El encuentro con los Dos Guardianes, el Menor y el Mayor
En la segunda edición de mi última conferencia titulada: Las Corrientes de Sophia, Magi y Pastor y su unificación en
Cuando entramos en el reino de lo eterno no hay ‘tiempo’ cronológico, el tiempo se hace ‘espacial’, y esto significa que todo lo que adquirimos por medio de la existencia sensoria o temporal, todos nuestros conceptos, juicios, etc. relacionados con el principio, el medio y el fin debe ser dejado en el umbral de este mundo porque son erróneos. Allí entramos en un espacio especial donde debemos pensar no en conceptos lineales sino en circulares donde todo es movimiento, metamorfosis constante e interrelación en el mundo Astral y continuidad en los mundos espirituales superiores del Devachán Inferior y Superior. En los mundos elevados debemos pensar desde el punto de vista de que todas las cosas están relacionadas no secuencialmente sino espacialmente –cuando el pasado y el futuro coexisten uno al lado del otro-, el antes y el después pierden su significado; ellos ocupan el mismo ‘espacio’. Podemos comparar esto con las antiguas enseñanzas Rosacruces respecto al símbolo de la serpiente que se muerde la cola, la pregunta que se plantea es: ¿está la serpiente consumiendo su cola o la cola es generada de la serpiente? ¿Algo está muriendo o está viniendo a la vida? ¿O están sucediendo a la vez? Cuando entramos en los senderos espirituales, los procesos ocurren simultáneamente, como capas, y escogemos aquello en lo que nos ‘enfocamos’, capa tras capa.
Se nos hace evidente entonces cuán difícil es discutir el encuentro de los dos Guardianes en términos secuenciales, es decir, el Menor antes del Mayor y demás, porque esta experiencia aunque sucede a un ser temporal ocurre suprasensiblemente, esto es en el mundo espiritual, y está vinculado por leyes espirituales. Inevitablemente el ser humano al tener tal experiencia y regresar al mundo físico encontrará difícil no aplicarlo a conceptos temporales, sin embargo debemos tener lo anterior en mente y ser flexibles en estos conceptos de tal modo que podamos comprender que cuando los hechos espirituales son impartidos por un maestro espiritual él o ella puede elegir enfatizar un determinado aspecto, una capa de una experiencia, entonces en otra ocasión él o ella puede mostrar uno diferente, dependiendo de qué punto de vista él o ella pueda desear presentar; ya sea desde el reino del espíritu o desde el reino del mundo físico.
Habiendo dicho esto trataremos ahora de alcanzar una comprensión de este misterio tan importante y velado.
El Guardián Menor del Umbral y el Alma del Ser Humano
Rudolf Steiner caracteriza al Guardián Menor del umbral como ese ser que percibimos en el umbral del mundo espiritual, obstaculizando nuestro camino y evitando nuestra entrada en aquel mundo cuando hemos desarrollado facultades de clarividencia.
Se dice que es un ser de naturaleza Angélica, un ser Astral que vive un cercana comunión con el ser humano y lleva la suma total de todo lo que el ser humano ha hecho, todo el bien y todo el mal de todas sus diversas encarnaciones. Se puede decir de este ser que salvaguarda la memoria si queréis, del Karma pasado del ser humano individual y las razones de los ‘golpes’ del destino que él o ella sufre. El ser humano sin embargo no ve a este ángel Guardián hasta que los hilos que conectan el pensamiento, el sentimiento y la voluntad –tres aspectos del Alma que viven en el cuerpo Astral y Etérico ahora refinados– comienzan a soltarse y volverse independientes como resultado del entrenamiento esotérico. Hasta entonces cuando el ser humano se aproxima al umbral, ya sea en la muerte o al dormirse, no verá a este Guardián, sino que caerá en una condición de sueño.
El hecho es que este ser está allí lo perciba o no el hombre.
En vida esta condición de sueño sucede por la noche cuando caemos dormidos.
Por la noche el Guardián Menor evita que entremos en el mundo espiritual con completa consciencia, porque antes de que podamos hacerlo tendríamos que pasar a través de nuestro propio ser, es decir, lo que hemos ennoblecido de nuestro Karma durante el día y lo que estamos por ennoblecer en el futuro. Esto es una ‘memoria’ de aquello que está impreso en el cuerpo Etérico o cuerpo de memoria.
Consideremos esto más de cerca.
Cuando caemos dormidos nuestro Cuerpo Astral y nuestro Ego comienzan a elevarse fuera del Cuerpo Etérico y el Cuerpo Físico, que quedan atrás en la cama. El Cuerpo Astral y el Ego se elevan primeramente desde el Cuerpo Etérico y después desde el Cuerpo Físico. En la vida ordinaria percibimos el mundo por medio de nuestros cuerpos físicos, esto es por medio de nuestros sentidos físicos y nuestro cerebro, y sólo somos capaces de recordar estas experiencias porque tenemos un Cuerpo Etérico, de vida y sangre. Estos dos cuerpos Físico y Etérico son integrantes de la consciencia del Ego del mundo físico y todos sus fenómenos. Cuando caemos dormidos dejamos estos atrás y si queremos percibir y recordar, necesitamos otros sentidos.
