Los ángeles desde la creencia, ante la experiencia y hacia la evidencia.
Parte Primera: Los ángeles desde la creencia.
-La fragmentación en tres apartados para el total de este trabajo, la justificamos en base a la racionalidad y a la lógica, pues hemos preferido no utilizar otro tipo de argumentaciones sobre los ángeles tales como testimonios de supuestos y declarados contactos, afirmaciones de carácter místico exacerbando cualidades humanas en torno a la bondad, a la luz o al amor, sobre visiones acerca de estos seres, de comunicaciones recibidas mediúmnicamente o a través de impresiones sensitivas. Todas ellas merecerán siempre nuestro respeto, aunque no ocupen lugar alguno en el campo de nuestra consideración concreta actual.
-La elección de las tres preposiciones desde, ante y hacia, diferenciadoras a la vez que unificadoras pues simbolizan respectivamente al pasado, al presente y al futuro, no ha sido un acto encomendado al azar sino a la intencionalidad, pues hemos pensado que respecto de la primera y alrededor de la creencia, podríamos deducir nuestra situación actual respecto de la consideración que nos merecen los ángeles, en base al proceso convulsivo y divisorio de las creencias que profesamos con una u otra devoción y que, habiendo comenzado como opiniones individuales, han terminado institucionalizándose como dogmas de general cumplimiento y obediencia.
-En la primera parte pues, contemplaremos el tratamiento al que hemos sometido el tema de los ángeles desde la creencia.
-Para las siguientes etapas de nuestro estudio, reflejaremos de alguna manera, el resultado de todas estas creencias en la actualidad, manifestadas tanto en el reino mineral, como en el vegetal o en el animal, y también en el humano.
-Es el momento en el que trataremos de exponer nuestras averiguaciones y ante la experiencia como humanidad, experiencia en lo referente a nuestros compañeros de trabajo, los ángeles.
-Y finalmente, ofreceremos a la consideración de quien lea, el posible resultado de los análisis y deducciones que se hayan podido efectuar en base a la creencia y a la experiencia, es decir aquello que parecería evidente para la relación humano-angélica, progresando cada vez con mayor acercamiento hacia la evidencia, y no nos olvidamos de su hermana menor, la videncia.
-En esta primera entrega, se encontrarán los siguientes apartados:
1.-Introducción.
2.-Los ángeles y la trascendencia.
3.-La analogía y la metáfora.
4.-Los ángeles y el empirismo.
5.-Los ángeles y el racionalismo.
6.-Los ángeles y el innatismo, la fenomenología y el vitalismo.
7.-Los ángeles y el nihilismo.
8.-Los ángeles y el constructivismo.
9.-Los ángeles y el irracionalismo.
10.-El ángel y el hombre como constructores de la materia a través de
La sustancia y de la forma.
11.-Los ángeles y las polaridades eléctricas.
12.-Dogma y creencia. Ángeles, creencias y dogmatismos.
13.-Breves antecedentes sobre el proceso en el que una opinión se convierte
en creencia y esta en dogma. Jerarquización angélica.
14.-Los ángeles en los teísmos y en los deísmos.
15.-Una conclusión para la parte primera.
1.-Introducción
-Argumentar sobre los ángeles constituye un tema trascendente, considerando la trascendencia como aquella expresión del lenguaje capaz de unir lo misterioso y desconocido con lo concreto, utilizando el conocimiento como instrumento y la comprensión como capacidad.
-El problema con el que nos encontramos reside en que no somos magos, ya que es magia lo que permite la transmisión a los demás de aquello que resulta incognoscible, y el primer paso para poder actuar de acuerdo con la magia es la fe en sí mismo y no confiar en que un sistema, religión o institución afirme y niegue por nosotros a través de su dogma, pues como dice Marx, la más pequeña de las unidades humanas está formada por dos individuos, ya que la confianza en sí mismo todavía nos aísla y tememos a la soledad.
-Tratar el tema de los ángeles, pues, exige una adecuada dosis de fe en sí mismo, fe individual que permitirá escuchar sin aceptar ni rechazar, ya que si prevaleciese una de ellas aparecerá el dogma para completar lo que falta de la otra.
-Participando la temática angélica de lo irracional, trataremos con nuestras propias limitaciones de dotarla con algo racional, para ello y en esta primera entrega, recorreremos un trecho histórico que abarca tanto las perspectivas racionalistas como las irracionalistas, ya que ambas constituyen los dos extremos de la comprensión humana en torno a los ángeles, comprensión que ha derivado en conocimiento propiciado unas veces por aquellos seres a los que denominamos místicos, sabios y visionarios, y las otras por los que se sitúan en la misión de transmitir un mensaje proveniente desde ámbitos desconocidos por los demás y que ha sido necesario en un momento oportuno, a los que denominamos mensajeros, profetas, o enviados divinos.
-Desde la antigüedad, al tratar temas abstractos, se ha reconocido que lo concreto es ilusorio, que lo manifestado y objetivo no es real debido a que está en continuo cambio, pues todo lo que nos rodea y percibimos con nuestros sentidos no ha sido siempre así ni será de la misma manera en el futuro. Y este reconocimiento lo hemos cambiado varias veces en el tiempo, pues en un momento se ha tenido por real lo irracional y en otro su extremo opuesto, lo racional.
-Si aquello que percibimos es la materialización de un propósito, el hecho de que cambie su aspecto material es debido a que cambia su intención, por lo tanto ni la intención ni su materialización son reales porque ambas están sometidas a un constante cambio, tan solo permanecen entre nosotros durante un tiempo, al final del que desaparecen disgregándose para volverse a unir en nueva intención y materia, pero con distintas cualidades a las anteriores.
-La intención ha de provenir de un centro emisor al que llamamos alma y que permanece en el ser humano tal como lo hace en los individuos de todos los reinos, mientras que la materia es el resultado de aquella intención, y es lo que percibimos con nuestros sentidos.
-Entre la intención del alma y su manifestación material ha de intervenir otro agente que estructure aquella intención con distintos elementos materiales y calidades que los que ya estructuró en un momento pasado, cuyos resultados los percibimos en forma de pensamientos, de sentimientos, de actitudes y de todo el mundo objetivo.
-Este otro agente puede ser el ángel.
-Desde tiempos anteriores a Cristo, se tenía al ángel por constructor y que Dios se vale de ellos para crear el universo, de la misma manera que cualquier habilidad humana para evadir las leyes de la naturaleza se considera como sobrenatural y proveniente de un reino distinto al nuestro, al que no ha de considerarse necesariamente superior, sino que maneja distintas energías que, al combinarse con las utilizadas por la humanidad, producen la materia objetiva o mundo material.
-Así pues, la materia perceptible cambia al cambiar la intención humana y es el ángel el agente que transporta dicha intención a través de las distintas calidades materiales para construir nuestros diferentes pensamientos, las diferencias a la hora de expresar lo que sentimos y las actitudes que hacen aparecer matices separadores entre grupos sociales o entre individuos.
-Desde este punto de vista, no será real el diseño de un propósito en forma de pensamiento ni lo será tampoco su realización o ejecución material, puesto que ambos son efectos producidos por la combinación entre el alma o conciencia del hombre y el ángel, siendo el alma ese centro del que emanan todos los posibles propósitos humanos y el ángel el agente capaz de llevarlos a su ejecución y término, conformando las distintas materias de las que se compone la estructura objetiva de la actual humanidad, nosotros.
-El debate está servido, pues mientras una parte de nosotros proclamamos que lo real es lo perceptible y que es temporal, otros abogamos porque lo real sea aquello imperdurable y eterno, desde donde emana la causa que provoca lo perceptible.
-Ambos puntos de vista se han separado en extremo, originando dos corrientes de pensamiento humano con sentida influencia en todos los ámbitos, sea el político, filosófico, científico o el religioso. Estos movimientos son el racionalismo y el irracionalismo
2.-Los ángeles y la trascendencia
-La trascendencia y el ángel son al tiempo como la inmanencia y el hombre lo son al espacio.
-Dícese inmanente aquello cuya causa está contenida en sí mismo, y si la causa se encuentra fuera del objeto estamos ante una trascendencia. La evolución, desde este punto de vista, podría definirse como el progreso hacia la inmanencia permanente desde una trascendencia cambiante. Y si el tiempo es una cualidad del espacio, es porque el espacio lo contiene, por lo que el tiempo es la trascendencia y el espacio la inmanencia. Así que ya podemos establecer una primera relación entre el ser humano y el angélico diciendo que la tendencia del hombre es hacia el espacio o inmanencia, lo eterno, imperdurable y espiritual, y la del ángel hacia el tiempo o trascendencia, lo perdurable y material.
-Desde otro punto de vista, lo trascendente es algo fuera de lo común porque permite convertir algo desconocido en conocido, produciendo conocimiento a través de la comprensión. Supone traspasar un límite y ello nos lleva a la idea de superación o de aspiración como motor de la propia evolución, motor que se sirve de un mecanismo humano no bien comprendido, es la duda que subyace en la decisión de abandonar una seguridad para penetrar en un ámbito completamente desconocido, pero que si no se llevase a cabo, el motor se pararía. Quizá sea esta la razón de la constante y empecinada búsqueda del ser humano aspirando a situaciones diferentes de las actuales en cada presente.
-Si el tema de los ángeles no pudiera expresarse de una u otra manera, sería incoherente, ya que la verdadera trascendencia tiene su propia expresión en el dominio del lenguaje como capacidad de aunar lo oculto con lo manifestado o reconocible por todos, lo que supone un sistema trino, pues en primer lugar la trascendencia se inicia con la captación de lo que se pretende trasladar, se sigue con la interiorización y personalización de lo captado y finaliza con la expresión hacia el exterior.
–Agustín de Hipona dice de los seguidores de Platón que “trascendieron todos sus cuerpos buscando a Dios”. Es decir, que lo trascendente se siente atraído hacia la inmanencia de la misma manera que el polo negativo es atraído por el positivo, lo temporal se interesa en aquello con cariz de eternidad, aunque salga el científico y nos diga que no existe tal eternidad porque el tiempo es una medida relativa del espacio, pero de momento nos esforzamos para que el concepto del tiempo que seamos capaces de captar, quede reducido en nosotros a la nada, y a ver qué es lo que podría quedar después, quizás un pensamiento, una idea, o quizás nada de ello … quizás el espacio conteniendo todos los tiempos.
-Es el tiempo el que nos proporciona el conocimiento necesario para el momento presente, el tiempo es la trascendencia que nos permite acceder al espacio y si el ángel ha de aprender en el tiempo y el hombre en el espacio, se necesitan mutuamente, y es que ambos podemos de aprender del otro, y quizás la situación actual se encuentre invertida.
-De todo ello se deriva el empuje universal hacia la relación sin confrontación, hacia la fraternidad y la comprensión respecto del posible objetivo común entre el hombre y el ángel.
-La inmanencia supone el empuje o centro de aspiración para pasar desde un plano hacia otro superior, por ello se denomina como trascendencia a este paso. Tal trascendencia se basa en dos cualidades claramente definidas:
–La trascendencia gnoseológica que podemos expresar como la capacidad para ver, comprender y captar lo superior, (ver, oír y tocar) más allá de los planos de la percepción humana, lo que se podría traducir como sabiduría. Puede constituir el propósito o intención.
— Y la trascendencia ontológica, que consiste en reconocer la realidad de aquello superior como que es y existe, solo que en un plano distinto de los planos de percepción humanos, e implica la capacidad de expresarlo en estos planos, lo que podría suponer el conocimiento. Puede constituir la ejecución del propósito en el mundo material.
-Así pues, el tema de los ángeles es un tema trascendente y lo percibimos en forma de conocimiento, de manera que la existencia de tal conocimiento sirve como instrumento para el desarrollo de la conciencia humana en su camino hacia la sabiduría, camino en el que parece que el ángel tenga algo que ver.
