Entonces, cuando hablamos de la Iglesia, ¿en qué pensamos? Esto es muy individual y depende de las experiencias personales que cada uno haya tenido. Hay muchas personas que han sido dañadas por su experiencia de la iglesia, ellos seguramente primero piensan en la institución. Luego hay otros que han tenido una experiencia muy positiva, más con el aspecto de comunidad que de institución y aquí, cuando uno habla de iglesia, se separan los caminos: unos que no quieren tener nada que ver con esta institución y otros que han tenido una experiencia muy positiva de comunidad; o en su pasado, los que tienen una desconfianza en la institución pero les gusta el aspecto de comunidad, y por último vemos que siempre hay gente que empieza a hablar como en cliché: del Papa, de las Cruzadas, etc.
Por ejemplo, cuando se habla de teología ocurre a menudo que la persona con la que se conversa empieza a hablar de su experiencia con la iglesia, bien sea desde cuando no va a misa, de lo que se piensa del Papa, de las Cruzadas, etc. Es decir, es un tema que no deja tranquilo a nadie, casi todos tenemos que ver con el tema de religión, iglesia o institución sobre los que podemos dar nuestra propia opinión.
El comienzo de la Primera Guerra Mundial, en Alemania se vivía casi como un impulso religioso, en Alemania todo el mundo se sentía unido pero de una forma religiosa, un tanto rara. Muchos jóvenes entraron en la guerra con mucha fuerza religiosa. Los pastores protestantes lo describieron como una obra de Dios con la bendición de la Iglesia. También había movimientos similares en Francia e Inglaterra.
Pero al final de la guerra en muchas personas había un gran cambio: Uno de los pastores protestantes más conocidos de esta época era Friedrich Rittelmeyer, quien iba a ser uno de los fundadores de la Comunidad de Cristianos. Al comienzo, en 1914, él era como los demás, sus sermones eran muy patrióticos, muy en pro de la guerra, pero en 1917 con otros cuatro jóvenes pastores protestantes firmó un documento que se publicó en un diario diciendo que tenía la impresión de que toda esta guerra, que después de tres años ya se había puesto muy dura y difícil, tenía como causa la desconfianza, la adoración de la violencia y que estos cinco y otros muchos cristianos más querían trabajar para que la guerra desapareciera del mundo como forma de resolver conflictos. Como se ve esto supone un cambio muy grande del año 1914 al 1917. Pero dos días más tarde un grupo de 160 pastores protestantes publicó otro documento en el mismo diario, diciendo que estos cinco estaban ayudando al enemigo y lo que se necesitaba era la unidad del pueblo y no opinar sobre lo que habían dicho los 5 pastores días atrás.
Esto tiene mucho que ver con la fundación de la Comunidad de Cristianos (CC), es decir un cambio de opinión muy profundo pero en pocas personas, mientras que la mayoría continuaba pensando como antes. Fue por tanto muy importante observar este cambio que se produjo en Rittelmeyer. La fundación de la CC tiene mucho que ver con esta forma de percibir la institución de la Iglesia, de cómo la institución de la Iglesia había bendecido la guerra. Entonces los jóvenes que iban a fundar la CC se preguntaron si era posible reformar esta institución. Esta institución que había bendecido la guerra. Cuando en 1921-22 se formó el grupo que iba a fundar la CC, su cuestión central era ¿se puede reformar la Iglesia , ¿o no?.
Al comienzo pensaban que sí (sobre todo la Iglesia protestante), pensaban que sí iba a ser posible formar comunidades libres dentro de la Iglesia protestante, y en el otoño de 1921 al encontrase con Rudolf Steiner dijeron que sí podían imaginar formar comunidades libres dentro de la Iglesia, pero sólo si se podría celebrar en éstas el culto renovado que Steiner ya les había dado.
Las condiciones de Steiner para la fundación del Movimiento para la renovación religiosa eran:
1ª) Una nueva forma de los Sacramentos
2ª) La participación de las mujeres
3ª) Formación de comunidades libres
Sin embargo, al final se dieron cuenta que esto iba a ser muy difícil dentro de la Iglesia protestante y un año después, cuando se formó la CC, ya vieron que lo viejo no es renovable, que no se puede hacer esta nueva forma de culto, esta forma libre de Comunidad dentro de la Iglesia como institución. Pero tampoco querían reemplazar la institución de la Iglesia con otra institución. Los fundadores de la CC nunca hablaron de Iglesia, sino de un movimiento para la renovación religiosa, subtítulo que aún permanece, y sí tenían la esperanza de que acudiría mucha gente para la formación de estas comunidades libres, muchas más de lo que en realidad ocurrió. Incluso llegaron a pensar que “a lo mejor somos la tercera Iglesia”, la primera Iglesia es la de Pedro (la católica), la segunda la de Pablo(la protestante) y el nuevo movimiento podría ser la tercera, la de Juan. Esto era una idea muy bonita, pero también un poco engañosa, que no sirve para mucho ya que en realidad no querían reemplazar lo viejo con una nueva institución, sino que querían crear algo completamente nuevo, algo que nunca había existido, aunque fuera en la tradición de las iglesias. De alguna forma no es completamente nuevo ya que la CC es como un movimiento que está en una tradición, que se podría llamar la tradición de la Iglesia.