No podemos confiar en los cuerpos Físico y Etérico en el mundo espiritual de modo que debemos construirnos órganos sensoriales Astrales, es decir, órganos en el cuerpo Astral por medio de los cuales el Ego puede experimentar el mundo espiritual. Al mismo tiempo debemos desarrollar corrientes Etéricas, que ‘iluminan’ estos Órganos Astrales. El Ego construye estos órganos y armonizan estas corrientes por medio del entrenamiento espiritual moral, y cuando se accede al grado en que éstos son creados y armonizados, la percepción espiritual en el mundo espiritual puede comenzar. Esta creación de los órganos de percepción ocurre cuando el Ego trabaja para perfeccionar el pensamiento, el sentimiento y la voluntad en el cuerpo Astral, y cuando esto es alcanzado estos tres aspectos del alma comienzan a liberarse unos de otros y desde los aspectos más refinados de los cuerpos Físico y Etérico. Entonces sólo el poder del Ego puede evitar que el ser humano pierda toda conexión entre ellos. Esto significa que el Ego debe estar moralmente fortalecido mediante ejercicios espirituales para evitar el desequilibrio de la personalidad humana. Hasta ahora, los seres espirituales eran responsables de mantener estos tres aspectos conectados, y a partir de ahora el Ego mismo, a través del entrenamiento, necesitará crear el hilo que une el pensamiento, el sentimiento y la voluntad en la vida cotidiana. Este proceso de construir órganos espirituales, este ennoblecimiento del cuerpo Astral por el Ego puede ser descrito en términos herméticos como un proceso de ‘purificación’. Cuando perfeccionamos el cuerpo Astral, en la medida en que esto es conseguido, purificamos el pensamiento, sentimiento y la voluntad, y creamos con ellos órganos superiores de sentido, y lo que es dejado atrás de este proceso de rarefacción es lo que podría llamarse lo condensado, el sedimento, los aspectos imperfectos de los tres miembros del alma. El objetivo es purificar, o espiritualizar todo pensamiento, sentimiento y voluntad para crear órganos saludables de espíritu y por tanto navegar por el mundo espiritual con un grado de certeza, del mismo modo que los órganos físicos saludables nos hacen posible navegar por el mundo físico.
¿Qué sucede con lo que no hemos redimido o purificado?
Lo que no hemos redimido, lo condensado, se convierte en un obstáculo para nuestro esfuerzo espiritual. ¿Qué quiero decir con esto? Nubla nuestra visión espiritual, literalmente, como una niebla.
Estos aspectos condensados, liberados del pensamiento, sentimiento y voluntad son una medida de lo que tenemos que avanzar antes de que nuestros cuerpos Astrales sean perfectos, es decir, antes de que tengamos una visión ‘clara y sin obstáculos’. Hacerse consciente de esta niebla, que es nuestra propia creación, es maravilloso para nuestro progreso, porque una vez que lo reconocemos podemos hacer dos cosas: podemos reconocer lo que hemos creado y que no reúne precisamente los más altos ideales y esto nos hace posible saber cómo actuar para redimirlo. Este conocimiento de lo que yo llamo la ‘niebla personal oculta’ es facilitado por el Ángel Guardián de cada individuo y en este contexto él es llamado, el Guardián Menor del Umbral, esto es, el guardián que permanece en el portal al mundo espiritual menor.
En el momento en que el ser humano comienza a convertir los aspectos de su alma en órganos sensibles espirituales y las corrientes Etéricas comienzan a mover algo armoniosamente por medio de ellos, el entorno espiritual comienza a ‘iluminarse’ literalmente, para el estudiante de la ciencia espiritual. Lo que es normalmente oscurecido u ocultado detrás de la existencia física comienza a mostrarse delicadamente, es decir, la capa física es penetrada hasta lo que hay detrás de ella. Esto es el mundo Etérico. Este mundo Etérico es conocido por nuestras Corrientes Etéricas, de la misma forma que el mundo físico es iluminado por el sol. Nuestro sol interno por tanto encuentra el mundo espiritual externo y lo ilumina. Lo que debemos recordar es que este mundo es siempre percibido por medio de los órganos espirituales que creamos y las corrientes que son las nuestras propias, son percibidas por medio de órganos que son creados por nosotros mismos (perfecta o imperfectamente) y por medio de nuestra luz interna, que es proyectada al exterior claramente, o a través de una niebla.