-Si faltase una de las dos trascendencias o fases desde lo irracional a lo racional se produciría un conocimiento parcial, incompleto y por lo tanto falso, ya que no sería el reflejo de ambas realidades al carecer de una de ellas. Por ejemplo, si falta la trascendencia gnoseológica tendríamos una conciencia panteísta que ve a Dios y a todo lo superior como algo inherente, dependiente y ligado al mundo material, para esta conciencia ni los ángeles ni Dios existen como entidades separadas de la materia, sino que todos ellos y en la misma jerarquía, conforman todo el universo como un conjunto unitario, es decir, que para el panteísta, el espíritu y la materia solo se diferencian en su forma pero no en su jerarquía, ya que tienen la misma sustancia.
-Si hablar de los ángeles es un tema trascendente, dicha trascendencia se traduce en la posibilidad de establecer una correspondencia entre lo que conocemos y lo desconocido a través de la comparación, de manera que esta correspondencia pueda explicarnos la verdad, ya que si no existiese estaríamos argumentando una falsedad.
-El proceso consistiría en expresar trascendencias o conocimientos cada vez más inmanentes y, a la vez, que nuestra inmanencia o sabiduría pueda ser cada vez más trascendente.
-Al argumentar acerca de los ángeles desde lo conocido y también desde lo desconocido, hemos creado dos tipos de conocimiento, el propiciado por la razón a través de la lógica, y el que propugnan la creencia y el imperativo dogma, de manera que hemos institucionalizado al ángel en ambos movimientos como resultado de la propia trascendencia que nos permite conocer lo divino, misterioso y oculto revelándolo en forma de conocimiento, así la fe católica es la pistis basada en una trascendencia llamada Biblia, la fe judaica es la emunab, trascendencia que se manifiesta como fe en
-De la misma manera, la ciencia trata al ángel como una forma de energía buscando una lógica en sus manifestaciones y acudiendo a los más insospechados ámbitos, como por ejemplo en las distribuciones geométricas de la naturaleza y que se observan presentes en todos los reinos, en la magia de los números, en el magnetismo, en el sonido y en la luz o en la misma estructura atómica, ya que la intervención de los electrones en la formación de los átomos no permite, hasta hoy en día, la manipulación o control de los mismos por parte del científico, aunque parece que el mago si que pueda ejercer este control, cuyo resultado es la realización material de su voluntad a través de un agente aliado y cooperador, el ángel.
-A este respecto, podría comprenderse aquella expresión de Vicente Beltrán Anglada cuando afirma:
“El ángel es la forma que adopta la energía cuando ha de convertirse en sustancia”.
3.-La analogía y la metáfora
-Quizá, tal como ocurre en la naturaleza, el científico y el mago tendrán que intercambiar sus capacidades para que los supuestos agentes angélicos de ambos puedan completar el trabajo de construir una materia más eficaz a la vez que eficiente, a la que se le puedan atribuir cualidades científicas y mágicas. Llegado ese momento en el tiempo, tendremos que añadir a nuestro lenguaje la nueva característica que exprese ambas cualidades a la vez.
-La ciencia, como ámbito racional, reconoce la intervención de un elemento que no logra controlar debidamente y da lugar a la especulación, la hipótesis lógica y la imaginación dentro o fuera de la ética, mientras que en el ámbito irracional no se tiene otra posibilidad que la de la creencia.
-De esta manera, el resultado de la trascendencia es doble, uno bajo la razón y la lógica de la experiencia de las formas materiales y el otro bajo las afirmaciones de aquellos que se manifiestan como transmisores de lo divino u oculto y como expresión de las formas espirituales. Ambas trascendencias utilizan dos instrumentos que permiten el paso de una experiencia a otra, la analogía y la metáfora.
-Con la analogía establecemos el conocimiento acerca de los ángeles basándonos en otros hechos que ya conocemos y con la metáfora podemos resaltar alguna de las cualidades humanas que les atribuimos, sirviéndonos de ambas para conseguir un conocimiento sobre los ángeles que no teníamos antes. El problema es la correspondencia entre lo desconocido y lo conocido, es decir, que seamos capaces de establecer una trascendencia.
-Mientras que el racionalismo se basa en la lógica de la razón, el irracionalismo utiliza el imperativo del dogma a través de la creencia, y tanto unos como otros se sirven de la fe, con la diferencia de que el racionalista siempre tiene fe en sí mismo y el irracionalista la encuentra o la busca fuera de sí.
-El racionalista tiene el carácter de la inmanencia y el irracionalista el de la trascendencia, pero lejos de entrar en batallas y confrontaciones, ¿podemos imaginar el resultado de la cooperación mutua?. El ángel tendría algo que decir en esa cooperación.
-A lo largo de este trabajo se podrán observar las conexiones entre ambos movimientos, el racionalismo y el irracionalismo, que a pesar de ser extremos y opuestos, han tenido que consentir en adoptar métodos del otro para no sucumbir como movimientos sociales, pues a toda irracionalidad se le ha consentido cierta dosis de lógica razonadora y viceversa, acabando por desaparecer aquellos movimientos extremos que no hayan adoptado parte del otro, quizás porque en el tiempo que han permanecido vigentes no han sido capaces de producir magia, no han constituido una trascendencia, o lo que es lo mismo, no han contado con una colaboración angélica suficiente que imprimiese una huella en las manifestaciones materiales de la humanidad, no han logrado establecer un contacto entre lo divino y lo humano porque lo que ha hecho la humanidad es más humano que divino y ha permanecido siempre en el mismo plano.
4.-Los ángeles y el empirismo
-Se trata de un movimiento de carácter racionalista, el significado en griego de empirismo es experiencia, y en tiempos de los romanos el empirista era el médico que se estaba formando mediante la práctica de la medicina.
-Como movimiento social se opone a la especulación teórica basándose en el onus probandi o “prueba de la verdad”, dicha prueba constituía un clamor resonando continuamente entre los racionalistas al exigir una argumentación lógica y razonada de lo que se afirmaba, de manera que aquello “sin prueba” era una irracionalidad y respecto de los ángeles, tan solo se disponen de los testimonios y afirmaciones de unos pocos, afirmaciones que unos toman como prueba suficiente, renunciando implícitamente a su conocimiento y otros exigen algo más tangible y concreto que les proporcione dicho conocimiento.
-La creencia en los ángeles es universal y ha existido en todos los tiempos, por lo que esta creencia ha sido aceptada como “prueba” durante ciertas épocas hasta que se ha exigido un onus probandi actual y adaptado al presente, pues ya no bastan como prueba las afirmaciones de los antiguos ni las que realizan los visionarios, sobreviniendo dos criterios, aquel en el que se concede a la fe el primer lugar y por encima de la razón, o un sistema a través de la razón como prioridad que dará lugar a la fe, pero esta en secundario lugar.
-Se trata de considerar el acto de fe como productor de la razón a través de una creencia o, por el contrario, que sea la razón quien produzca a la fe a través de una trascendencia.
David Hume (1711-1776) creo un empirismo con un punto de vista más escéptico.
-Como máximos exponentes del empirismo se consideran al escocés David Hume y al inglés John Locke, constituye un movimiento racionalista caracterizado por la importancia de la experiencia y el conocimiento que proporcionan los sentidos de percepción humana, desechando la obtención del conocimiento a través de un proceso razonador y adoptando el experimental o empírico.
-Dado que las afirmaciones de quienes dicen contactar con los ángeles han merecido y merecen fiabilidad por parte de muchos, estas afirmaciones se tienen como experiencias a través de las que se elaboran imágenes, normas de conducta o previsiones sobre el devenir futuro.
John Locke, fundador del empirismo inglés.
–David Hume estableció un sistema de raciocinio que comienza con la experiencia de un individuo y finaliza con la tradición que sigue toda una sociedad, así, convierte la experiencia respecto de los ángeles en impresión, relegada y limitada al campo de las sensaciones emotivas de un individuo aislado, esta emoción o impresión emotiva es la que provoca una idea sobre el ángel, idea que se convertirá en una acción humana y habitual con el tiempo, para acabar constituyendo una creencia seguida por varias personas, esta creencia deviene como tradición social que puede llegar a constituir costumbre jurídica y esta en ley de obligado cumplimiento. Ya tenemos el imperativo dogmático.
David Hume es considerado el más importante empirista y personaje de la Ilustración escocesa. Se presenta su estatua en Edimburgo, Escocia.
-Así pues, el empirismo considera la experiencia o impresión sobre los ángeles como fuente de la que emanan las ideas, justo al revés del racionalismo en el que prevalece la idea que se tiene del ángel como generadora de experiencias, por lo tanto considera que es la productora de impresiones. Ya tenemos, una vez más, la confrontación de creencias.
–Epicuro de Samos y en una generación anterior a Aristóteles, afirma que el cerebro de un recién nacido es como “una tabla en blanco” que se va llenando de sus experiencias, todo ha de ser probado experimentalmente, niega la revelación, el razonamiento a priori y la intuición. Por lo que podemos observar que no es actual ni reciente el empirismo, pues ya se consideraba hace miles de años, tan solo lo desempolvamos de vez en cuando.
–John Locke da un paso más, pues contradice a Epicuro de Samos en lo que respecta a la intuición y establece una creencia en contrario, admitiendo que el conocimiento sobre Dios y los ángeles puede hallarse mediante la intuición y el razonamiento, aumentando así las posibilidades del propio movimiento empirista al adoptar métodos que son propios de otros movimientos cuyas características difieren de las del empirismo y se quedaría muy limitado de no hacerlo así, ya que no tendría opción a objetar sobre asuntos angélicos o divinos.
Epicuro de Samos (siglo IV a.C.) fue el filósofo griego fundador del Epicureísmo
-Tanto los movimientos estoicos, como los aristotélicos y los epicúreos, dejaron bien marcadas sus diferencias al hablar sobre los ángeles, sin embargo tuvieron algo en común que perdura hasta nuestros días y resulta interesante observarlo. Se trata de la afirmación sobre un compendio de ideas que permanecen en todas las personas desde el momento en el que se nace, admitiendo la existencia de un conocimiento a priori y la posibilidad de aumentarlo durante la vida a posteriori mediante las experiencias de cada cual, por lo que todos nacemos debiendo saber algo acerca de los ángeles ya que tenemos ideas innatas, lo que promovió otro movimiento social denominado innatismo y que más adelante trataremos.
–Tomás de Aquino también hace uso del empirismo al decir que la existencia de los ángeles puede afirmarse mediante la “razón natural”, usando un término aristotélico y hace una innovación, define el “intelecto activo” como “la capacidad de convertir datos de la propia experiencia en ideas abstractas”, es decir, que nos está definiendo la trascendencia, con la condición de que estas ideas tengan completas todas sus impresiones o experiencias, es decir, que exista experiencia sobre el ángel como idea, como sensación emotiva y como acción física.
-Así, se presenta la imagen del ángel parecida a la humana debido a que no se tiene completa su impresión a través de todos los sentidos de percepción, luego dicha imagen no se consideraría válida.
-Una generación posterior a John Locke, el obispo irlandés George Berkeley le acusó por haber promovido el ateísmo entre las gentes porque si los ángeles no pueden percibirse por todos los sentidos, no podrán producir experiencias completas y sin ellas no hay ideas, por lo tanto, no existen los ángeles.
-Pero la confrontación de las consideraciones entre los ateístas y los teístas causó tal alboroto social, que tuvo que buscarse un argumento curioso para no llegar a la afirmación de que no existen ni los ángeles ni Dios, y fue “esse est percipi”, es decir, “ser es ser percibido” y si el hombre no puede percibir con todos sus sentidos será Dios el encargado de hacerlo, pues Dios percibe todas las cosas a través de los hombres y si ellos no pueden hacerlo, Dios se tornará perceptivo para que ninguna cosa quede sin ser sentida o experimentada a través de todos los sentidos, bien sean los humanos o los divinos.
-Y de esta manera quedó zanjado, de momento, el molesto asunto.
George Berkeley obispo irlandés (1685-1753) ideó una concepción empírica mediante la percepción.
5.-Los ángeles y el racionalismo
-Como movimiento, es de origen francés y René Descartes su representante. Se opone al empirismo, pues defiende que las ideas no se pueden obtener mediante las experiencias a través de los sentidos, sino mediante la razón.