Podríamos preguntar si somos una nueva confesión. Confessio quiere decir que yo me confieso a algo, confieso la fe. En la CC tenemos una forma de confesión, tenemos un Credo. Por eso se podría decir que sería muy fácil hacerse miembro, es decir uno firma el credo y seguidamente se hace miembro y ya pertenece. Así fué siempre en la historia del cristianismo. Había que confesar un Credo para pertenenecer. El primer Credo que se hizo era: “Cristo ha resucitado”, los que confesaron eso tenían la posibilidad de pertenecer al cristianismo. Además, en los primeros siglos del cristianismo ¡esto era peligroso!
Después el credo cambió, crecía por discusión, por argumento, por conflicto, por exclusión de heréticos, por una lucha de entender poco a poco lo que había pasado en el Gólgota, lo que en Antroposofía llamamos el Misterio del Gólgota.
¿Qué pasó allí? ¿cómo puede ser que un Ser divino se hace hombre? ¿de dónde viene? ¿y dónde va después de la Resurrección?
A través de estas preguntas, de conflictos, conflictos políticos, a veces guerras, poco a poco se iba formando el credo que tenemos hoy en las iglesias. También crecía la iglesia invisible, la comunidad de todos los cristianos como un organismo de conflictos, de luchas de argumentos, buscando la verdad.
La forma de poder hacerlo en esta época, (fijándonos en la antroposofía tenemos un concepto de la evolución de la conciencia humana, pues no siempre hemos tenido la misma forma de conciencia), pues bien en esta época, después de Cristo, la forma de entender la vida era la del alma racional, una forma de conciencia que buscando la verdad solo entiende alternativas: puede ser o una cosa u otra. Nosotros hoy tenemos otras posibilidades, pero antes sólo se podía pensar así.
Y entonces ¿cómo se han juntado la Divinidad y la Humanidad en Jesús? La respuesta fue que no se han mezclado, pero tampoco están separados. De esto se hizo un dogma, porque la conciencia humana no estaba lo suficientemente desarrollada para pensar de una forma más viva y así se formaba un dogma, a veces como un compromiso político pues existían fracciones en los concilios, y ese dogma se formaba como una expresión de este alma racional. Por otro lado, un dogma es como una forma de envasar la verdad. Envasar la verdad para que sobreviva a través de los siglos, hasta que la conciencia humana se haya desarrollado lo suficiente para retomar la pregunta y poder formar una imagen más viva.
Para nuestro tiempo, el tiempo de la individualidad, buscamos la verdad no tanto de una forma abstracta sino de una forma personal. Se ha aceptado que hay una verdad personal, que mi verdad no es la tuya, así que cada uno ha de buscar su propia verdad, y eso no quita que exista LA VERDAD espiritual.
Así en la CC el Credo cambia de ser el punto de partida (fírma y ya perteneces), a ser una META. Cuando uno se hace miembro de la CC se le entrega el Credo para que le sirva como meta, para que lo trabaje y pueda llegar a entender. Esto es lo que une este movimiento de renovación religiosa que no quiere ser otra Iglesia, que no quiere ser una institución y que tampoco pregunta mucho al aspirante a miembro (de la CC) si todavía forma parte de su antigua Iglesia, sino la pregunta es si le gusta esta nueva forma de CULTO, si quieres que esta forma de culto (Acto de Consagración del Hombre) y los otros Sacramentos son algo adecuado para ti.
Podemos decir que la CC no es una confesión, no es una denominación, no es “una más”, sino que es una Comunidad que se une mirando al altar para celebrar esta nueva forma de la Misa. Ni la Misa católica ni el servicio protestante son todavía la forma adecuada para nosotros, para otras personas puede ser (ahí está su libertad); pero nosotros buscamos una forma mas libre.
La fundación de la CC es un paso adecuado y necesario en la evolución de la conciencia cristiana, no para todos pero sí para los que quieran pertenecer a este movimiento. Este mismo paso a otra forma de conciencia también está sucediendo en otras confesiones u otras iglesias; la fe se hace cada vez más individual aunque ellos proclamen un mismo Credo como su forma de confesión, la verdad es que cada vez más cada individuo tiene su propia forma de fe.
Por eso la Comunidad de Cristianos NO debería ser un Iglesia de antropósofos, porque tenemos una libertad de fe absoluta, por ejemplo alguien puede hablar de la reencarnación y decir si se cree o no en ella, (esto no es posible en ninguna otra iglesia cristiana), es decir puedo afirmar que creo en la reencarnación, pero no es obligatorio; porque la fe no es el contenido de la CC, sino la forma de culto. Lo único que hay en la CC que recuerda un poco a la reencarnación es en el Bautizo, donde se habla del alma que ha sido enviada de la comunidad del espíritu a la comunidad terrenal, es decir no habla de la reencarnación sino de la preexistencia del alma. Esto también para un buen católico no está permitido, porque para él Dios crea el alma en el momento de la concepción, es el dogma católico. Para los protestantes es algo similar.