Así, cuando esta ‘visión’ comienza podemos percibir tenues vislumbres de procesos espirituales, y sin embargo en esta etapa, estos vislumbres son ‘empañados’ por lo que necesitamos reconocer y lo que el Guardián del Umbral sabe que está obstruyendo nuestra ‘clara visión’:
Esta niebla tiene una coloración que interfiere con nuestra visión, y está formada por los tres aspectos condensados de nuestra alma.
En el comienzo esto puede no ser experimentado en el ‘presente’, teniéndolo conscientemente ante nuestros ojos, sino sólo como un recuerdo. Por la mañana cuando nos levantamos podemos tener el sentimiento de que por la noche hemos encontrado algo y hemos participado en procesos que traen impulsos a nuestra voluntad. Nos sentimos inspirados para hacer algo, o arreglar un error, etc. Más tarde ese día podemos experimentarlo más en el reino del pensamiento, surgen pensamientos, deseos y fuerzas de voluntad sin origen que parecen tener una naturaleza independiente, incluso extraña a nosotros. Estos son usualmente acompañados por nuestro sentimiento de vergüenza, y quizás podamos notar que tales pensamientos tienen contrapartes en nuestra voluntad, en el sentido en que pueden modificar nuestro cuerpo físico, tal como podemos notar gestos físicos que hemos adoptado en nuestra forma externa, que se conforma con estos pensamientos: andamos encorvados, sonreímos con cinismo, observamos a otros sin calor y con frialdad, etc. Esto es una experiencia agotadora y real, porque nos gustaría creer que somos buenos y amables y siempre bien intencionados. Sin embargo comenzamos a darnos cuenta de lo que acecha tras el velo que para nuestra propia protección ha sido echado sobre nuestro interior. El auto-engaño nos permite no ver todo el mal del que somos capaces. De otro modo sería como vivir con un violador, un asesino, un pederasta, un ladrón, un mentiroso, etc. La literatura ha representado a menudo esta penetración de nuestra irredenta naturaleza inferior en la vida cotidiana, y así el hombre lobo, Dr. Jekyll y Mr. Hide, el monstruo de Frankenstein, etc, son ejemplos de ello (ver Nota 1). Pero debemos pasar esta prueba, incluso aunque pueda parecernos que cuanto más nos perfeccionemos más hambrientas, audaces y fuertes se hacen estas bestias en nuestro interior. En realidad al principio son como un animal que se vuelve más hambriento y audaz porque no estamos alimentándolo.
En este punto hay un profundo sentimiento de impotencia. Esto debe ser experimentado por el ego inferior antes de que pueda comenzar a hacer la transición.
Estas intrusiones del Guardián del Umbral suceden como resultado de haber experimentado un encuentro con el Guardián del Umbral de una manera que no es consciente o sólo lo es parcialmente y las experiencias se desbordan sobre nuestra vida de pensamiento durante el día. En algunos aspectos la ‘naturaleza neurótica’ de nuestra sociedad, es debida al hecho de que los seres humanos no están experimentando a sus Guardianes Menores conscientemente y con completo conocimiento: en sueños, sino cruzando el umbral al mundo espiritual de una manera que conduce a distorsiones, y desórdenes del alma, como es por ejemplo por medio del abuso de drogas, hipnoterapia, y espiritismo. Rudolf Steiner nos dice que en el futuro el Guardián Menor, que refleja nuestros yoes interiores, y por tanto el karma aún irredento en nosotros, será la compañía constante no invitada en la vida cotidiana de aquellos que no trabajaron espiritualmente en sus vidas anteriores. Será una experiencia anormal del Guardián del Umbral porque esta experiencia debería suceder en clara consciencia con la libre voluntad y el completo consentimiento del estudiante espiritual.
Así pues miremos las experiencias que deben ser tenidas en plena consciencia
Por la noche, cuando estamos a punto de quedarnos dormidos, estamos dispuestos en un umbral entre la consciencia ordinaria que utiliza los órganos sensibles físicos, y la consciencia del sueño que extingue la habilidad de usar estos órganos.
Consideremos esto más detenidamente.
Cuando nos dormimos nuestro cuerpo Astral y Ego salen en primer lugar del cuerpo Etérico, Rudolf Steiner lo describe como una experiencia de expansión o de encarar un gran abismo o nada. Es en el cuerpo Etérico, en la región de la glándula pineal, humana donde existe el umbral que divide la sustancia física de la sustancia espiritual. Es en esta región donde todo lo que hemos hecho durante el día con miras a redimir/liberar nuestro karma, todo lo que está impreso en nuestros cuerpos Etéricos y eterizado a partir de nuestra sangre en el corazón Etérico, encuentra a nuestro Ángel Guardian que guarda el portal de entrada y salida de nuestros cuerpos Etéricos y la glándula pineal. El ser humano que ha llegado tan lejos en su entrenamiento esotérico, que ha construido rudimentarios órganos de percepción espiritual y armonizado las corrientes Etéricas que fluyen a través de éstos puede, si permanece más o menos consciente en el momento de ‘pasar a través’ del cuerpo Etérico tiene una experiencia de este encuentro que al comienzo se siente como una cálida estrella irradiando su luz entre los ojos, en el nacimiento de la nariz.