-Considera que la base fundamental para la elaboración de las ideas es la geometría por lo que renueva a Platón aplicándolo tanto a la ciencia como a la filosofía, y aunque la religión aceptaba la razón como posibilidad para llegar al conocimiento de los ángeles, posibilidad reseñada por Agustín de Hipona entre otros, fue a partir del siglo XVIII cuando sus diferencias extremaron hasta constituir un movimiento contrario a la religión y a la teología, que se basan en sus inamovibles dogmas de fe.
Detalle de San Augustín en un Vitro, por Louis Comfort Tiffany, en el Lightner Museum.
-El racionalismo admite postulaciones sobre los ángeles siempre que puedan razonarse de manera lógica, pues su base es la trascendencia y si no es capaz de encontrar una analogía o una metáfora que proporcione el correspondiente conocimiento concreto, desechará el tema de los ángeles ya que no admite dogma, ni fe, ni autoridad alguna que pretenda imponerlo sin el auxilio de la razón.
-Para permitir postulaciones o hipótesis, el racionalismo admite la intervención de la imaginación, pero esta libertad para imaginar ha de seguirse por la demostración argumental de aquello que se ha imaginado, de esa manera se completa la trascendencia, ya que si no se demostrase estaríamos ante una falsedad.
-Para el racionalista, lo falso no quiere decir que es anulable sino que siendo verdadero para quien lo expresa, no puede transmitirlo a los demás y carece de la magia, de manera que constituirá una trascendencia para el propio individuo que tiene tal experiencia, aunque no es tal trascendencia para el resto de personas.
-Así, el racionalista ve a los ángeles en los planos en los que se manifiestan, es decir en la materia y en sus diversos grados, y también los ve como constructores de lo objetivo y perceptible con los sentidos, de ahí que se sirva de ciencias explicativas de las estructuras materiales como la geometría, tal como observaremos en una próxima parte de este trabajo.
-La imaginación se tiene como algo intangible, casi fuera de la realidad y puede derivar en locura, a pesar de ello, el racionalista la considera y la admite aunque lo conceptúe como algo irracional, añadiendo su impronta a continuación cuando exige que debe argumentarse con la razón. De esta manera y sirviéndose de la geometría, puede establecer argumentos acerca de los ángeles cumpliendo las exigencias de todos los tiempos respecto de la trascendencia.
-Observamos, pues, que el racionalismo ha tenido que admitir premisas irracionalistas para ser capaz de tratar el tema de los ángeles o cualquier otro que, si se aferraba al dictado exclusivo de la razón, era imposible establecer conocimiento alguno acerca de temáticas que escapan a la razón cuando se le imponen limitaciones.
-Al admitir la imaginación como base generadora de ideas sobre las que aplicar la razón, se desarrollan dos capacidades que van a crear leyendas e imágenes arquetípicas en torno a los ángeles. La primera provoca que se potencien la imaginería y la fantasía, mientras que por la segunda y debido a la exigencia racionalista de demostrar lo imaginado, se desarrolla la capacidad de expresar las abstracciones.
-Aparecen individuos con estas capacidades innatas siendo todavía niños, pero por separado, pues unos muestran grandes dotes de imaginación sin ser capaces de expresarla, y otros, demuestran su poder expresivo pero faltos de imaginación.
-Cuando aparece un ser en el que confluyen ambas capacidades, se desarrolla un individuo que manifiesta la trascendencia en todo su esplendor porque es capaz de contactar lo abstracto con lo concreto, siendo esa trascendencia válida para la humanidad entera y no solamente para sí mismo ni para un reducido número de personas, constituyendo un ejemplo de servicio social y un mago en algún sentido. Por ejemplo, Albert Einstein.
-Tanto la imaginación como la expresión sobre experiencias angélicas y coordinadas mediante la razón, según los racionalistas, tienen un sentido innato en el individuo que los desarrollará a lo largo de su vida, lo que ha dado lugar a que aparezca el movimiento denominado innatismo.
6.-Los ángeles y el innatismo, la fenomenología y el vitalismo
-Bajo el movimiento del innatismo se enriqueció el propio racionalismo y el tema de los ángeles se pudo contemplar desde perspectivas más universales e incluyentes, ya que los racionalistas rechazan toda influencia irracional y no quieren adoptar una denominación que pertenezca al movimiento que les contradice, encontrando la respuesta en el innatismo y consiguiendo abarcar, de esta manera, las dos capacidades de imaginar y de expresar en un solo sentido del pensar humano.
-Con el innatismo, el sistema racionalista acaparó la argumentación sobre los ángeles sirviéndose de otro elemento irracional aparte de la imaginación, las capacidades innatas en el ser humano al nacer, capacidades que están exentas de tener que demostrarse, de esta manera, si se le pide al racionalista que argumente acerca de los ángeles difícilmente lo hará, ya que su razón le dará pocas respuestas, pero tiene a su aliado el innatista que, con su imaginación le proporcionará todo lo que desee, quedando tan solo eliminar aquello fuera de la razón y argumentar sobre lo posiblemente razonable.
-Vemos la importancia que cobran herramientas como la analogía y la metáfora para ayudar en las argumentac¡ones y completar una trascendencia, es decir, transformar al ángel en algo objetivo y casi perceptible por los sentidos.
–Platón, Descartes, Leibniz y Spinoza son innatistas, mientras que Aristóteles, Locke y Hume lo niegan.
-Lo curioso del modelo innatista es que concede a las matemáticas el privilegio de constituir su base para la adquisición de conocimientos, ya que el ser humano tiene que desarrollar su sentido lógico, tanto en el ámbito científico como en el filosófico y este sentido global solo puede encontrarse a través de la lógica matemática, debido a que no conoce fronteras ni religiones sino que es universal, encontrando una verdadera magia en las relaciones entre los números, tal como desarrollaremos en una próxima parte de este trabajo.
-Si grandes filósofos han sido grandes matemáticos, es porque la abstracción se encuentra en ambas a la vez, pues argumentar sobre el ángel desde la pura filosofía carecería de razón y lógica concretas y estaríamos ante una afirmación mística, mientras que hacerlo desde una perspectiva exclusivamente matemática sin argumentación filosófica, resultaría incomprensible, pues de las dos maneras no quedaría completada la trascendencia.
-Un ejemplo de ello es el Código Fibonacci mencionado en la obra “El Código Da Vinci”, serie numérica con espectaculares particularidades entre los números que la componen y que se manifiestan en el reino mineral, en el vegetal, en el animal, …, y también en el reino humano.
-El Código Fibonacci ha seducido a la humanidad de todos los tiempos, y tiene motivos para continuar haciéndolo.
-La alianza entre el racionalista y el innatista ha permitido la acción conjunta entre el proceso razonador y la imaginación, acción que provoca una organización (no encontramos otro término más adecuado) y que supone un centro atractivo para el ángel porque capta algo pendiente de hacer y que ha de hacerse, es otra manera de expresar el “pedid y se os dará”, cuyo resultado final es algo objetivo y perceptible bajo la forma de un pensamiento, de un sentimiento o de una actitud.
-Es el reconocimiento implícito de que los ángeles son los constructores del universo y que actúan bajo una única condición, y es la de que ha de ser el hombre quien se haya “organizado” previamente, ya que no se sienten atraídos hacia lo desorganizado debido a la falta de proyecto, diseño o propósito. Y para que se produzca dicha organización, el hombre consume determinado combustible o energía, su voluntad.
-Dice Einstein que “existe una energía infinitamente más poderosa que la nuclear o cualquier otra conocida, y es la voluntad”.
-Esta consideración de los ángeles como constructores del universo y de los que se sirve Dios para manifestar su Voluntad en todos los reinos, no es novedosa, pues así se contiene en escritos considerados sagrados debido a la afirmación de que han sido revelados directamente por Él, tal como tendremos oportunidad de reseñar más adelante, como por afirmaciones de pensadores, filósofos y científicos en todas las épocas.
-Si todo lo perceptible tiene como causa a una idea, puede deducirse que todo queda reducido a ideas, por lo que todo lo manifestado se reduce a un “objeto mental”, de ahí la conclusión de muchos pensadores sobre que la realidad no es lo manifestado sino lo que causa su manifestación, es decir, ese “objeto mental”, y el ángel es quien convierte en materia toda actividad de la mente, produciendo diversidad de fenómenos como consecuencia de que se perciben los efectos pero no las causas. La causa es la inmanencia y el efecto la trascendencia.
-Una parte considerable de la humanidad ha prestado atención a esta premisa desarrollando otro movimiento social denominado fenomenología, atribuyendo a poderes de control sobre los ángeles, determinados “fenómenos” que eran y son capaces de efectuar, aunque la mayoría de los que los manifiestan se atribuyen para sí mismos el mérito de producirlos. Y no falta quien les crea.
-El representante de este movimiento fue Franz Brentano, cuya máxima era precisamente la de expresar en una idea todo lo que existe y, en último término, en una fórmula. Tendencia que se sigue actualmente debido al intento por parte de los científicos para encontrar una formulación única que les permita deducir las cuatro fuerzas universales y por parte de los políticos con las actuaciones comunes entre países, así como la tendencia a una religión común para toda la humanidad, en la que cada vez más resuenan palabras como la fraternidad entre los pueblos o la llamada globalización para el aspecto económico.
-Todos estos intentos no son más que representaciones de la misma escena y en tiempos separados, la de la fenomenología como descubrimiento de la causa universal. Y en esta causa tiene algo que decir el ser angélico, pues parece que lo dirá después de que el ser humano se haya organizado en su intención.
-Este intento por aunarlo todo tiene un nombre, el vitalismo, desarrollado por el médico francés Xavier Bichat a finales del siglo XVIII, quien preconiza la existencia de una fuerza única o fuerza vital que es la impulsora de la vida en todo el universo, actuando solamente sobre la materia organizada. No admite la fuerza vital para el reino mineral, porque afirma que carece de la capacidad para la organización. Identifica esa fuerza con el alma de las cosas manifestando una influencia de tipo orientalista, sin embargo admite la existencia de un agente fuera del reino humano y que produce la materia como resultado de la organización que origina la vida, es esa fuerza vital o ángel.
Retrato de Xavier Bichat
-Se puede observar que en todas estas interpretaciones acerca de los ángeles, se hacen intervenir en mayor o menor medida a la razón y a la experiencia, apareciendo gran diversidad de interpretaciones como movimientos sociales en los que algunos de ellos se encuentran en los extremos, tales como aquel que tan solo admite el ejercicio de la razón en su estado puro, sin experiencia objetiva, llamado nihilismo.
7.-Los ángeles y el nihilismo
-Del latín nihil, nada, e ismus, movimiento o doctrina, no admite autoridad, fe ni dogma que afirme algo sobre los ángeles sin que intervenga la razón. Cree que la humanidad es superior, y carece de otro principio por encima de ella, llámese Dios o con otros nombres, a quienes rendir pleitesía. No acepta las ideas preconcebidas sobre ángeles o sobre lo divino, por lo que niega el innatismo, predicando una vida alrededor de lo que existe y es percibido, es decir, conceptúa como real precisamente el mundo material, lo que implica su oposición a la creencia sobre los ángeles mientras no pueda estructurarse sobre el ejercicio del raciocinio.
–De nuevo y una vez más, la confrontación de creencias.
-Se considera su máximo exponente al novelista ruso Iván Turgenev por su novela “Padres e hijos” y concretamente al personaje de Bazarov, novela en la que adopta el sistema de Kant de reducción al absurdo, deduciendo que todo racionalismo se reduce a una sustancia o esencia de la que emana y que es nada, porque carece de expresión material objetiva, debido a ello, reemplaza esa nada en una creencia, la creencia en la revelación divina, así pues, para el nihilista, los ángeles constituyen una creencia basada en las revelaciones recibidas por aquellos humanos que afirman haber contactado con ellos. En base a todo esto, no respetan estructuras sociales o creencias institucionalizadas, desechando todo prejuicio o idea innata en el ser humano, y ha devenido convirtiéndose en el serio movimiento anarquista ruso posterior.
