La importancia del phantoma, el cuerpo de Resurrección
Del libro de la misma autora “Y si no ha resucitado…” donde narra su experiencia acerca de la estigmatización que está experimentando en su cuerpo y su relación con el llamado phantoma o cuerpo de resurreción.
7 de Noviembre de 2004
Peter Tradowsky
Queridos Miembros, queridos Amigos,
No somos de la opinión de que vestirse el cuerpo de Resurrección en el sentido de Pablo debe conducir a recibir los estigmas. Pero como este punto de vista continúa surgiendo una y otra vez en las conversaciones, se va a hacer hincapié, expresa y categóricamente una vez más, en que no hay base para esta forma de pensar. La estigmatización es un suceso kármico individual entendido sólo en términos del karma individual y por tanto no debe generalizarse. Ya ha sido mencionado que la preparación para recibir al phantoma (según lo expresa Rudolf Steiner), es un proceso sumamente individual que se extiende durante muchas encarnaciones y conduce, por medio de la replicación del cuerpo de Resurrección original, a cada individuo a recibir en sí mismo su cuerpo ideal como el portador del yo.
La estigmatización, sin embargo, puede ser entendida como una expresión particular de la revelación del cuerpo de Resurrección, sobre todo por la radical transformación del cuerpo físico que sucede en el proceso. Esta transformación es especialmente vista en el hecho de que el cuerpo no necesita comer ni beber físicamente nada.
Por el momento el concepto científico-espiritual de
Debo hacer hincapié de nuevo en relación con los estigmas, que aquellos estigmas que aparecen temporalmente en la cuarta etapa del sendero Cristiano de iniciación,
El fenómeno de la estigmatización es inexplicable para la ciencia y medicina materialistas actuales y ha de ser negada ya que su presencia no sólo hace temblar los cimientos de su visión del mundo, sino que los destruye. Esta negación es la consecuencia lógica de la completa separación de naturaleza y espíritu, o más bien la no-existencia postulada del espíritu. En contraste, la ciencia espiritual muestra cómo el ser humano y
¡Naturaleza! ¡Espíritu!…
No es así como se habla a los Cristianos.
Por eso se quema a los ateos,
porque tales palabras son altamente peligrosas.
La Naturaleza es el pecado, la mente es el Diablo,
y entre los dos dan pábulo a la duda,
su monstruoso engendro híbrido.
Por esta razón la ciencia espiritual, como la ciencia de la extensa realidad del espíritu y la naturaleza, es también requerida a hacer una contribución para la comprensión de la estigmatización. A grandes rasgos será proporcionada una explicación en relación con la transformación de la percepción sensorial y el estado de no poder ingerir ningún alimento físico. Un requisito fundamental para esto es el conocimiento de que el poder de Ahriman ha sido constreñido por el Misterio del Gólgota. Rudolf Steiner escribe en Ciencia Oculta: un Esbozo en relación con esto:
“En el momento en que el suceso del Gólgota ocurrió, se introdujo la otra capacidad en la humanidad por la que la influencia de Ahriman puede ser convertida en bien. El ser humano puede ahora llevar consigo a través del portal de la muerte aquello de la vida que le librará del aislamiento en el mundo espiritual. El suceso de Palestina es fundamental no sólo para el desarrollo físico de la humanidad sino también para los restantes mundos a los que el ser humano pertenece. Y con la realización del ‘Misterio del Gólgota’, con el sufrimiento de la ‘Muerte en
Por el momento nos centraremos en mostrar cómo se inicia un cambio en el cuerpo material físico.
Normalmente los sentidos son considerados como substanciando el aspecto material del mundo. Aún así esto no es otra cosa que una ilusión Ahrimánica que surge del hecho de que está oculta del ser humano, que, con el elemento de voluntad activa en sus sentidos, está enraizado en la realidad, que es física-espiritual. El ser humano moderno, consciente y racional vive completamente en el elemento de consciencia en los sentidos, que él cree erróneamente que sólo comunica información abstracta. Incluso aunque la investigación más reciente de los sentidos muestra esto cada vez más como un error, hasta el momento una manera completamente diferente de comprender la actividad de los sentidos ha sido principalmente posible sólo a través de la ciencia espiritual de Rudolf Steiner. Esto se puede encontrar resumido en pocas palabras en la siguiente afirmación de su obra Cartas Sobre
Los cambios en las actividades de los sentidos a través de la estigmatización siguen la dirección aquí indicada. El lado externo del mundo espiritual se hace más o menos transparente. Las cualidades subyacentes se expresan con mayor fuerza y claridad, porque la consciencia ha incrementado la realidad en la que todos los seres humanos viven. Así una parte –no todo- de los sorprendentes fenómenos se hace comprensible. Estos cambios en las actividades de los sentidos deben ser vistos en conexión con la transformación radical del sistema sanguíneo, ya que como expresión física del yo individual la sangre es la voluntad trabajando inconscientemente en todos los sentidos. La estigmatización en este aspecto también conduce a una experiencia más consciente de las cualidades de los sentidos.
