todavía más fuerte que nuestro Yo y que éste a su vez está muy influenciado por los Astros (como su propio nombre indica).
El Hombre tiene al igual que los animales un Cuerpo Astral, pero los animales son dirigidos por su Yo superior que se encuentra en el Cosmos, en el Zodiaco y les dirige sabiamente desde el instinto que impulsa a cada especie a realizar lo correcto como ave, como herbívoro, como carnívoro, como pez, insecto,…
En la medida que el Hombre vaya fortaleciendo y desarrollando su Yo (que a diferencia de los animales no se encuentra en el cosmos sino en
Más esto no se va ha producir de manera uniforme y simultánea en todos los seres humanos, ya que sabemos que una parte importante de los hombres se van a escindir de la evolución correcta, en lo que en Antroposofía se conoce como la “separación de las razas”, dando lugar a una raza buena y otra raza maligna que culminará al final de la séptima época en una confrontación sin precedentes a la que Rudolf Steiner denomina “la lucha de todos contra todos” y que tendrá unas consecuencias similares al final de
Pero hasta llegar a eso faltan al menos ‘cinco mil años’, antes de lo cual hemos de superar aun muchas pruebas por el camino.
En muchas ocasiones he leído en conferencias de Rudolf Steiner, la recomendación de mirar hacia el Cosmos si se quieren comprender los acontecimientos sociales, o de ciertas epidemias, o de otras calamidades que han sucedido a lo largo de la historia evolutiva del Hombre, Steiner alude una y otra vez en diferentes ciclos de conferencias a lo largo de su vida a la observación de las manchas solares o a constelaciones que se han producido de forma simultánea a acontecimientos históricos relevantes.
Reconozco que hasta ahora nunca hice mucho caso a esa recomendación, a excepción de los aspectos meteorológicos o agrícolas que eran de mi interés personal y no le presté mucha atención a otros aspectos de la vida, sin embargo en el pasado otoño de 2008 se han dado en mi vida algunos aspectos “sincrónicos” como diría Jung, que han confluido en el tiempo y me han hecho reflexionar acerca de la actual situación mundial socioeconómica.
En primer lugar haré referencia al último libro de Steiner que se ha traducido y publicado a fecha de hoy por la editorial Rudolf Steiner www.editorialrudolfsteiner.com con el título siguiente: “Los Síntomas de
un acontecimiento previo es la causa de otro posterior. En estas conferencias Steiner trata de llamar la atención sobre lo que él considera los síntomas de nuestra época de Alma Consciente y de lo que le sucede al Hombre y a
Recomiendo su lectura a todo aquel que quiera profundizar en el devenir histórico y superar el actual concepto materialista que impregna todas las actividades humanas de nuestra época.
A continuación reproduzco íntegramente unos párrafos de la tercera conferencia del
***Lo más deseable es basar las propias opiniones en hechos y no sobre apreciaciones subjetivas, por cuanto en la época del Alma Consciente nada hay más peligroso que entregarse o mostrar predilección por las opiniones personales o los prejuicios. Para desarrollar el Alma Consciente no debemos permitirnos caer involuntariamente en el dogmatismo; la fuerza motriz de nuestros pensamientos y acciones debe estar determinada por hechos. Eso es importante. Bajo la superficie de la evolución histórica existe un conflicto fundamental entre la aceptación de aquello que consideramos correcto y la fuerza de los hechos. Esto es de particular importancia cuando estudiamos historia, por cuanto jamás tendremos una visión real de la misma a menos que la veamos como una verdadera maestra. No debemos forzar los hechos para que se ajusten a la historia, sino permitir que la historia hable por sí misma. En este aspecto, el mundo entero ha olvidado mucho en los últimos cuatro años. A los hechos apenas se les permite hablar por sí mismos; solo escuchamos aquello que consideramos que son los hechos. Esta situación persistirá durante un largo período y nuestra capacidad para aprehender la realidad objetivamente se demorará lo mismo. En la época del Alma Consciente lo que importa, en todos los ámbitos de la vida, es una aprehensión objetiva de la realidad; debemos empeñarnos en adquirir una actitud imparcial hacia ella.
Nuestra época reclama -si deseamos ver mas allá de los síntomas de la historia (sobre lo que hablaré en mis próximas conferencias)- que centremos nuestra a atención en aquellas fuerzas espirituales que puedan restaurar la creatividad del hombre. El hombre debe abrirse a las fuerzas suprasensibles a fin de que aquello que prepara su Yo Espiritual pueda penetrar en él; de lo contrario las vías al Yo Espiritual le estarán cerradas. El hombre debe, en consecuencia, familiarizarse con aquello que es espíritu puro, con aquello que pueda penetrar hasta el centro de su vida psíquica.
En el momento que esté preparado para volver su atención a este centro de su vida anímica, por medio de un estudio sensato de los síntomas históricos, estará preparado también para examinar con mayor objetividad los acontecimientos de la periferia.
Existe en el hombre una polaridad -el centro psíquico y la periferia. A medida que penetra con mayor profundidad en su vida psíquica y espiritual, alcanza este centro. En éste, debe abrirse a aquellos impulsos históricos que ya he descrito. Así sentirá un creciente deseo por el espíritu si desea familiarizarse con la realidad histórica. Inversamente, sentirá también un deseo para llegar al polo opuesto en la periferia Desarrollará un entendimiento de lo que le empuja la periferia -su naturaleza somática. Si hay que mirar dentro, a los síntomas subyacentes como ya he señalado, para comprender la historia, entonces para comprender la medicina, por ejemplo, los servicios médicos de higiene y salud, debemos mirar hacia fuera, a los ritmos cósmicos para detectar el origen de los síntomas patológicos.