-Este movimiento se desarrolla durante el reinado del zar Alejandro II, liberal, reformista y progresista que concedió la libertad de prensa en una Rusia zarina, subyugada y doblegada.
-Los jóvenes de las familias nihilistas veían a sus padres maltratar a sus esposas y madres, esclavizar y humillar a los criados a través de un duro ambiente familiar totalitarista para, a continuación, cambiar de actitud y adoptar una falsa corrección ética escribiendo y recitando poemas amorosos, bucólicos y de exaltación de la naturaleza. Fueron ellos, aquellos jóvenes, quienes buscaron redefinir la sociedad rusa bajo el manto de la amistad, remarcando que el interés individual no tiene por qué estar reñido con el social.
-Una vez más se puede observar que acaba predominando, más pronto o más tarde, el sentido global por encima del individual y el comportamiento ético social sobre el particular, y es que, respecto del trabajo de los ángeles, quizás hemos de comprender que actúan en grupo, que su eficacia se manifiesta con mayor plenitud y potencia cuando la organización humana responde a un llamado social, luego existe una correspondencia entre el ámbito que es capaz de abarcar la capacidad organizativa del hombre, con respecto a la eficacia de la construcción material que le corresponde al ángel.
-Podríamos citar como antecedentes del nihilismo o reducción a la nada, es decir, a la causa o inmanencia, el contenido de textos hebreos como el Eclesiastés, en el que todo queda reducido a un valor o cualidad humana, o las expresiones de Friederic Nietzsche, autor que describe al cristianismo como una religión nihilista debido a que elude cualquier objetivo terrenal en la búsqueda de un objetivo espiritual carente de conexión real con lo concreto y perceptible, por lo tanto no es una trascendencia, tanto más cuanto suprime el sufrimiento y la muerte a cambio de la creencia en el cielo y en la inmortalidad.
-Para el nihilista, la realidad es lo que percibe y admite la existencia de una parte de esa realidad a través de la revelación, encontrándose con una postura totalmente en contrario en la que se afirma que lo real no es el mundo material sino aquello que lo causa y lo construye, el propósito o intención humana, este movimiento es el constructivismo.
-Podemos observar claramente que seguimos el proceso de reaccionar en contra de la creencia de otros mediante otra creencia, por lo que nunca rompemos el círculo cerrado y agobiante de nuestras propias creencias, siendo lo trascendente lo que nos rige, y no lo inmanente.
8.-Los ángeles y el constructivismo
-Para el constructivista, la realidad es hasta cierto punto “inventada” por quien la observa, de ahí que conceda importancia a la intención del observador, (la intención del observador es la forma de Aristóteles), pero la intención no se basta a sí misma para manifestarse, por lo que precisa de otra fuerza para que se complete su realización en la materia, y esta fuerza es el ángel o sustancia, tal como la denomina también Aristóteles.
-En la ciencia matemática, el constructivismo implica encontrar un modelo que sea capaz de definir la intención del observador de manera que, como una fórmula, pueda ser aplicada a otras intenciones para producir la misma materia o efecto, es como una producción industrial o concreción en serie.
-Respecto de los ángeles, el constructivismo comprende todos los intentos para llegar a deducir con conocimientos concretos cualquier manifestación angélica y en cualquier tipo de elemento material que le sirva de expresión objetiva, de esta manera puede aplicarse a las artes, a la economía, a la política, a la religión o al mismo comportamiento humano, partiendo todo ello desde la misma deducción o sustancia con la somos capaces de materializar cualquier cosa, ya que se habría descubierto el secreto de la construcción del mundo material, es decir, de la misma creación.
-Este movimiento encuentra una estrecha relación con la trascendencia, ya que se considera capaz de producir cualquier tipo de materia por intercesión de la sustancia y si ello puede aplicarse a toda una sociedad, podría existir el deseo de dominar a sus individuos con tan solo encontrar y controlar esa única sustancia a través de la que se puede formar, a voluntad, la diversidad de las materias.
-Claro, que ello implicaría el control de los ángeles o sustancias por parte de una minoría humana, acabándose tal dominio en el momento en el que existiese una intencionalidad grupal o social como suma de las intencionalidades individuales, cuyo poder debe de ser infinitamente superior al de las minorías cuyo interés es el de provocar intenciones sociales que anulen a las del propio individuo, es decir, que actualmente nos movemos por trascendencias sociales creadas por unos pocos y seguidas por muchos, existiendo otra posibilidad que consiste en movernos a través de inmanencias sociales creadas por muchos y transmutadas en trascendencias individuales.
-Acabamos de observar algunos de los movimientos de la humanidad para elaborar el conocimiento acerca de los ángeles, en los que de una u otra manera interviene la razón. Pero también se han manifestado, y continúan haciéndolo, movimientos contrarios a la razón o irracionalistas, en los que se adopta la creencia en una fuerza vital o vitalismo que lleva adelante todo el proceso evolutivo del universo, fuerza que conceden por entero a un Dios único y absoluto a través de una omniabarcante y todopoderosa fe.
9.-Los ángeles y el irracionalismo
-Siguiendo a las tendencias orientales, el irracionalismo conceptúa un Dios absoluto en el que se unen todos los opuestos. Nietzsche y Unamuno son dos de sus seguidores.
–Nietzsche cree en la fuerza de la voluntad generada por Dios y cedida al hombre, por lo que nos resulta imposible a los humanos conocer lo absoluto, ni siquiera el objetivo o meta final de nuestro mundo, por ello hemos de atenernos al dictamen de la fe y de la creencia.
–Unamuno, persona asistemática, se opone al llamado de la razón exaltando a la fe con su afirmación “la fe por la fe misma”, abraza las creencias y rechaza todo raciocinio.
-El irracionalismo adopta parte del nihilismo en cuanto admite que todo conocimiento sobre los ángeles proviene de la revelación directa y manifestada al mundo para su observancia multitudinaria.
-Justo al contrario que lo manifestado por otras corrientes de pensamiento en las que se invierten los términos, es decir, en lugar de que la revelación sea individual y su observancia general cercenando la libertad del individuo, se refieren a que la revelación ha de producirse de manera general y su observancia ha de ser individual, de esta manera queda respetada la libertad del ser humano a manifestar tal revelación de la forma que crea más idónea.
-Bajo el irracionalismo pues, proliferan creencias, imágenes y dogmas acerca de los ángeles que, bajo este punto de vista, no pueden constituir trascendencia alguna ya que anulan todo proceso de razonar sobre ellos, asimismo sobre Dios, tendencia que siguen las tres religiones mayoritarias, el cristianismo, el judaísmo y el islamismo.
-El irracionalista considera que la realidad no está en el mundo que nos rodea o material sino en el oculto o espiritual, al que se tiene acceso mediante la revelación o intuición. Esta idea es copia de la de Platón que afirma que todo el mundo material está en cambio continuo por lo que no es real, y da entrada a la corriente nihilista posterior.
-Para Platón, lo real es otro mundo en el que reina un orden perfecto y no existe el dolor ni el sufrimiento, por lo que los ángeles son una realidad y para percibirla, de nada nos sirven los sentidos físicos sino el guiado del alma, de ahí que se acompañen representaciones simbólicas del alma junto a las imágenes de ángeles, pues el alma es el único vehículo que puede recordar su estancia y pertenencia a ese mundo real o espiritual, el mundo de las ideas y que ahora ha caído en la materia, por lo que necesita encarnar hasta que pueda volver a su realidad.
-Y es durante este período de merecimiento, esfuerzos, pruebas y sufrimientos, que aparece la creencia en un benefactor de la humanidad, un profeta, ángel o mesías, a través del que se asegura la resurrección definitiva y eterna en aquel mundo de ideas y perfecciones extramundanas, sobrehumanas y sin contener materia alguna de este mundo, aunque para representarlo imaginamos formas similares a las ya conocidas en nuestro mundo material y, según el irracionalista, corrupto.
-La idea platónica del alma, de la corrupción del mundo material y de la venida de un mesías como trascendencias que llevan desde la pecaminosa materia hasta la pureza del espíritu, se ha seguido prácticamente por la totalidad de las religiones, y quien sabe si Platón adoptó, a su manera, estas ideas de otros anteriores a su época, por ejemplo de Zaratustra.
Representación de Faravahar en el zoroastrismo.
-Este conjunto de creencias crea sociedades cerradas basadas en la importancia de las revelaciones, o en el caso de que coincidan las fuentes de revelación, se discute si la palabra contenida en tal o cual libro es más sagrada que la otra, y de la misma manera se tratan los ángeles, pues en unas sociedades no se admite hablar de ellos porque no se cree en su existencia y en otras no se admite hablar de ellos porque no se sujetan a la razón sino al dogma de fe, siendo muy escasas todavía las sociedades abiertas en las que se permita hablar de los ángeles, bien a través de la experiencia o bien a través de la razón, lo que ofrecería la oportunidad de llegar, con las argumentaciones de unos y con las de los otros, a aquella esencia en la que se reconozca la única fuente que las provoca, porque la razón y la experiencia son dos formas de la misma sustancia, aunque construida con materiales distintos a los que llamamos forma, siendo la combinación entre la forma organizada por el hombre y la del ángel la que va a producir la materia perceptible con nuestros sentidos físicos, es decir el mundo que vemos, oímos y tocamos.
-Lo que percibimos, son distintas representaciones de la misma escena a lo largo de nuestra historia, pero no vemos la escena, y por ello establecemos y enarbolamos nuestras diferencias de las que hacemos un estandarte. De esta manera no puede actuar el ser angélico, pues no entiende de formas ni se siente atraído por ellas, sino por lo que venimos llamando como sustancia.
-Y como ejemplo de que el sentimiento unitario siempre se ha percibido, Platón hace prevalecer el bien del grupo sobre el del individuo, tal como lo resolvieron los jóvenes nihilistas rusos, ideas potenciadas por Kant cuando afirma que el progreso social ha de hacerse mediante la renuncia a la acción individualista, el autosacrificio y el estricto cumplimiento del deber.
-Podría resultar interesante esquematizar la relación entre esencia, sustancia, forma y materia. Quedaría de esta manera:
Esencia o alma:
-sustancia humana:
-no organizada: caos, ausencia de ideas.
-organizada: forma humana, existen ideas.
-sustancia angélica:
-no encuentra organización: inactividad.
-encuentra una forma organizada: actividad.
Materia o cuerpo: es el resultado de la combinación entre la forma organizada humana y la actividad angélica.
-Asimismo estableceríamos una analogía respecto de los conceptos que venimos utilizando, y es la siguiente:
-la esencia es el alma o cuerpo búdico
-la sustancia es el cuerpo mental
-la forma es el cuerpo astral
-la materia es el cuerpo físico-etérico
10.-El ángel y el hombre como constructores de la materia a través de la sustancia y de la forma.
-Hace miles de años que Aristóteles ya afirmaba que los sentidos de la percepción común humana se percatan de la materia en primer lugar, si se aumenta su sensibilidad hacia una sutilidad mayor puede captarse la forma, si se continúa aumentando la capacidad sensitiva puede percibirse la sustancia y en último término, en la mayor de las sensibilidades perceptivas, se capta la esencia, esencia a la que Platón denomina alma y que constituye el principio activo de todo el universo y de todo lo creado en todos los ámbitos y reinos.
-Según las afirmaciones aristotélicas y que se expresan todavía hoy en día, aunque la mayoría de las veces carentes de significado concreto y por lo tanto sin constituir trascendencias, los humanos estamos constituidos por la dualidad forma–materia, dualidad en la que centramos nuestras percepciones sensitivas, siendo la sustancia una meta u objetivo pendiente de percepción, pues el ángel se sitúa en la sutilidad que supone dicha sustancia ubicada por encima de la dualidad forma-materia, de ahí que el hombre “ha de aprender el lenguaje de los dioses”, y este lenguaje no es otro sino adquirir la capacidad de expresarse a través de la sustancia, abandonando progresivamente las expresiones propias tanto de la sensibilidad a la forma como a la de la materia, expresiones que nos resultan habituales, familiares y cotidianas porque la mayoría de lo que expresamos son pensamientos ya organizados por otros y que van rebotando repetitivamente entre nosotros.