Uno puede experimentar repetidamente la ofuscación, el shock y la incredulidad de la gente cuando se enfrenta con la situación de alguien que vive sin comer nada, a causa de la estigmatización. Parece incomprensible que el cuerpo transformado rechace vehementemente cualquier forma exterior de nutrición. Esta es una actitud que es fácil de comprender por un lado, pero por otra parte no es nada más que el resultado del verdadero materialismo. De nuevo los hallazgos de la ciencia espiritual pueden conducir a una comprensión inicial del fenómeno. En la tercera conferencia del ciclo de conferencias Study of Man (Estudio del Hombre), Rudolf Steiner detalla, por ejemplo, cómo el ‘conocimiento psicológico’ sufre ‘de los efectos secundarios del dogma de
En segundo lugar, Rudolf Steiner se refiere en esta conferencia al ‘principal error’ que se encuentra en la ley de conservación de la energía o fuerza, una ley que ha sido elevada a validez universal:
“¿Qué es esta ley de la conservación de la energía o fuerza, vista en el contexto más amplio de un punto de vista cultural e histórico? Es en general el mayor obstáculo para comprender al ser humano. Tan pronto como eres de la opinión de que las fuerzas nunca están siendo creadas nuevamente, nunca puedes obtener ningún conocimiento del verdadero ser del hombre. Este verdadero ser del hombre está basado precisamente en el hecho de que nuevas fuerzas están continuamente siendo creadas por él. Efectivamente, bajo las circunstancias del mundo en que estamos viviendo, el hombre es el único ser en el que nuevas fuerzas e incluso –como oiremos después- nuevas sustancias están siendo creadas” (GA 293, 23 de Agosto de 1919). Rudolf Steiner añade con énfasis que esta ley “Extingue inmediatamente todo verdadero conocimiento si estás deseando aproximarte al ser humano”.
El sendero que conduce al lugar del ser humano en que las fuerzas y las sustancias son creadas nuevas, será aquí descrito brevemente. El ser humano abarca los elementos de muerte y agonía en los procesos de
“Por encima de estos dos elementos –la comprensión de aquello que es matado por el intelecto y la comprensión de aquello que está vivo, está en un estado de llegar a ser por la voluntad- existe en el ser humano algo que sólo él y ningún otro ser terrenal lleva en su interior desde el nacimiento hasta la muerte. Esto es el pensamiento puro, aquel pensamiento que no está basado en la naturaleza externa, sino que está basado únicamente en aquel elemento suprasensible que existe en el ser humano mismo, que le convierte en un ser autónomo, en algo más allá de los mundos existentes por debajo de la muerte y por encima de la vida. Por consiguiente, si uno desea hablar sobre la libertad humana, uno ha de tener en mente este elemento autónomo del hombre, este pensamiento puro, libre de los sentidos, en el que la voluntad también vive.” (GA 293, 23 de Agosto de 1919)
Como se mostrará más tarde, este elemento autónomo del hombre puede ser relacionado con
Las fuerzas polares de los nervios y la sangre están activas en el ser humano entre el nacimiento y la muerte. La tensión formada entre estos dos polos produce, en relación con el elemento autónomo del hombre, nuevas fuerzas y sustancias: “¿Qué tiene entonces lugar realmente en el ser del hombre? Existe por un lado el sistema esquelético-nervioso, y por otro lado el sistema muscular-sanguíneo. Su trabajo conjunto está continuamente creando nuevas sustancias y fuerzas.