Del mismo modo que la historia moderna fracasa al penetrar las realidades espirituales, así también fracasan la medicina moderna y los servicios médicos de higiene y salud al penetrar los síntomas que tienen un origen cósmico. A menudo he puesto énfasis en el hecho de que el individuo no puede ayudar a su prójimo, por muy honda que sea su perspicacia para los problemas actuales, por cuanto hoy están en manos de aquellos que buscan la solución errónea. Los problemas deben ser la responsabilidad de quienes se mueven en la dirección apropiada. Está claro que, así como eran ciertos los aspectos externos de Jacobo I, como he señalado antes, también es cierto que, desde el punto de vista externo, un cierto tipo de bacilo está relacionado con la actual epidemia de gripe. Si bien es cierto, por ejemplo, que las ratas son portadoras de la peste bubónica, no se puede afirmar que las ratas son las responsables de la peste. La gente siempre ha imaginado que la peste bubónica era difundida por las ratas. Los bacilos, como tales, no están desde luego relacionados con la epidemia. En fenómenos de esta naturaleza debemos percatarnos de que, del mismo modo que detrás de los síntomas de la historia nos encontramos con experiencias psíquicas y espirituales, así también detrás de los síntomas somáticos nos encontramos con experiencias de orden cosmológico En otros casos, por supuesto ¡la situación será diferente! Lo que es particularmente importante aquí es el curso rítmico de los acontecimientos cósmicos esto es lo que debemos estudiar. Nos preguntamos ¿bajo qué constelación vivíamos entonces, en los noventa, cuando la actual epidemia de gripe apareció en su expresión más benigna? ¿Bajo qué constelación cósmica estamos viviendo ahora? ¿En virtud de qué ritmo cósmico aparece la epidemia en la actualidad de forma más virulenta que en los noventa? Del mismo modo que debemos buscar un ritmo detrás de los síntomas históricos, así también debemos buscar el ritmo que existe detrás de la aparición de ciertas epidemias. En las regiones volcánicas de Italia basta con sostener una llama viva sobre uno de los orificios para que vapor y gases surjan del volcán dormido. Esto demuestra que si se realiza una cierta acción por encima de la superficie terrestre, la naturaleza reacciona produciendo estos efectos. En vista de que sus rayos se dirigen diariamente a
Esto tiene fácil demostración y en consecuencia, puede obtener una amplia aprobación popular – pero no es la cuestión principal; y no entenderemos la cuestión fundamental si no tenemos, también, voluntad de estudiar los síntomas periféricos.
No creo que el hombre adquiera una visión más razonable y universal de la historia si no estudia los síntomas de la historia bajo la óptica del conocimiento suprasensible, tan necesario para la humanidad del presente.
Los hombres sólo conseguirán resultados en los campos de la salud, higiene y medicina si estudian, no los síntomas históricos sino los cosmológicos. Las enfermedades que padecemos en
Cuando nos enfrentamos con una situación como: de los últimos cuatro años (1914-1918), entonces este asunto de un solo Dios en la historia se presenta como extremadamente dudoso, debido a que este Dios en la historia tiene la curiosa costumbre de multiplicarse de modo que cada nación defiende su Dios nacional y provoca a otras naciones alegando la superioridad del Dios propio.
Cuando de nosotros se espera que echemos una mirada a la cosmología, al tiempo que nos mantenemos cómodamente aferrados a este Dios único, entonces este mismo Dios nos inflige las plagas. Sin embargo, cuando somos capaces de acceder a la idea de la trinidad, Dios, Lucifer y Ahrimán, cuando tomamos consciencia que esta trinidad del mundo suprasensible está detrás de los síntomas históricos, cuando sabemos que esta trinidad está presente en el universo cósmico, entonces no es necesario apelar al Dios bueno". Sabemos entonces que los cielos nos envían las epidemias en virtud de su asociación con
Rudolf Steiner.
Indicaciones como estas, son las que me animaron hace muchos años a realizar un trabajo de observación de los fenómenos meteorológicos, del crecimiento de las plantas, del comportamiento de ciertos animales, que en algunas circunstancias se convertían en plagas, y de forma paralela realizaba un seguimiento del desplazamiento de los Planetas por el Cosmos, con la ayuda de los calendarios de María Thun y de las Efemérides Astronómicas Raphael, pude establecer muchas conexiones entre las Constelaciones del Cielo y los fenómenos que se manifiestan en
Sin embargo no tuve la misma inquietud de observación de los aspectos sociales, o al menos no lo hice de una forma tan sistemática, como lo hice en el campo agrícola, con el que me siento más identificado por mi historia personal, y que me ha vinculado desde hace muchos años con los fines de
Por suerte, parece que ha habido alguien que sí ha realizado este trabajo de una manera rigurosa y a mi modo de ver en la línea sugerida por Steiner, en cuanto a objetividad, cosa que suele ser en general muy difícil de practicar por los historiadores, que suelen dejarse llevar por sus ideologías y simpatías a la hora de narrar los acontecimientos históricos.
Casi a la vez que llegó a mis manos el libro con las conferencias de Steiner “Los Síntomas de
Sin embargo ahora con los nuevos datos que me ha aportado el libro de R. Tarnas, cuento con una valiosa información que pude ser de gran ayuda para tratar de interpretar las próximas “visitas del cielo”.
En primer lugar tenemos una constelación que Tarnas llama formación en T, que consiste en la relación de tres Planetas respecto a
En segundo lugar tenemos una Conjunción 0º de varios meses de dos Planetas que están en la constelación de Capricornio, son: Júpiter y Neptuno.
Y en tercer lugar entre los meses de agosto y septiembre de 2009 se formará una “Cruz cósmica”, cuando a la formación en T se venga sumar