Es tarea del Guardián tomar nota de lo que hemos hecho en el día para compensar el karma que acarreamos de una vida a otra, esto es, él ve cuánto hemos redimido/purificado de nuestro cuerpo Astral, que ha quedado impreso en el cuerpo de memoria, el cuerpo Etérico, y que por consiguiente pasa hacia arriba desde el corazón Etérico como sangre Eterizada. Y evita que crucemos el abismo del cuerpo Etérico con completa consciencia antes de que hayamos redimido suficiente karma y por tanto desarrollado órganos espirituales rudimentarios. Para aquellos que han obtenido consciencia aquí en esta etapa Menor de auto-desarrollo, el Guardián se presenta como un ser espectral, un horrible conglomerado de todo lo que el ser humano aún no ha transformado o ennoblecido de su pensamiento, sentimiento y voluntad. Este encuentro es una lucha entre lo que el ser humano aún lleva como residuo, o basura, si preferís, un encuentro de aquello que no ha sido aún purificado y la imagen Cósmica del Bien que el Ángel Guardián sabe que está buscando descender al ser humano. El Guardián Menor muestra al buscador espiritual en esta etapa la pugna entre el Karma interno y
¿Pero porqué se presenta el Guardian como un ser espectral, por qué es indistinguible de nuestras imperfecciones?
Esto es porque en esta etapa el Guardian Menor, nuestro Ángel Guardian, actúa como un espejo para todo aquello que se agolpa alrededor de nuestro Ego, nuestras tendencias, amores, odios, deseos, actos incorrectos pasados, etc. El Guardián refleja nuestro Ego rodeado por estos espectros. Esta imagen es un doble, o imagen del ser humano, por eso el Guardián Menor en esta etapa es a menudo llamado el ‘doble’.
Sin embargo, según el estudiante de la ciencia espiritual progresa, y el pensamiento, sentimiento y voluntad se liberan completamente del cuerpo Astral y Etérico y devienen objetivos, entonces se puede esperar una experiencia diferente del Guardián del Umbral. Esta es una experiencia de la mañana, es decir, es experimentada al despertarse. Esta experiencia es similar a la experiencia nocturna sólo que más, podríamos decir, más ‘definida’. Por eso el Guardián Menor es asociado normalmente con la mañana y con la experiencia de despertar.
Cuando el ser humano regresa y se vuelve a reunir con el Ego y el Cuerpo Astral y comienza a entrar en el cuerpo Etérico, hay una experiencia objetiva de karma según se encuentra con el cuerpo Etérico. Ahora el estudiante espiritual puede ver objetivamente lo que ha dejado detrás en la cama, el Guardián ahora permanece ante nosotros objetivamente y nos muestra lo que ha sido separado e independizado, aquellos aspectos del alma que son vistos imaginativamente como ‘bestias’ y se corresponden con seres reales independientes que tienen un color y actitud propias. Estamos mirando desde el aspecto del mundo espiritual el producto del residuo irredento del pensamiento, el sentimiento y la voluntad, el resultado de la intrusión de Lucifer, Ahriman y los Asuras en el alma humana. Ellos son las bestias que han sido, por así decirlo, creadas, alimentadas y criadas con la duda en la vida de pensamiento, el odio en la vida de sentimiento y miedo en la vida de voluntad.
El ego Menor ahora se da cuenta de que debe trabajar durante el día para desarrollar fe en el espíritu –pensamiento sin egoísmo, amor por el trabajo espiritual, pensamiento sin egoísmo, y coraje del que surge la esperanza en el esfuerzo espiritual– voluntad sin egoísmo. Pues sólo estos aspectos refinados del alma permitirán al Ego mayor, el Ego superior, nacer en el cuerpo Astral purificado.
Por tanto podemos decir que el Guardián Menor es percibido de dos maneras (ver Nota 2):
Experiencia nocturna –al caer dormidos: el Guardián Menor como un ‘doble’, un espejo imaginativo del conglomerado de pensamientos, sentimientos e impulsos volitivos imperfectos.
Experiencia diurna –al despertar: el Guardián Menor como un ser objetivo que señala la representación imaginativa de las tres bestias independientes creadas a partir del pensamiento, sentimiento y voluntad imperfectos.
Puede ser que debido a habilidades acarreadas desde vidas previas, la experiencia nocturna no sea experimentada sino que el estudiante puede proceder inmediatamente a la experiencia diurna. En otras ocasiones el estudiante puede permanecer muchos años en la primera experiencia, la experiencia nocturna.
Ahora, esta práctica puede ser transportada al día (ver Nota 3), y puede ser experimentada en el momento actual. Y esto significa un nivel de desarrollo superior al de la experiencia anterior, que es sólo un ‘recuerdo’.