Si tomamos este sendero hacia un conocimiento espiritualmente ampliado del ser humano, el estado de no comer que acompaña a la estigmatización se hace comprensible. En efecto, uno puede decir que los hallazgos de Rudolf Steiner, que son a menudo recibidos con obvio escepticismo, incluso con una total falta de comprensión, están confirmados por la realidad física de la estigmatización, visible a los ojos. Cómo puede uno explicar si no la preservación de un cuerpo cuyas sustancias y fuerzas, que deberían haberse consumido hace meses, continúen existiendo realmente física y materialmente, y que ni la forma ni el peso de los órganos haya cambiado externamente. Hasta este extremo el estado de no comer representa un fenómeno que hasta un grado importante puede ser entendido por la ciencia espiritual y es, precisamente por esta razón, testigo del hecho de que realmente comprende la realidad del ser humano.
El estado de no comer causado por la estigmatización no tiene nada que ver con ayunar o cualquier otro ejercicio de transformación de la nutrición humana, tales como los llamados ‘Vivir de
A causa de aparecer en relación con la estigmatización el proceso de nutrición físico-espiritual mencionado aquí, basado en la ingestión de alimento espiritual, no debería ser malentendido como algo que pertenece exclusivamente al fenómeno de la estigmatización. Reside en el fundamento –incluso aunque enterrado profundamente- de todo ser humano existente y jugará un papel incluso más importante en el futuro desarrollo del ser humano. Esto se hará más claro por medio de algunas referencias a la historia del Grial. La ciencia espiritual se refiere a sí misma como una ‘ciencia del Grial’ y tiene como resultado una relación especial con todo lo relacionado con el Grial (consultar ‘The Present and the Future Evolution of the World and of Mankind’ [La evolución presente y futura del Mundo y de
Wolfram von Eschenbach relata el banquete del Grial de una manera única al yo humano individual. El Grial no proporciona uno y el mismo alimento a todos, sino que en vez de ello uno recibe individualmente lo que necesita: “…para cualquiera que extendiera su mano, y que encontraba situado en frente de él comida caliente, comida fría, comida nueva, comida antigua, de animales domesticados y de animales salvajes. Nunca ha habido una cosa así, a muchos ciertamente les gustaría objetar. Pero quien quiera que hable así yerra en su desaprobación. Pues el Grial era la fruta madura de la bendición, tal abundancia de dulzura Terrenal, casi igualando aquello que se dice del Reino de los Cielos” La traducción no puede trasmitir la profunda sabiduría y el exquisito humor de este pasaje. Pero cualquiera que esté dispuesto puede sentir el misterio de la alimentación del yo individual y la forma individual que toma. Emanando del Grial está el amor que conserva, fortalece y porta el yo individual como un yo individual.
Mediante la contemplación del banquete del Grial puede desarrollarse un sentimiento para la fuerza espiritual que hace posible la encarnación del yo individual. Algo aparece por medio de la estigmatización que está activo en todos los seres humanos. Ciertamente no tiene que aparecer siempre en esta forma, pero está relacionado con la futura nutrición y salud de toda la humanidad.
Judith von Halle
Queridos Miembros, Queridos Amigos,
Hemos escuchado algo sobre la aparición de los estigmas y sobre su relación con el cuerpo de Resurrección, que Rudolf Steiner llama el phantoma. En Diciembre queremos enfocar nuestra atención en la transformación o la expansión de consciencia que ocurrió con la aparición de los estigmas. En la conferencia de hoy queremos dedicar algún tiempo al fenómeno desde el punto de vista de una comprensión general del ser humano. El hecho de que haya ocurrido también una transformación de la organización corporal con la aparición de los estigmas y con la expansión de la experiencia espiritual es casi una indicación científica y médica de la etapa inicial de desarrollo del espíritu.
Desafortunadamente hoy podemos de nuevo cubrir sólo unos pocos aspectos. El conocimiento del ser humano tiene muchos aspectos que se interconectan unos con otros tan profusamente ya que están relacionados con todo el organismo y no con una parte solo. Sin embargo, para poder dar al menos una indicación de su complejidad escogeré y describiré brevemente unas pocas áreas principales.
Debería añadir que mis descripciones están basadas en mis propias experiencias personales, que intentaré tratar a la luz de la ciencia espiritual tan objetivamente como me sea posible. Esto debería ser posible ya que la mayoría de los cambios traen con ellos una cierta objetividad espiritual en razón de su origen.