-Debido a estos rebotes, la actividad angélica es casi nula y no se producen nuevas formas ni nuevas materias, debido a que no predomina en nosotros una actividad en el plano de la sustancia, sino que las ya existentes son reproducidas una y otra vez mediante la acción de los mismos ángeles que ya intervinieron hace miles de años y ya debieran dejar de hacerlo, de ahí la afirmación esotérica “que cesen su actividad los constructores externos e inicien su ciclo los internos”, como un llamado a la acción que supone una nueva organización de la sustancia para producir nuevas formas y materias que cambien por completo las estructuras sociales de la humanidad, cambio propiciado quizás mediante la actividad de aquellos ángeles que, desde hace milenios, permanecen expectantes, inactivos y silenciosos esperando, sin los límites del tiempo, a que el hombre organice y decida en su mente, es decir, desarrolle su capacidad en la sustancia o inmanencia.
-Esta decisión tiene irrevocablemente el carácter de individual y personal, empero sus efectos son totales y hacen eco en la humanidad entera, de ahí la cooperación humano–angélica con las aparentes contradicciones que puedan suponer una actividad individual humana seguida de otra grupal angélica, o su contrapuesta.
-Quizás el ángel está entre nosotros porque ha de aprender el arte de la expresión individual humana en función de la del grupo, mientras que la meta del hombre pueda ser viceversa, es decir, posiblemente tengamos que aprender a actuar grupal y socialmente mediante la consecución de tres premisas personales, individuales e intransferibles:
— La primera consiste en la comprensión de objetivos comunes al grupo humano. Es la trascendencia gnoseológica que se manifestaría en la sustancia como organización y decisión mental.
–La segunda trata de adquirir la máxima capacitación del poder del individuo como parte integrante, justa y suficiente del poder grupal. Esta capacitación tiene su manifestación a través del dominio de la forma o cuerpo astral.
–Y la tercera es el descubrimiento de la labor individual, necesaria y original para que se lleve a buen término una función social determinada y comprendida en la primera premisa. Su manifestación tiene lugar mediante los actos en el plano físico y constituye la materia.
-La segunda y tercera premisas constituirían la trascendencia ontológica.
-El conjunto de las tres premisas corresponden exclusivamente al individuo humano como magia organizativa de sus estructuras sobre las que pueda actuar el ángel desde la sustancia o cuerpo mental, y las tres están regidas por la conciencia que supone actuar como almas desde el plano causal, el búdico, plano en el que se manifiesta la esencia.
-Así pues, el ángel necesita del hombre como el hombre del ángel, cuanto más tardemos en esta cooperación y comprensión del mutuo trabajo a realizar, mayor deberá ser el esfuerzo, debido a que el hábito adquirido por la constante recreación de formas y materias, oscurece cada vez más la conciencia de la sustancia o mente humana y sume en la inactividad al ángel.
-Para el hombre, la forma es transitoria y mortal y la sustancia supone aquella acción organizada sobre la forma que interviene para producir la materia, de manera que cuando la materia muere, desaparecen y se disgregan con ella tanto la forma como la sustancia, así pues queda la esencia como lo eterno y atemporal, el alma de las cosas.
Aristóteles proclamó la importancia de la inducción basada en la experiencia.
–Aristóteles tuvo una curiosa genialidad en su tiempo, la de afirmar que si los bienes materiales son de propiedad privada e individual, se potencian en el individuo las acciones filantrópicas y benevolentes hacia otros con perentorias necesidades, pero si la propiedad de lo material fuese comunal y compartida, se favorece el egoísmo anulando el altruismo.
-Actualmente nos concedemos la propiedad individual sobre los bienes materiales, cumpliéndose la afirmación aristotélica sobre las acciones altruistas, pero nos sometemos a una restricción individual sobre la propiedad espiritual porque la hacemos general, común y compartida, ejerciendo esta restricción precisamente allí donde se producen las ideas, anulando o controlando la capacidad individual de la decisión y por lo tanto de alcanzar la sustancia a través de la forma y de la materia.
-Lo común, quizás debiera ser lo material, dejando libre la elección espiritual, el no hacerlo así nos propicia ambientes de luchas y desavenencias entre ideales y creencias que hacen que el egoísmo nazca desde fuentes cada vez más espirituales, es decir que hemos trasladado el egoísmo hacia la forma, precisamente desde las fuentes en las que se produce globalmente y se consiente individualmente la restricción de ideas a otros.
-Concedemos mayor libertad a la expresión más externa, es decir a la más material, pero en cambio la anulamos o limitamos para la forma, de esta manera, controlando la forma se ejerce dominio por parte de un sector de la humanidad también sobre la materia, a la vez que se limita el acceso a la sustancia o ideas originales, porque se centra la atención de la mayoría en las luchas por ideales creados a través de la conveniencia de intereses particulares.
-Esta falta de originalidad puede que sea la causa de la carencia y escasez de belleza en las expresiones artísticas actuales, y que han convertido el arte en un fenómeno masivo, fenómeno para el que el individuo carece de importancia como tal, pues concedemos tal relevancia al aspecto cuantitativo y no al cualitativo.
-De esta manera podemos suponer que la actividad grupal angélica cesa, debido a que también ha cesado la actividad individual humana.
-Si la libertad actual sobre los bienes materiales es mayor que en tiempos anteriores y las limitaciones a las que nos sometemos, no por el ejercicio de nuestra voluntad sino precisamente por nuestra falta de voluntad, han progresado hacia unos ámbitos de mayor espiritualidad, es decir, que lo hemos trasladado desde la materia hacia la forma, todo ello demuestra que el proceso evolutivo progresa a pesar de las apariencias y en el que paulatinamente se irán alcanzando mayores cotas de libertad, abarcando a la totalidad de las formas y penetrando en la sustancia, en la mente de todos los hombres y mujeres del mundo, por lo que el dominio de la sustancia podría ser ejercido por todos los seres sin limitaciones, lo que provocaría un nuevo orden social exento del control interesado en determinadas formas y materias, tanto da si se denominan petróleo, energía nuclear o deseo por consumir.
-Es entonces cuando podemos suponer que entrarán en actividad aquellos excelsos seres angélicos, porque tal excelsitud habrá sido alcanzada también por el ser humano.
11.-Los ángeles y las polaridades eléctricas.
-Cuando el hombre ha aprendido a organizar toda su sustancia o mente, ha alcanzado la máxima expresión de su polaridad positiva alineando correctamente sus estructuras emocionales y físico-etéricas a través de la cooperación angélica, que en ese momento está a punto de culminar mediante la liberación de su mayor exponente, el bien llamado Ángel Solar, que habrá permanecido al lado de cada uno de nosotros hasta ese álgido y místico instante en el que el Prometeo individual es liberado de su carga, pues según se afirma esotéricamente, la jerarquía superior del Ángel Solar es unipolar y positiva, a la vez que constituye la salvaguarda del potencial humano respecto de la energía de la voluntad que, como la estrella Polar señalando siempre hacia el norte, será liberado mediante la fuerza que produce la repulsión entre dos polaridades iguales y del mismo signo, la del hombre al culminar su evolución en este Segundo Universo y la del Ángel Solar.
-Los ángeles tienen doble polaridad en su mayoría, es decir, que eléctricamente casi todos ellos son negativos y positivos. Tan solo unos pocos tienen un acentuado predominio de la polaridad negativa y son aquellos que habitan en las profundidades de la tierra, ocupando cavidades naturales, determinadas formaciones rocosas o los magmas incandescentes, debido a su carácter eléctrico negativo resultan peligrosos en extremo para el hombre, ya que su contacto produce una especie de cortocircuito tanto más potente como así lo sean sus cargas eléctricas y el desequilibrio entre ellas.
-La doble polaridad que ostenta la mayoría de los ángeles se debe a que han de utilizar la positiva para interpretar los designios del propósito humano y ponerse en acción ejecutándolos con su polaridad negativa. Cuanto mayor sea la pureza del propósito humano mayor será la energía de su voluntad que se manifestará atrayendo a aquellos ángeles con mayores cargas eléctricas positivas y que interpretarán dicho propósito para que sea ejecutado, siguiendo esta progresión hasta llegar al propio Ángel Solar, expresión del máximo predominio del potencial eléctrico de carácter positivo sobre el negativo.
-Y para que el ángel inicie su movimiento ha de encontrar un propósito, es decir, una sustancia organizada.
-De la misma manera que existen pocos ángeles con predominio de la polaridad eléctrica negativa, también son pocos los Ángeles Solares con predominio de la positiva e igualmente resulta peligroso en extremo su contacto si el hombre no ha alcanzado el máximo grado de pureza espiritual, o lo que equivale a decir que el hombre ha alcanzado la estatura de Cristo.
–El tema de las polaridades eléctricas en los ángeles, lo desarrollaremos en un próximo trabajo, pues ahora tan sólo hemos pretendido su planteamiento conceptual.
12.-Dogma y creencia
-La creencia es el aspecto superior de un dogma.
-Para constituir una creencia hay que disponer de un deseo como impulso primero, y a continuación se producirá un pensamiento que lo justifique y afiance. Para un dogma basta con una autoridad y alguien que la obedezca, se sirve de la creencia para imponerse, por lo que conforma una doctrina sin posibilidad de réplica.
-Tanto la creencia como el dogma tienen algo en común, es la ausencia del posible razonamiento, la diferencia esencial consiste en que la creencia aún tiene un pensamiento supeditado a un deseo, mientras que el dogma carece de estructura mental.
-De esta manera, los ángeles se tratan desde el dogma y desde la creencia, por lo que no es posible analizar el tema desde el punto de vista dogmático, sin embargo, puede admitirlo la creencia, ya que posee alguna sustancia mental y si nos encontramos con una creencia que haya decidido mirar hacia el razonamiento y no hacia el deseo, cabe la posibilidad del análisis sin la absorbencia de este deseo.
-Los ángeles como creencia, conforman un modelo mental que satisface a un deseo, curiosidad o impulso, siendo emotiva su respuesta puesto que es sensitiva su causa, y no mental. Por esta razón, la mayoría de las creencias son externas, es decir, las proporcionan unas personas y son seguidas por otras, mientras que aquellas creencias propiciadas por un pensamiento propio o convicción personal son escasas, quizá muy escasas. Sin embargo, el número de personas que siguen a las creencias externas es grande, en contraposición a las pocas personas que viven de sus propias convicciones o creencias internas.
-En este orden de cosas, el tema de los ángeles se ha extendido en base a creencias externas que no admiten razonamiento alguno y suelen contrariar a la ciencia, constituyéndose como dogmas impuestos por determinada autoridad y seguidos por quienes se subyugan a ella, mientras que apenas existe divulgación sobre las creencias internas, porque quien vive esta realidad no invertirá su tiempo en divulgarla para que los demás le profesen su admiración, le sigan o le paguen alguna contraprestación, pues no tiene interés en ostentar autoridad alguna sobre nadie y el contacto angélico no supone un especial disfrute y satisfacción, sino que es una total y absoluta responsabilidad que centra su atención en un trabajo conjunto a realizar y, debido a que todo contacto humano–angélico supone una acción original e irrepetible, (de la misma manera que el resultado de la relación espacio-tiempo es único y no vuelve a repetirse jamás), ya no invierte su tiempo en el pasado ni en el futuro, sino en su eterno presente.
-Esta podría ser una creencia interna sobre la afirmación “vivir como alma”.
Ángeles, creencias y dogmatismos.
-En el judaísmo, Saadia Gaon sistematizó la tradición judaica en su obra “Emunot ve deot”, es decir “Creencias y doctrinas”, en la que declara la existencia de un solo y único Dios, por lo que los ángeles han sido creados por Él para que le sirvan, adoren y guíen al pueblo de Israel, que a su vez tiene la misión de guiar al mundo.
-La intermediación entre Dios y su pueblo la realizan los ángeles con determinados rituales, tales como el uso del taled, manto con flecos que indica la consagración a Dios de todo aquello que cubre y que los ángeles protegen, y el tefillin, cajitas de piel conteniendo una breve reseña sobre algún pasaje de las escrituras, indicando la constante dedicación a Dios y solicitando su guía a través de la protección angélica.