Una confesión se define a través del Credo y el Movimiento de Renovación Religiosa (CC), se define por la forma del Culto.
Pero ahora preguntamos: ¿Somos parte de la Iglesia invisible? ¿De la “una Sancta Ecclesia Católica”, como pone el Credo latino? Casi todas las denominaciones cristianas dicen que solo hay una iglesia invisible, algunas creen que debe ser la suya, pero esta idea de que hay una iglesia invisible a la que pertenecen todos los cristianos de alguna manera es bastante universal. También hay otros grupos que dicen: “este es nuestro camino, pero hay otros más” – con el peligro de que casi no importa ni la confesión ni el credo -, y nos preguntamos si en este aspecto la CC tiene algo que decir. Esto pensamos que está en el Credo de la CC., pues dice: “Comunidades cuyos miembros sienten en sí a Cristo, pueden sentirse unidas en una Iglesia, a la cual pertenecen todos los que perciben el poder salutífero de Cristo”.
Este acontecimiento del Credo de la CC está en el lugar donde antes se decía “Creo en la Iglesia”. En este caso la pregunta de pertenecer o no a la Iglesia invisible se pone en el individuo, “los que perciben el poder salutífero de Cristo” pueden sentirse unidos en esta Iglesia.
Si en algún lugar de verdad se habla de una Iglesia invisible es aquí, en este acontecimiento del Credo. Esta Iglesia invisible quiere dar la posibilidad de obrar a Cristo en nuestra Tierra. Quiere hacer a Cristo el maestro del amor humano, y sí que necesitamos este maestro para aprender el AMOR, de un yo a otro yo, algo que cada vez se hace mas difícil con el desarrollo de la individualidad, pues a veces parece que estamos llegando cada vez más a una guerra que a una forma de comunidad. Por eso en el Credo NO pone que esta Iglesia invisible sólo quiere individualidades que sienten en sí a Cristo, sino que además quieren formar Comunidades. Comunidades cuyos miembros sienten en sí a Cristo. Claro que también una persona como individuo puede sentirse unido a este movimiento, pero el camino es a través de Comunidad, y en esto también hay un desarrollo desde el pueblecito en el que todos van a la Iglesia y cada uno tiene su sitio (hombres a un lado, mujeres al otro) donde todo está muy claro, hacia comunidades que uno mismo elige con su propia libertad porque quiere pertenecer a esa forma de Comunidad.
Podríamos decir como el filósofo alemán Nietzsche quien dijo que para que él creyera en el cristianismo, los llamados cristianos deberían parecer más redimidos. Podríamos decir lo mismo en cuanto a las Comunidades: que hayan que tener un poco más de espíritu de Comunidad sobre todo los cristianos. Seguramente es verdad que somos muy individuales, en la CC mucho más que por ejemplo en los grupos religiosos americanos que trabajan más esta fuerza del corazón. En nuestra Comunidad la forma principal de permanecer en el culto es en fila, mirando al altar, en la misma dirección que el sacerdote, mirando al Cristo; desde la individualidad.
Los procesos de comunidad no siempre son fáciles y funcionan de una forma de búsqueda conjunta. Cuando estamos tratando de encontrar una respuesta a veces se nota que la Comunidad es más que los individuos, que en comunidad se puede llegar de una forma más fácil a respuestas, a los que uno como individuo no habría podido llegar. Cuando se junta una Comunidad estamos hablando a un Ser Superior que nos ayuda a encontrar las respuestas y además somos algo más que la suma de los individuos.
Si algún día llegamos a no ser una Comunidad fundad permanentemente aquí en España, (lo que de alguna manera también será una institución), también hay que tener en cuenta la iglesia como edificio, un lugar propio para la celebración del culto regularmente, es decir es interesante observar el desarrollo de la iglesia cristiana como edificio; así muchas veces se ha orientado de alguna manera en el templo de Salomón que se dice que tenía la medida del hombre. Cuando en el Nuevo Testamento habla de la Nueva Jerusalén se dice que va a tener la medida del hombre, va a ser como un cubo. Este cubo ha tenido su significado en la construcción de iglesias cristianas (Santa Sofía en Estambul). Luego, cuando se construía por ejemplo una catedral gótica, vemos que se hacía a largo plazo, los interesados no la construían para sí, sino que la “donaban” a las futuras generaciones, para la eternidad. Cuando se construyen iglesias como edificios para el culto en la CC hemos de tener nuevas ideas, pues el edificio ha de ser una expresión de una nueva forma de Comunidad libre, de individuos que hayan venido por su propia voluntad, además de ser adecuada para una nueva forma de culto.
De todos modos, en cualquier lugar se puede formar una manera de representar la Comunidad porque siempre estamos buscando algo que representa lo invisible, y lo que se hace visible ha de ser una expresión de la Comunidad invisible que somos. También hay personas en la CC que no les gusta la iglesia como edificio, pues eso significa que la CC se convierta en algo demasiado institucional, y es verdad, por eso hemos de buscar nuevas formas para que la Comunidad de Cristianos no sea otra Iglesia más.
Michael Bruhn
Sacerdote Comunidad de Cristianos
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