Meditación Interna:
Cuando el ser humano medita, hay un intento de permanecer consciente mientras el Cuerpo Astral y el Ego entran en el Cuerpo Etérico. Esto es un intento consciente de inducir en el ser humano despierto la condición de despertarse sólo si para en el punto del Cuerpo Etérico. En este caso el Cuerpo Astral es el ‘despertador’ del Cuerpo Etérico. Cuando se logra esto el ser humano encuentra al Guardián Menor conscientemente en el momento actual. Esto es como traer la noche al día, o lograr una forma de Consciencia Lunar o Consciencia Onírica. Esto a veces es llamado un encuentro con Lucifer porque el que medita está viendo sus efectos, y los seres relacionados con él en el alma.
¿Pero qué es lo que vemos de lo que el Guardián Menor nos muestra?
Él nos muestra colores.
¿Qué quiero decir con esto?
Rudolf Steiner representó esto en los cristales grabados de las ventanas del Goetheanum:
Lo condensado o aspectos sin refinar del pensamiento, la bestia que hemos creado en nuestra vida de pensamiento, tiene un color rojo.
Lo condensado del Sentimiento, es la bestia que hemos creado en nuestra vida de sentimientos, tiene un color amarillo/grisáceo.
Lo condensado de
El Guardián desea que nos familiaricemos con los colores, desea que nosotros veamos cómo los colores se relacionan con nuestro estado espiritual en un determinado momento, es decir, cómo ellos ‘nublan’ y distorsionan todo lo que vemos. Quiero que aprendamos cómo estos colores forman un velo (niebla), como si fueran gafas de sol sobre nuestros ojos espirituales que evitan que crucemos el abismo al mundo Astral con certeza y orientación.
¿Por qué ver estos colores evita que nos orientemos en el mundo espiritual?
Porque si no sabemos nuestros propios colores no podemos saber lo que nos pertenece a nosotros mismos y lo que pertenece al mundo espiritual. Lo que el Guardián nos dice en este punto es, el velo es demasiado grueso y no serás capaz de tener una experiencia sin él. ¡Así que reconócelo y comienza a trabajar para hacerlo más fino! Esto es, cuanto más perfectos hagas al pensamiento, al sentimiento y a la voluntad, más claramente contemplarás el mundo espiritual.
Cuando logramos lo anterior y el velo se hace más fino comenzamos a ver lo que hay detrás de él. Podemos no haberlo redimido todo pero hemos sido capaces de familiarizarnos hasta tal punto con lo que no hemos redimido que podemos comprender: ‘esto es un proceso y así es como veo porque parte de mí lo está coloreando’. Hay un punto en el que el Ego debe fortalecerse tanto que puede tomar el control de los colores que pertenecen a uno mismo y negar la observación de los mismos en conjunto.
¿Cómo sucede esto?
En la visión ordinaria el ojo se niega a sí mismo. Sacrifica su propia visión para que la visión pueda ser experimentada por el cerebro y el Ego. En estados desordenados el ojo se vuelve egoísta como cuando se forman cataratas o cuando aparecen puntos en la línea de visión. De la misma manera el Ego debe sacrificar verse a sí mismo y debe mirar más allá de sí mismo, más allá de lo que tiene delante de él hacia el mundo espiritual si quiere ver de una manera ‘saludable’ y sin obstrucciones. Esto es una especie de enfoque variable (enfoque interior y exterior)
Interior = él mismo.
Exterior = el mundo espiritual.
Esto llega por medio del entrenamiento en el altruismo y el autoconocimiento. Entrenándose para desenfocarse fuera y lejos de uno mismo (ver Nota 4).
Esto conlleva práctica, concentración y autoconocimiento. Pretender que lo que estás viendo al principio es el mundo espiritual es lo mismo que cuando el ojo se percibe a sí mismo y cree que está viendo el mundo que le rodea.
Hay un paso más.
Meditación Exterior.
Posteriormente esto puede hacerse en la ‘luz’, es decir, con los ojos abiertos –esto es la meditación externa.
¿Cómo funciona la meditación externa?
Los colores y actitudes que hemos aprendido a conocer durante la meditación interna los tomamos con nosotros durante la meditación externa porque siempre están con nosotros, y permanecen así cuando cruzamos el umbral. El Guardián nos amonesta para que no pasemos hasta que hayamos llegado a conocerlos y saber que todo lo que estamos viendo en el Mundo Etérico incluyendo los Cuerpos Etéricos de otros, están coloreados por nuestro propio cuerpo Etérico. Hemos de aprender a distinguir entre nuestros propios procesos internos y los procesos espirituales en otros y en el mundo exterior. Una vez que hemos logrado esto podemos comenzar a tener vislumbres del mundo Astral, es decir, de los seres Astrales que engendran los procesos y están relacionados con los seres elementales del Mundo Etérico y del Mundo Físico. Estos son seres Astrales que se experimentan a sí mismos en el Mundo Etérico. Hay otra ‘capa’.