-En el catolicismo, para que la creencia sobre los ángeles se convierta en dogma ha tenido que ser propuesta por
-No admite otra prueba sobre la existencia de los ángeles que el mismo dogma, y si hubiese objeción alguna por parte de sus fieles,
“Si el interlocutor lo niega todo ya no hay posibilidad de hacerle ver los artículos de fe, aunque si que pueden resolverse los problemas que plantee en contra de la fe, si es que lo hace.”
-Y de aquí pudo salir una interpretación de
-En el islamismo, como se trata de un estado teocrático, el Corán hace las veces de Constitución política y el tema de los ángeles se contiene en el Aqidah, credo islámico que constituye su propio dogma.
Adán y Eva rodeados de ángeles en una miniatura persa de hacia 1550. Como religión emparentada estrechamente con el cristianismo y el judaísmo, en el Islam también existe la creencia en los ángeles, que en lengua árabe reciben el nombre de ملاك malāk, plural ملائكة malā’ika (de la misma raíz que el hebreo מלאך malākh o malā.
-En estas tres religiones monoteístas prevalece la tendencia creacionista, pues en todas ellas se preconiza que cada ser, y por lo tanto también el ángel, ha sido creado por un propósito superior o divino al que no tiene acceso el hombre, eluden cualquier razonamiento sobre el proceso evolutivo y no admiten que los ángeles puedan tener un trabajo en este proceso, sino que, según estas creencias, han sido creados para el servicio a la divinidad, para su contemplación pasiva y como mensajeros.
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-En el budismo prácticamente no se contempla a los ángeles, pues se basa, entre otros, en los conceptos de karma, samsara y nirvana, y en ninguno de los tres se conceptúa al ángel, aunque si que se habla de seres constituidos por luz, siendo los que pueden contactar al hombre con lo oculto y divino.
-En el hinduismo, y debido a que se basa en un sistema de castas o jerarquías, se cree en un conjunto de reencarnaciones sucesivas, bien en animales o en personas, pero bajo el ánimo de hacerlo en una casta superior, hasta que se consiga vivir como parte de Brama cesando las reencarnaciones y formando parte del reino de los ángeles o reino espiritual.
-El dogmatismo fuera de las religiones se manifiesta por la actitud y creencia de una persona que actúa en la vida cotidiana como si estuviera expresando verdades absolutas y sin discusión, no admite debate ni crítica alguna, constituyendo la antítesis del pensamiento científico porque carece de fundamentos reales, ya que se basa tan solo en sus propias afirmaciones.
-En este sentido, si alguien está en posesión de la verdad, no tendrá necesidad de que los demás así se lo reconozcan, sin embargo, quien pretenda poseerla necesitará de este reconocimiento, trasladando a otros su propia falsedad.
-De esta manera, se nos ofrecen supuestas imágenes de ángeles y métodos invocativos de su poder, asegurándonos beneficios personales sin límite y a la carta.
13.-Breves antecedentes sobre el proceso en el que una opinión se convierte en creencia y esta en dogma. Jerarquización angélica.
-No hace falta remontarnos más allá de los años 600 adC y situarnos en Grecia, cuando vivía uno de los siete sabios del imperio helénico, el legislador Solón, que estableció un conjunto de leyes cívicas para abolir las vigentes y que las había proclamado su antecesor Dracón, en perjuicio de la gente con deudas, de ahí el apelativo de “draconianas”, recopiló datos sobre lo que le referían de
Solón, 638-558 adC, legislador griego considerado uno de los ocho sabios en la antigua Grecia, recorrió países como Chipre, Libia y Egipto, de donde recogerá testimonios de varios sacerdotes para su relato sobre
-Luego la experiencia de la realidad social junto con la autoridad que se le confirió, permitió a Solón cambiar la evidencia que observaba como perjuicio social, hacia una situación más justa y equitativa.
-Unos 300 años después, un filósofo nacido en Calcedonia, provincia de Bitinia, Xenócrates, establece una hipótesis sobre la creencia refiriéndola a tres percepciones distintas de una misma realidad:
—objetos de percepción, realidad captada a través de los sentidos físicos y comunes a todos los seres. Su símbolo es el triángulo escaleno y representa a lo inferior o material.
—objetos de conocimiento, realidad perceptible para aquellos que han desarrollado el intelecto. El símbolo es el triángulo equilátero.
—objetos de opinión, realidad perceptible por unos pocos que han desarrollado la intuición generadora del intelecto. Se simboliza con el triángulo isósceles que representa a lo espiritual.
-La creencia que expresa Xenócrates ya establece una diferencia entre lo superior, mente, quietud o el bien, simbolizado por un dios macho, y lo inferior, cuerpo, movimiento o el mal, simbolizado por un dios hembra, cuya relación la protagoniza el alma o cuerpo de ideas de las creencias platónicas y que es la generadora de todo lo material y perceptible.
-Este alma que permite la relación entre lo superior y lo inferior es la que constituye el conjunto de dioses menores, los ángeles de los que habla Moisés, que tienen infinitas jerarquías porque el movimiento que va desde una opinión hasta la percepción produce un conocimiento asimismo infinito.
-Ya podemos observar que la creencia expresada por Xenócrates permitirá nutrir tanto a las orientales como a las occidentales, pues hoy en día se sigue hablando de la división maniquea entre el bien y el mal, entre la luz y la oscuridad, el espíritu y la materia o entre Dios y el Diablo.
Maniqueísmo, creencia fundada por el persa Mani (o Manes) (c. 215-275), considerado por sus seguidores como sabio, profeta y divinamente inspirado. Comenzando en el siglo III, se extendió a través del Oriente y en el Imperio Romano. Los maniqueos —a semejanza de los gnósticos y los mandeos— eran dualistas, creerían que había una eterna lucha entre dos principios opuestos e irreductibles, el bien y el mal, que eran asociados a la luz (Ormuz) y a las tinieblas (Ahriman). Según ellos, Ormuz es el creador de todo lo bueno y Ahriman de todo lo malo. Posteriormente algunos maniqueos dualizaban la naturaleza en un mismo dios y le otorgaron la cualidad de contener todo lo bueno y todo lo malo en sí mismo.
— Afirman: “Lo humano es pretender la posesión de la “verdad” por la razón; y no a tener razón por la “Verdad”.
-Parece que en el tiempo presente continuamos con las mismas creencias de hace milenios con la peculiaridad de que en tiempos de Xenócrates, la diferencia y la separación se establecía respecto de lo percibido, sin embargo existía unidad a través de lo que llamaban opinión, mientras que actualmente hemos trasladado la diferencia hacia lo superior, separándonos mutuamente porque enfatizamos en la creencia de alguna de las tres realidades de las hipótesis xenocráticas, y lo hacemos por separado.
–Si avanzamos en el tiempo hasta unos 30 años antes de Cristo, encontramos una situación en la que se confrontan la filosofía griega y la doctrina judía, y en uno de los intentos para que la convivencia de la mezcla entre los pueblos fuese lo más tranquila posible, hallamos a Filón de Alejandría, artífice de alegorías y metáforas interpretando, a su manera, las teorías filosóficas griegas y las doctrinas judaicas, ambas a la vez.
Filón de Alejandría (Alejandría, hacia 20 adC – 50), también llamado Filón el Judío, es uno de los filósofos más renombrados del judaísmo helénico.
-En estas nuevas creencias, los ángeles aparecen como Logos, como seres intermedios entre lo superior o Verbo y lo inferior o mundo material, cuya misión es la de construir el mundo, y Filón ya nos los presenta unas veces como sustancias espirituales y otras como fuerzas de la creación en todos los reinos de la naturaleza, de manera que centra la idea respecto de que lo superior o Dios se manifiesta en el mundo a través de los Logos, incluyendo en este término tanto a los ángeles buenos como a los demonios.
-En uno de los tratados de Filón, “De Gigantibus”, nos ofrece la creencia de que existen esparcidas por toda la atmósfera ciertas almas o “animae volitantes per aerem” que tienen la capacidad de la razón o inteligencia, aquellas a las que Moisés denomina como ángeles y otros filósofos lo hacen con el nombre de genios.
-Es Filón quien establece la creencia de que la voluptuosidad o deleite en el placer se simboliza por la serpiente, le atribuye el entendimiento a Adán y la capacidad del sentimiento a Eva, asimismo afirma que los dos querubines del Arca de
-Es el momento en el que se establecen diferencias entre los ángeles buenos y los malos o demonios, apareciendo unas creencias que atribuyen al hombre la misma libertad y capacidad que a los ángeles, y por lo tanto pueden decidir hacer el bien o el mal, y otras en las que se establece que el hombre no es quien hace directamente el mal, sino que son los demonios quienes le incitan a ello y debido a que es débil, ha de invocar el poder de Dios para que le libre de las tentaciones y resistirlas a través de la gratuidad de la gracia divina.
-Es decir, una creencia sitúa al mal inherente en la naturaleza del hombre y que es capaz de pecar en base a su libertad de elección y otra creencia se estructura sobre la base de que le cree incapaz de hacer el mal por sí mismo, siendo el diablo quien le incita a ello, por lo que ha de pedir fortaleza y luz a lo superior, situando al mal fuera del hombre, pues en Génesis 6:5, 13, tenemos una declaración respecto de una de estas creencias en la que se dice: “La tierra se llenó de violencia y maldad sin igual por culpa de los ángeles rebeldes”. No por la culpa de los hombres.
-Es la creencia en la impecancia humana.
-Una de las más controvertidas creencias de Filón y que dará mucho que hablar hasta que se soluciona con otra creencia impuesta o dogma, es la relativa a la divinidad del Logos o Hijo de Dios, pues para Filón, la naturaleza del Hijo es divina pero inferior a la del Padre, por lo que no puede atribuírsele la condición de divino sino que es una imagen de lo divino, de la misma manera que el hombre y como todo lo creado, estableciendo que Dios es ingénito, el hombre ha sido engendrado y el Hijo o Logos es intermedio, es decir no llega a ser ingénito pero tampoco es engendrado, sino creado por un acto de Su Voluntad.
-Toda la filosofía de Filón se aprecia que influye en gran medida en escritos evangélicos, como el de San Juan y en los primitivos pensamientos cristiano, islamista y judío, que adoptan todos ellos gran parte de sus alegorías y metáforas incidiendo en un comportamiento cívico y social que ha podido inspirar, quizás, las parábolas en las que se intenta ejemplarizar dicho comportamiento.
–Llegamos al siglo II de Nuestra Era y nace Clemente de Alejandría en Atenas, propugna la venida de Cristo diciendo “El Logos se ha presentado para despertar todo lo bueno en el alma humana y alcanzar la inmortalidad”, afirma que Cristo es el instructor del mundo y da normas a seguir para el comportamiento en el baño, utilización de perfumes, sobre cómo divertirse y vestir, sobre la danza, la música y sobre la vida conyugal y sexual, asimismo impone de alguna manera, la creencia en la venida del Cristo de forma análoga al tratamiento que se concede al elegido pueblo judío en el Antiguo Testamento, es decir, con carácter exclusivo, a la vez que establece la castidad , el amor y la veneración a Dios.
Clemente de Alejandría (Titus Flavius Clemens)
-El actual papa Benedicto XVI, ha ensalzado las creencias de Clemente como padre apostólico de
-Hoy volvemos a reestructurar lo que ya se hizo ayer.
-Una de las contribuciones más importantes de Clemente es su teología negativa, consistente en la imposibilidad de la razón humana para comprender a Dios, por lo que no puede hacer otra cosa que intentarlo con lo que no es Dios, teoría teológica que la continuarán Agustín de Hipona (siglo IV) y Pseudo Dionisio (siglo VI) y que consiste en que “la mente humana se desnude de la idea de Dios”, constituyendo quizás una de las primeras afirmaciones sobre el vacío o quietud mental, concepto adoptado por la generalidad de religiones tanto orientales como occidentales.