En el Mundo Astral todo es flujo, movimiento y metamorfosis; todo penetra a todo lo demás. En el Mundo Astral no son sólo los colores lo que salen al encuentro, sino también las actitudes. Ver estas actitudes o formas es como tratar de alcanzar esa etapa de consciencia onírica durante el día, esto está relacionado con
Hay gestos del alma o formas que pertenecen a las tres bestias:
Pensamiento –frío, gesto dudoso– duda.
Sentimiento –gesto de burla y odio– odio.
Voluntad –gesto de inmovilidad, congelado con miedo al cambio– miedo.
Estos gestos que son las contrapartes espectrales de las fuerzas del alma están relacionados con lo que pensamos, sentimos y queremos cuando observamos seres espirituales, e imprimimos estas formas y gestos sobre ellos. Se hace entonces difícil discernir cómo hemos cambiado estos seres y este mundo, pues cuando los estamos percibiendo, se convierten en lo que hemos pensado, sentido y querido sobre ellos y se nos presentan como hechos.
Imaginad esto:
Estáis mirando una isla y pensando que tiene la forma de un león durmiente y se convierte en un león durmiente, justo delante de vuestros ojos.
Esto es a veces representado como un encuentro con Ahriman, el gran espíritu del engaño. Debemos darnos cuenta de que lo que estamos viendo no son sólo colores –‘iluminados’ por seres Luciféricos- sino también ‘impresos’ por seres Ahrimanicos que están dentro de nosotros y que aún no hemos ennoblecido/redimido.
En esta etapa superior los seres Ahrimánicos no desean que veamos a los seres que existen detrás los procesos Etéricos y a los seres elementales que están detrás de los fenómenos sensibles.
En esta etapa lo que estamos experimentando puede aún no ser fiel a su ‘color’, cualidad, dirección, forma, etc.
Alguien puede, por ejemplo, tener inclinaciones profundamente ocultas, mantenidas bajo control por medio de la educación o la fuerza o el carácter; ellos sin embargo estarán haciendo su impresión en el mundo del alma y del espíritu. Ese mundo recibe su coloración de acuerdo con el ser completo del hombre, con independencia de lo mucho o poco que él mismo pueda saber de su propia naturaleza y carácter. (Ver Nota 5).
Y
Con las imágenes del mundo del alma y el espíritu esto no es el caso al principio. Ellos cambian de acuerdo con lo que el ser humano siente o piense. De esta manera él les da forma que depende de su propia naturaleza. Imaginemos que una determinada imagen aparece ante el hombre en el mundo de la imaginación. Si, al principio, permanece indiferente a ella en su alma, entonces ésta se muestra de una determinada forma. En el momento, sin embargo, en que se siente placer o disgusto en relación con la imagen, cambia su forma. Las imágenes por tanto, en el primer caso, expresan no sólo lo que son, independientes del hombre, sino que reflejan lo que es el hombre mismo. Están impregnadas por su propia naturaleza. El segundo se despliega como un velo sobre los seres suprasensibles. Aunque los seres reales se enfrentan a él, él no los ve, sino que en vez de ello, ve su propia creación. (Ver Nota 6)
Esta es la fase de la imaginación y no puede ser considerada iniciación porque no hemos extinguido completamente el mundo del color y de la forma, que está en nuestro interior. Nosotros aún observamos como si lo hiciéramos a través de un velo con color y forma.
Para rasgar el velo y entrar en conversación con el mundo espiritual el ser humano debe haber aprendido, por medio del altruismo y el auto conocimiento, a extinguir no sólo el mundo de colores, sino también el de gestos y formas completamente por medio del poder del Ego. Cuando esto se logra significa el paso de lo Temporal a lo Eterno, del Ego Menor al Ego Superior.
Si el discípulo quiere ser capaz de avanzar desde esta etapa de desarrollo, debe aprender a hacer una clara distinción entre sí mismo y el mundo espiritual circundante. Con este fin debe aprender a detener cualquier influencia que él mismo pueda ejercer sobre el mundo del alma y el espíritu que le rodea. La única manera de asegurar esto es ser plenamente consciente de qué es lo que está llevándose consigo al nuevo mundo. En otras palabras, es cuestión de adquirir, en primer lugar, un autoconocimiento genuino y penetrante. Una vez que lo tiene, será capaz de ver con visión clara y despejada ese mundo del alma y el espíritu que le rodea. (ver Nota 7)
En este punto estamos en el umbral de
El Guardián Mayor del umbral y el Ego Superior
Lo importante a considerar cuando se habla del encuentro entre el ser humano y el Guardián Mayor del Umbral es tener en mente que el Guardián Menor no nos abandona, sino que continúa con nosotros en nuestro viaje, como un guía, él es ahora capaz de comunicarse con nosotros y trabaja como un medium entre el ser humano y el mundo espiritual.