-Un discípulo de Clemente, Orígenes de Alejandría, asegura que conoce más de 20 versiones distintas de los Evangelios, por lo que puso en entredicho las afirmaciones de la época en base al esquema:
Parábola—analogía y metáfora—interpretación—falsa realidad
-Por lo que, lo que se afirmaba como cierto, provenía de un simulacro de la realidad y no constituía trascendencia alguna, pues en su obra “Principios” dice así:
“Hay cosas que se nos refieren como si fueran históricas y que jamás han sucedido y que eran imposibles como hechos materiales y otras, aún siendo posibles, tampoco han sucedido”.
–Orígenes proclamaba su contrariedad ante la reencarnación. Una creencia como otra cualquiera.
–Pero a Orígenes le debemos una gran parte de las bases actuales sobre las que se sustenta la iglesia católica, ratificadas posteriormente por Agustín de Hipona, y además un interesante razonamiento sobre el infierno y los demonios, pues si Satanás y los demás ángeles malos han sido creados mediante el mismo principio que los ángeles buenos, es decir como emanaciones directas de
Orígenes de Alejandría: Presenta al Espíritu Santo como dependiente del Hijo o Logos, y cree que solo el Padre es inengendrado, mientras que los otros dos son creaciones del Padre.
–La postura contraria se contiene en diversos libros y escritos, como por ejemplo en el Nuevo Testamento, Hechos 3-20, en el sermón de Pedro a los judíos en el que enfatiza especialmente en la venida de un mesías que establecerá un perfecto orden en todas las cosas y separará el bien del mal, y lo hará para la eternidad, postura en la que se deja sobreentendida la eternidad que caracterizará tanto al bien como al mal, después de la mesiánica llegada.
-Esta opinión de Orígenes se ha denominado como la apocatástasis.
–En pleno siglo III aparece una creencia que será la precursora de todas aquellas basadas en la dualidad espíritu-materia, o polaridad positiva y negativa, como necesarias para que se produzca la luz espiritual, una luz que representa al fuego disgregador de la materia, que careciendo del poder de consumir, ostenta el de consumar, no olvidemos aquella exclamación: “Todo ha sido consumado”, y esta creencia se enraíza mediante el equilibrio propiciado por el contacto entre los opuestos, aparentemente contrarios pero que, en realidad, son complementarios, y la finalidad es producir aquella luz a través del equilibrio entre ambos.
-Esta creencia viene representada por el panteísta Plotino, quien viene a desarrollar las creencias de su antecesor Xenócrates, pues se basa en los tres objetos de percepción de la realidad xenocráticos para afirmar que los objetos de opinión conforman el Unum Superior, los objetos de percepción constituyen el Unum Anterior y la unión mística de los dos Unum constituye una realidad neutra, esta neutralidad es la generadora de la luz espiritual. Asimismo afirma que la materia y el mundo material no son realidades porque tienen más del no-ser que del ser.
Plotino, 204 ddC: En las Enéadas enuncia su hipóstasis o tres realidades expresadas por el Uno, Unum o Absoluto,
–Plotino establece una secuencia lógica entra el alma y la idea, en un intento de confraternizar la ideología platónica con las de su época y la podríamos expresar a través del siguiente razonamiento:
“Lo superior del hombre es el alma.
Lo superior del alma es lo racional.
Lo superior de la razón es la idea.
Luego lo superior del hombre se manifiesta a través de las ideas”
-En el año 354 nace Agustín de Hipona en el seno de una familia bereber argelina, dotado de una gran capacidad para imaginar que la compaginó con una actitud inteligente, lo que le permitió acceder al establecimiento de relaciones entre las creencias de su tiempo y las de sus antecesores, creencias que han quedado admitidas e impuestas como inamovibles improntas, convertidas en dogmas por los pilares de religiones como la católica.
-Siguió a los maniqueos desde joven y se educó en la dualidad, pero debido a su carácter intelectual pretendía desmenuzarlo todo a través de la razón, y como no lo conseguía se pasó al escepticismo, de ahí pudo originar el conjunto de afirmaciones que, siendo creencias personales, las convirtieron en dogmas generales en base a tres adopciones, en la primera tratando de resolver las controversias que iban apareciendo por boca de otros y contestándolas, en la segunda resolviendo los problemas del materialismo a través de los platónicos, y en la tercera zanjando los problemas del mal a través de San Pablo, exteriorizándolo y atribuyéndoselo al diablo, presentando la intercesión de Cristo y la gratuidad de la gracia divina.
San Agustín y Santa Mónica (1846), por Ary Scheffer
-Desde estas nuevas concepciones, combate a las creencias que le subyugaron anteriormente, tales como el escepticismo o el politeísmo de los paganos, quedando establecidas en su tiempo como creencias sin discusión, las relativas a la divinidad del Hijo, a la indisolubilidad matrimonial y la de que la inteligencia es la recompensa de la fe, pues afirma que es imposible creer sin fe, y que la fe es una manera de pensar asintiendo, dirigiéndose tanto a los racionalistas diciéndoles “Crede ut intelligas” como a los fideístas que les dice “Intellige ut credas”, dando una razón que les sirve a ambos extremos.
–Agustín, que se manifiesta como seguidor de las afirmaciones de Plotino, identifica la razón con la luz a través de la trascendencia, pues si se trasciende a uno mismo se encuentra la luz de la razón que permite el conocimiento de Dios, razón que se contiene en el presente de lo ausente, es decir, que el presente consiste en la unión entre “el presente del pasado, el presente del futuro y el presente del presente”.
-Defiende la teoría de que Dios ha nacido de madre humana, que ha sido crucificado y que ha muerto para resucitar al tercer día, argumentando la creencia basada en la redención humana a través de Cristo, de la que deduce que es verdad lo del pecado original elevándolo a la categoría teológica.
-Establece a Cristo como núcleo central de la eclesiología mediante el Espíritu Santo, que es el alma del cuerpo místico de Cristo.
-Rechaza y consigue de la creencia católica que se anule la apocatástasis de Orígenes y que establezca la creencia dogmática en la eternidad de las penas o infierno.
-Combate las teorías pelagianas sobre la impecancia del hombre (ausencia de pecado), y proclama que el ser humano es débil, necesitando del auxilio divino para no pecar y del perdón cuando peca.
Simbología de la división entre el bien y el mal.
-Respecto de los ángeles, Agustín explica que están regentados por el Espíritu Santo, que a su vez es una expresión del Hijo por concesión del Padre, de manera que la persona del Espíritu Santo participa de la divinidad del Padre pero no es así para la legión de ángeles, que son seres sub-divinos aunque superiores al hombre.
–Hacia finales del siglo V y principios del VI, se hace renacer una creencia mediatizada por el teólogo y místico bizantino Pseudo Dionisio y ya enunciada por otros anteriormente, en la que se intenta dar una explicación racional y lógica por la que el ser humano no puede comprender los asuntos divinos ni a la propia divinidad, es la ya llamada teología negativa, argumentada anteriormente por Clemente de Alejandría en el siglo II y por Agustín de Hipona en el IV.
–A Pseudo Dionisio se le conoce como Dionisio Areopagita, nombre que se autoasignó y al que se le deben tres postulados que influirían sobremanera en el pensamiento posterior y hasta nuestros días, postulados que desarrolla en las Cartas a Dionisio del apóstol Pablo de Tarso, pues se afirma que fue su primer discípulo cuando predicaba en el Areópago de Atenas.
–Los tres postulados a los que nos referimos son:
–la descrita teología negativa.
–el concepto de vacío mental como método para conocer lo divino.
–la jerarquía angélica dividida en tríadas.
-Respecto de la jerarquización de los ángeles, no es un concepto nuevo, pues anteriormente a Dionisio ya lo habían esbozado como “Potestades” o atributos de Dios, afirmando que son 10 en total, pues las nueve primeras son categorías de ángeles y la décima pertenece exclusivamente a Dios como Ser que asume y contiene a todas las demás en Sí mismo.
–La clasificación que propone Dionisio, y que es copia de la que ya argumentaban los platónicos, que a su vez la adoptaron de San Ambrosio y éste hizo lo mismo respecto de otras muy antiguas civilizaciones, es la que está dividida en tres tríadas formadas por tres Coros cada una, siendo la misma que la que se sigue utilizando en nuestros días, y es la siguiente:
—Tríada Superior: Serafines, Querubines y Tronos.
–Tríada Intermedia: Virtudes, Dominaciones y Potestades.
–Tríada Inferior: Ángeles, Arcángeles y Principados.
-Cada una de las jerarquías se comunica con las demás a través del Coro superior de una de ellas y del Coro inferior de la siguiente, es decir, que
-En
Representación de la caída de los ángeles.
-Tampoco los Serafines son nombrados en el Nuevo Testamento pero abundan, sin embargo, en los libros 2º y 3º de Enoch y se atribuye su liderazgo unas veces al
Arcángel Miguel, otras a Metatrón y otras a Lucifer.
-Los Querubines tienen mucha importancia en
–Respecto de las Dominaciones están consideradas como los ángeles más antiguos, pero se descubre escaso interés por ellos, no ocurre lo mismo con las Virtudes, pues causan fascinación debido a su poder de obrar milagros y de ser los “Ángeles de
-Las Potestades son los guardianes de que todo vaya y funcione bien, son como una “policía divina” que resultaban especialmente molestas y antipáticas a Pablo de Tarso, quizá porque eran las que velaban por el cumplimiento de una ley que revocó el propio Jesús.
-Los Principados guardan la religión y protegen a continentes y países concretos.
–Arcángel significa “jefe de ángeles” y se mencionan en el primer libro de Enoch así como que se referencian en Apocalipsis 8-2 y los Ángeles son los más alejados de Dios y los más próximos a la humanidad.
–Pablo de Tarso tenía verdadera aversión por los ángeles, quizá porque conocía
-En el Libro de Ezequiel, 28, 12-19, se encuentra un pasaje en el que se describe el cambio de actitud que el cristianismo adopta respecto de uno de sus protectores, el príncipe de Tiro, pues le provoca el decaimiento de su posición desde “Querubín Protector” a hereje y contrario a las leyes divinas, por lo que es arrojado “al monte de Dios”, como una clara referencia a los intereses políticos que tiene la institución cristiana y que, en ese momento, no son secundados por el regente de Tiro, al que el cristianismo le asignó la categoría de “Querubín” mientras lo protegía.
-Respecto de los ángeles buenos y malos, la única referencia que
Relación establecida entre las Revoluciones de 7 Planetas, 7 Coros Angélicos y los 7 cuerpos de la humanidad.
–Con el hombre, pues, están en contacto directo los Coros de Ángeles y ocasionalmente los de los Arcángeles.
–El Coro de Ángeles se subdivide, según nos repite Dionisio, en otras tres tríadas, tal como corresponde a la fragmentación de cada jerarquía menos espiritual, y la más material de cada una de ellas en otras tres y así sucesivamente, y de esta manera llegamos a los genios y duendes de la naturaleza que habitan y tienen el ser tanto en la superficie terrestre como en sus profundidades magmáticas.
–Siguiendo el mismo proceso de jerarquización angélica, propone Dionisio otras formas similares para establecer tres sacramentos, tres grados en la ordenación sacerdotal y tres clases de laicidad, resultando curioso que dentro de los tres grados laicos subdivide al más imperfecto en otros tres, que a su vez tiene otro grado con mayor imperfección que se subdivide en otros tres, …, es decir, que admite una clasificación en tríadas pero sólo para las inferiores, pues son las que tienen mayores imperfecciones, ya que conforme ascienden en perfección espiritual se van acercando a la unidad del Absoluto y no pueden fragmentarse.
14.-Los ángeles en los teísmos y en los deísmos.
-Todas estas creencias han ido diversificándose hasta nuestros días basadas en dos opiniones que, a través de las sucesivas autoridades, instituciones y dogmas, se han dogmatizado en nuestras sociedades.