¿Quién es este Guardián Mayor?
El Guardián Mayor es representado como un ser de naturaleza Arcangélica y Rudolf Steiner nos dice que encontramos a este Guardián cuando hay un debilitamiento de la conexión entre el cuerpo Astral y el Ego y el Cuerpo Físico, el cerebro físico. Esto sucede dos veces: por la mañana cuando abandonamos el macrocosmos y nos preparamos a entrar en los cuerpos Etérico y Físico, el Microcosmos, y por la noche cuando el ser humano se duerme y deja el cuerpo físico y el cuerpo Etérico en la cama y se mueve a través del mundo Astral hacia el umbral del Devachan y el Macrocosmos.
Por lo tanto podemos decir:
El Guardián Menor guarda el portal del Microcosmos.
· Por la noche –el portal que conduce fuera del cuerpo Etérico al mundo Astral o Mundo Espiritual Inferior.
· Por la mañana –el portal que conduce fuera del mundo Astral o Mundo Espiritual Inferior al cuerpo Etérico. Esto también puede ser llamado el portal del Karma Individual.
El Guardián Mayor guarda el portal del Macrocosmos.
· Por la noche –el portal que conduce fuera del Mundo Espiritual Inferior o el mundo Astral al Mundo Espiritual Superior o Devachan.
· Por la mañana –el portal que conduce fuera del Mundo Espiritual Superior o Devachan al Mundo Espiritual Inferior o Mundo Astral. Esto también puede ser llamado el portal del Karma Objetivo.
Noche
Ego Superior
Devachan
/////////////Guardián Mayor del Umbral////////////////
Karma Objetivo
Ego Inferior
Cuerpo Astral
Consciencia Suprasensible
Mundo Astral
———–Guardián Menor del Umbral de
Ego Inferior
Karma Individual
Consciencia Física Cuerpo Astral
Cuerpo Etérico
Cuerpo Físico
Mundo Físico
Día
Cuando el ser humano ha progresado de tal forma que es capaz de experimentar el mundo Astral a través del mundo Etérico durante el día, esto es lo que ocurre: cuando el estudiante espiritual mira el cielo azul, al principio ve las corrientes y flujos etéricos y los seres elementales, entonces otra experiencia le sale al paso, el cielo cambia de color a un rojo/púrpura y en este cielo aparecen seres que están relacionados con aquellas corrientes etéricas y seres elementales.
Esto es la noche entrando en el día.
En cambio esta experiencia es llamada Consciencia del Sol porque su contraparte por la noche es la experiencia del Sol a medianoche.
En esta etapa el ser humano ha dejado atrás a las tres bestias y arriba y delante de él puede ver al Guardián Mayor. Esto sucede por la noche y durante la meditación externa por el día, cuando el ser humano ‘iluminado’ entra en el Mundo Astral y comienza a aproximarse al umbral del Devachan. Por la mañana hay una experiencia del Guardián Mayor cuando el ser humano deja el Macrocosmos, cuando está a punto de entrar en el cuerpo Etérico. Entonces el Guardián Mayor está detrás del ser humano, no delante de él, pues el ser humano está descendiendo una vez más a los cuerpos Físico y Etérico.
¿Cuál es la tarea de este Guardián Mayor?
Es el Guardián Menor el que nos presenta al Guardián Mayor por así decir, y siempre está presente incluso aunque le dejemos atrás aún podemos sentirle. Nos dice que el Guardián Mayor es
Ver este ser es saber que hemos vencido con éxito los engaños de Lucifer y Ahriman.
Haber alcanzado este punto no garantiza en modo alguno que la próxima vez serás capaz de alcanzar el mismo nivel. Cada vez uno comienza de nuevo.
Ahora el ser humano debe ser capaz de evocar de nuevo a voluntad lo que él ha dejado en el umbral del mundo espiritual. Las tres bestias, colores, gestos, debemos traerlos de vuelta a primer plano, de vuelta a segundo plano, por así decirlo, y enfocarnos fuera de ellos hacia el Guardián Mayor que permanece delante de nosotros, para que podemos comparar los dos.
Ahora sabemos cuánto nos queda aún por llevar a cabo.
El Guardián Mayor recuerda al estudiante de que debe seguir avanzando, seguir progresando para llegar a ser como él. El estudiante no debe quedar satisfecho con permanecer en el mundo Astral, sino que debe seguir adelante con su desarrollo para entrar algún día en el Devachan.
Cuando hemos alcanzado la etapa de aproximarnos al Umbral del Devachan este Guardián Mayor se transforma en el Ser de Cristo.
Estos son los pasos que debemos seguir para llegar a experimentar el Ser de Cristo como es visto a través del mundo Etérico con vestiduras astrales y experimentarle en el cuerpo humano Astral. Esta es la etapa de ver a Cristo en lo Etérico. Lo que hemos visto antes de esto era el ser del Alma Natánica que provee a Cristo de una vestidura de luz. Ahora vemos detrás de la luz el ser de Cristo. Esto está al nivel de
En este punto Cristo nos hace una pregunta:
¿Escogerás permanecer aquí en el Mundo Astral o descenderás con todo lo que sabes al reino de la tierra, para trabajar en el mejoramiento de la humanidad, y asumir el karma objetivo del mundo?
Esta es la pregunta que se nos hace cuando estamos descendiendo en el Cuerpo Etérico por la mañana. ¿Queremos permanecer en el mundo espiritual inferior, es decir, no progresar más o deseamos regresar de nuevo y trabajar duro para tratar de entrar en el Devachan?
Esta es la razón por lo que esto es llamado el umbral de la vida y la muerte.
“Tú debes ahora compartir con tus semejantes los poderes que, junto con ellos, adquiriste. Yo por tanto impediré tu entrada en las regiones superiores del mundo suprasensible mientras no hayas aplicado todos los poderes que has adquirido en la liberación de tus compañeros. Con los poderes ya a tu disposición puedes permanecer en las regiones Menores del mundo suprasensible; pero permaneceré ante el portal de las regiones superiores como el Querubín con la espada llameante ante el Paraíso, y bloquearé tu entrada mientras poderes sin usar en el mundo sensible aún permaneccan en ti. Y si rehúsas aplicar tus poderes en este mundo, otros vendrán que no rehusarán; y un mundo superior suprasensible recibirá todos los frutos del mundo sensible, mientras que tú perderás bajo tus pies el mismo suelo en que estabas enraizado. El mundo purificado se desarrollará por encima y más allá de ti, y estarás excluido de él. Así hollarás el sendero negro, mientras que aquellos de los que tú te separaste hollarán el sendero blanco” (Ver Nota 8)
Si elegimos permanecer en el mundo Astral, nunca podremos progresar más, y ‘morimos’ para el mundo físico, lo cual es conocido como el sendero negro.
Si elegimos regresar al mundo físico y trabajar con el karma colectivo, es ‘vida’, es decir, el llamado sendero blanco. Cuando nos hemos perfeccionado de este modo a lo largo del sendero blanco, se nos permite unirnos a Cristo y atravesar este umbral.
Hay libertad de elección.
Si escogemos regresar, entonces el Guardián Mayor ‘nos devuelve’ de nuevo al Guardián Menor por la mañana.
Más allá del Guardián Mayor se encuentra el reino del Devachan, donde aprendemos no sólo a ver y oír, sino a conocer y hacernos uno con todos los seres y las interrelaciones entre el mundo espiritual y el físico, esto nos lleva por medio de
En este punto el ser humano no sólo conoce su karma, sino que también puede trabajar conscientemente sobre su karma y sobre el karma de su semejante, y sobre el karma del mundo.
En conclusión, los encuentros con los guardianes pueden ser vistos de una manera circular.
Esto es lo que quería explicaros en relación con el encuentro de los dos Guardianes con el alma humana.
Gracias y buenas noches.
Adriana Koulias
(Conferencia pronunciada por A. Koulias, Sydney, 20 de febrero de 2007)
Traducción de Luis Javier Jiménez
NOTAS:
1.- Estas experiencias suceden con mayor profundidad en invierno cuando somos empujados más en nuestros cuerpos Físico y Etérico.
2.- Aquí debemos tener presente que según progresa el estudiante, adquiere continuidad de consciencia y estas experiencias ya no están relacionadas con el tiempo, sino con el espacio, que no está relacionado con la mañana o la noche, sino más bien con estar dentro o fuera del mundo espiritual por medio del poder de la voluntad humana.
3.- Aquí se debe mencionar que la separación de pensamiento, sentimiento y voluntad no debe ocurrir durante la vida cotidiana, sólo durante la percepción suprasensible, es decir, en la meditación y durante el sueño. El Ego debe controlar completamente estos miembros en la vida cotidiana y debe observar cualquier desviación del comportamiento normal. Si estos miembros se separaran en la vida cotidiana, entonces el resultado sería la neurosis y finalmente la locura.
4.- Hay buenos ejercicios para esto, el libro de Dennis Klocek, The Seer’s Handbook, capítulo 3 (El Manual del Vidente).
5.- Rudolf Steiner, Occult Science Knowledge of Greater Worlds. (Ciencia Oculta Conocimiento de los Mundos Superiores)
6.- Rudolf Steiner, Occult Science Knowledge of Greater Worlds. (Ciencia Oculta Conocimiento de los Mundos Superiores)
7.- Rudolf Steiner, Occult Science Knowledge of Greater Worlds. (Ciencia Oculta Conocimiento de los Mundos Superiores)
8.- Rudolf Steiner, Knowledge of Greater Worlds. (Conocimiento de los Mundos Superiores)
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