El teísmo
–Se origina en
–Se trata de una opinión que afirma existir un solo Dios personal, aunque disponga de dioses inferiores y comandados por Él, cree que la divinidad ha de mantener y gobernar al universo, (es la cosmogonía), afirma la veracidad de la revelación divina hacia el hombre, por lo tanto crea el dogma, y se considera capaz de estudiar y argumentar sobre lo divino, así que se reserva el derecho de efectuar afirmaciones sobre las actuaciones angélicas en su relación con el hombre.
–Cree que el mundo material es una creación directa y emanante de
El deísmo
–Cree en la imposibilidad de conocer lo divino, por lo que a lo máximo que puede aspirar el hombre es a tener un concepto mental de Dios basado en la razón y la lógica.
–Rechaza la revelación divina, aunque admite su posibilidad pero válida tan solo para quien la recibe, pues no es transferible a los demás.
–Para la masonería, Dios actúa a través de sus ángeles ordenando a la caótica materia, por lo que ve a lo divino en la naturaleza y no en los libros calificados de sagrados por otros.
–Cree firmemente que todas las religiones han de unificarse a través del estudio de la naturaleza y el conocimiento científico, ya que es la expresión divina y el campo en el que actúan los ángeles, por lo tanto es a través de la ciencia que ha de producirse dicha unificación, pues el deísta se considera racional antes que religioso.
–Cree que Dios es ajeno al mundo y a su creación, es decir, que si el mundo material lo ha creado Dios, lo ha hecho de manera inconsciente y se mantiene separado de su creatura.
–Respecto de la creación del mundo material y de la intervención angélica, se pueden observar ya dos elementos diferenciadores respecto de los teísmos y de los deísmos, y son que en el teísmo, Dios es el que ordena directamente al ángel para que conforme la materia, es decir que aplica directamente Su Voluntad o polaridad positiva divina sobre el ángel y en el deísmo es el ángel quien interpreta
–A partir de estas premisas básicas, se han producido diversas interpretaciones sobre algún asunto puntual, tanto teísta como deísta, lo que ha llevado a discutir sobre si Dios permanece en cada unidad material creada o la hace de forma general, manteniendo una unidad compacta respecto de su manifestación diversificada. Es la tan repetida diferencia entre una trascendencia y una inmanencia.
Panteísmo y pandeísmo
-Si se cree que la divinidad se ha expandido fragmentándose en muchísimos millones de pedacitos pero que cada uno de ellos conserva su rol divino, encontramos a una tendencia llamada pandeísmo, (del griego pan, todo), siendo, como puede observarse, una mezcla entre el deísmo y el panteísmo.
–El pandeísta cree que cada hombre tiene a su propio ángel con el que se relaciona personalmente y que dicha relación no se produce respecto de los otros hombres ni ángeles, es decir, de la misma manera que personifica a Dios lo hace también con los ángeles.
–El panteísta afirma que Dios y el mundo material son idénticos y de la misma jerarquía, enfatizando sobre la inmanencia de los dioses en la materia, de esta manera, cree que los ángeles se relacionan con cualquier ser humano y de la misma manera sin distinciones personales ni secretos exclusivos para algunos elegidos.
Panenteísmo
-Constituye una variante sobre la creencia panteísta y se caracteriza por la manifestación diferenciada de Dios en cada ser, de manera que el ángel nunca construye una materia igual a otra porque la voluntad divina se manifiesta de una forma distinta cada vez.
-El panenteísmo es incompatible con la creencia en un Dios personal y en un ángel para cada ser, sin embargo, contiene un nexo común a todas las religiones, y es el de que Dios permanece como UNO a pesar de sus infinitas variedades de manifestación material. De manera que existirán ángeles cuya capacidad será la de expresar una voluntad más unitaria y otros serán los encargados de hacerlo respecto de una voluntad con mayor fragmentación o diversidad.
-Lo que es compartido por judíos, budistas, cristianos e islamistas.
Otros teísmos
-Existen muchas variedades y para todos los criterios, por lo que no pretendemos exponerlos todos sino algunos de los que, a nuestro juicio, pueden resultar representativos, como el Henoteísmo, caracterizado por la creencia en varios dioses de los se adora tan solo a uno de ellos, el Katenoteísmo, cuya peculiaridad es la veneración a un dios distinto para cada ocasión o el Politeísmo, que admite la existencia simultánea de varios dioses y en la misma jerarquía.
-Sobre la bondad o la maldad de los dioses también hay una prolija variedad en base a la creencia de que todos son buenos y merecen nuestra veneración y devocionalidad, tendencia llamada Teofilia o, por el contrario, ante la observación de las circunstancias se interpreta que los dioses permiten la maldad, por lo que son malvados e insensibles al sufrimiento humano, por lo que ni merecen ni son dignos de nuestra devoción, creencia denominada Malteísmo.
-En el año 2.003 se acuña una nueva modalidad o neologismo como reactivo en contra de las religiones y doctrinas teístas, el Apateísmo, cuya creencia básica es la de que Dios, sus ángeles, profetas y mesías, dogmas, revelaciones y religiones, son totalmente irrelevantes.
15.-Una conclusión para la parte primera.
-Parece fuera de toda duda que el hombre tiene algo que ver con la creación del universo y que no es un acto exclusivo de
-Asimismo, parece razonable que entre
-Si descendemos a ras del suelo y el vuelo de esta perspectiva lo vemos desde menor altura, el hombre como microcosmos constituye una imagen de
-De esta manera, el hombre queda estructurado a imagen y semejanza de Dios o macrocosmos y el ángel de manera semblante.
-Hemos afirmado que el ángel tiene doble polaridad, utiliza la positiva para interpretar voluntades, sea la humana-microcósmica o la divina-macrocósmica, y la negativa para transmutarla en sustancia que devendrá en forma y esta en materia.
-El proceso que sigue el ángel para interpretar la voluntad y trasladándolo a nuestro lenguaje, podría ser semejante al que nosotros utilizamos cuando vemos, oímos y tocamos.
-Una determinada jerarquía angélica es la que ve y oye pero no necesita tocar para interpretar la voluntad, otra es la que oye y toca pero no ve y por último, la otra oye sin ver ni tocar, existiendo una característica común a las tres jerarquías, y es que las tres oyen, actuando en primer lugar la que escucha y ha de transmutar lo escuchado en algo que la segunda jerarquía pueda “tocar”, que a su vez lo transmutará en algo que la primera pueda “ver”, de esta manera se transmuta en luz lo que era sonido, y parece lógico que, si este proceso se inicia con la primera jerarquía angélica que es la que oye, el hombre tendría que aprender a transmutar su voluntad en sonido, con lo que se podría iniciar un proceso dentro de la humanidad en el que se produciría una colaboración con el ángel cada vez más estrecha y coordinada, por lo que la materia como resultado de esta amistosa y acordada colaboración entre dos perfectos cooperantes que han descubierto el papel que ha de desempeñar cada cual, sería cada vez de mayor perfección y pureza. ¿Podría ser, quizás, de otra manera?
-Si en el ángel identificamos tres cualidades expresadas en términos humanos, la de oír, tocar y ver, cabe la posibilidad de hacer lo mismo respecto del ser humano, lo que nos permite establecer una relación entre las capacidades de ver, oír y hablar con respecto de los centros coronario, cardíaco y laríngeo así como de las cualidades voluntad, amor e inteligencia.
-Si disponemos de tantos dogmas y creencias que no son sino matices de lo mismo a los que concedemos gran importancia, quizás sea debido a que expresamos nuestra voluntad a través de los impulsos de un equipo personal al que todavía no coordinamos y del que falta el amor, sin embargo, es lógico que pueda constituir ello el paso previo hacia expresiones en las que se manifiesten la voluntad con el amor a través de la inteligencia.
-La conocida afirmación contenida en
-Por tanto, el agente angélico y sea de la jerarquía que sea, es el mediador entre una actividad que llamamos “voluntad” y su manifestación perceptible y objetiva, a la que denominamos “materia”.
–Esta labor de intermediación podríamos definirla como “constructora”, es decir, que si el ángel es el intermediario y la labor de intermediar es la de elaborar una forma material que sea el soporte de aquella voluntad, el ángel es el constructor de formas, tanto las perceptibles, por ser de mayor materialidad, como las más sutiles e imperceptibles por los sentidos normales de la sensibilidad human, ya que contienen mayor espiritualidad.
-Deducimos, pues, que tanta validez podría concederse a la afirmación hermética de “tal es arriba como abajo” como a la esotérica de “la energía sigue al pensamiento”, admitiendo la analogía entre la voluntad, “arriba” o energía, y la materia, “abajo”, o pensamiento.
-Es posible encontrar un insólito e inmenso campo deductivo en la afirmación de que “el hombre piensa y el ángel construye”, pues la sorpresa que experimenta el científico al aislar un protón en su laboratorio y observar que, de pronto y sin que pueda controlarlo, “aparece de la nada” un electrón para revestir al protón y que una vez combinados juntos forman un átomo de materia, aunque esta materia sea de laboratorio o artificial, puede ser la misma sorpresa que la que podría experimentar el hombre al descubrir que aquello que constituye su pensamiento puede ser llevado a la realidad, porque acabará manifestándose dentro de la infinitud del tiempo y en uno u otro universo, así como que la potencia de su manifestación es proporcional a la pureza de su pensamiento.
-El hecho real, comprobable y empírico de que la materia creada por el hombre en un laboratorio pueda compararse a otro hecho, al que calificamos de milagroso, místico e irracional, como el de la creación universal llevada a cabo por Dios, sitúa en el mismo plano a Dios y al hombre, pues ambos crean materia y para ello ha tenido que intervenir necesariamente un agente, este agente es el electrón para el hombre y “otro electrón” para Dios, al que todavía no hemos denominado, pues ignoramos si puede ser un Trono, una Potestad u otra jerarquía angélica o Coro, pues si el hombre es “a Su Imagen y Semejanza”, y el hombre crea materia de laboratorio con la intervención del electrón, puede tener cierta lógica deducir que otro electrón mayor, infinitamente mayor, es quien acude cuando Dios aísla un protón como constituyente de Su Propósito, en su Laboratorio Universal para crear el mundo material en el que vivimos, nos movemos y tenemos el ser.
-A Dios le concedemos la creencia como Creador, mientras que al hombre la experiencia. Si relacionamos dicha creencia para lo divino con la experiencia para lo humano, quizás podamos encontrar una evidencia que nos ofrezca un nexo entre lo irracional y lo racional, EL ÁNGEL.
-Tiene, pues, cierta parte de racional y de lógica el identificar al electrón con el ángel, siendo el ángel irracional para la mayoría de nosotros, todavía.
-Es posible que de esta manera se pueda producir la colaboración entre el hombre y el ángel como un equitativo reparto de actividades.
-En próximos trabajos, desarrollaremos la labor angélica que se manifiesta en los distintos reinos y lo hace como actividad que obedece a directrices grupales, actividad que, como conjunto de experiencias místicas y científicas, intentaremos expresar mediante el paso que va desde el actual movimiento grupal del ángel y el individual humano, hacia la conveniencia o no de la inversión de estas polaridades, es decir, si el ángel debiera aprender como individuo y el hombre hacerlo como grupo.
-Comenzaremos nuestro próximo desarrollo con una exposición sobre las consideraciones que, como humanidad, hemos concedido a los ángeles en las actuales religiones mayoritarias, tanto respecto de los “ángeles buenos” como de los malos, demonios o “ángeles caídos”, y que constituyen una base para la experiencia angélica que, según nuestro convencimiento, debe entroncar con la creencia, sometiendo a la consideración de quien lea, aquellas manifestaciones que hemos seleccionado como relevantes sobre la actividad de los ángeles en la pintura, en la música o en la escultura, en épocas como el Renacimiento, en la geometría actual, en la de Platón y en la de las pirámides, en las matemáticas, en la arquitectura, en determinados aspectos del reino animal, del vegetal y del mineral así como en el sonido, en la luz, en el magnetismo o en las comunicaciones, y en el reino humano.
-Asimismo, nos serviremos de los anteriores trabajos sobre creencias y experiencias como base racional, filosófica y empírica, para dilucidar acerca de lo que parece manifiesto en las evoluciones humana y angélica, es decir, hacia la evidencia.
Eloy Millet Monzó
Octubre-2007
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