Me gustaría cubrir esta tarde los cambios que suceden en tres áreas principales de la organización corporal: el área de los sentidos, de la sangre y del metabolismo (nutrición).
Entre los temas más difíciles de los trabajos de Rudolf Steiner está sin duda su teoría de la percepción. Como todos los sentidos son afectados por los cambios que surgen del desarrollo del phantoma, sólo puedo hacer unos pocos comentarios breves hoy sobre la materia, que en ningún modo son exhaustivos. Me gustaría proporcionar unos pocos ejemplos en relación con el sentido de la vista, el sentido del oído y el sentido del olfato.
En primer lugar el caso es que todos los sentidos se han hecho altamente refinados. Tan pronto como las funciones del antiguo cuerpo físico se desvanecen y el nuevo cuerpo comienza a reemplazarlas, los sentidos son refinados tan intensivamente en una suave transición que ya no pertenecen a
Esto puede ilustrarse más concretamente utilizando el sentido de la vista como ejemplo. En vez de la apariencia externa corporal de un ser humano, con ropas, pelo, color de ojos, etc…, ahora es perceptible su ser formativo interior, sus fuerzas de vida formativas. Rudolf Steiner llama a esto el cuerpo de vida o el cuerpo etérico. Este cuerpo de vida entonces no es sólo perceptible en los humanos, sino también en todo lo que crece, en todo lo que está vivo, y en todo lo que está decayendo. Una cita de Friedrich Schiller (de: The Ideal and Life (El Ideal y
Sólo el cuerpo es adecuado para aquellos poderes
que tejen el oscuro destino.
Pero libre de todo dominio del tiempo,
el compañero de juegos de las naturalezas bendecidas
transforma en las praderas de la luz arriba,
como un Dios entre Dioses,
Es también percibido ahora un hecho que parece bastante peculiar a la percepción normal, que una mujer, por ejemplo, posee un cuerpo vital masculino. Si no fuera este el caso entonces no tendríais ningún ser humano delante de vosotros. La forma astral del ser humano es equilibrada desarrollando un cuerpo etérico masculino en un cuerpo físico femenino. El ser espiritual del hombre –con independencia de a qué sexo pertenezca exteriormente- es siempre neutral, no le afecta esto.
Es también posible en tal estado de percepción, observar las fuerzas anímicas pulsantes y fluyendo que, además de expresar su estado emocional actual, le identifican como una personalidad distintiva. Es perfectamente posible en las condiciones normales de percepción sensorial equivocar la identidad de alguien conocido por nosotros cuando es visto por ejemplo desde mucha distancia o desde atrás. Esto nunca sucede en la condición de percepción transformada. Esta forma de percepción no es alterada cuando uno cierra sus ojos, todo lo contrario. Aquello que es visible a los ojos suprasensibles siempre emana su propia luz. Ningún sol exterior ha de brillar sobre él para que sea visible. Se muestra justo como es.
No hace falta decir que la integridad y una constitución psicológica absolutamente robusta sin ninguna tendencia egoísta ha de acompañar a tal forma de percepción. Aunque debo añadir que en mi caso esta clase de percepción imaginativa no surgió primero con la aparición de los estigmas. Como mucho era más capaz de controlar las percepciones.
Ahora, ¿qué hay de especial por tanto sobre el espíritu en relación con los sentidos? Podéis acercaros a este fenómeno centrándoos en la mencionada ‘expansión’ de los sentidos. El sentido del olfato se refina, se expande hasta tal grado que es posible, por ejemplo, identificar los ingredientes de las cremas, así como los alimentos que alguien ingirió el día anterior, o el nivel incrementado de hierro en la sangre de otra persona, el olor alterado de su sangre siendo transpirado a través de la piel. La transformación del sentido del oído se expresa no sólo en el cambio a la percepción suprasensible del nivel inspirativo de ‘tonos’ y ‘sonidos’ psíquico-espirituales, sino que una vez más también en su estado de expansión extremo. Puede ocurrir que se oigan conversaciones a través de puertas, paredes, incluso en otras casas.
La característica actual del phantoma en relación con los sentidos reside en este estado extremo de ‘expansión’. Esto se manifiesta en el hecho de que la actividad de los sentidos no está limitada por la organización corporal ni por el cuerpo etérico, sino que ocurre directamente en el phantoma. Este puede, en contraste con el cuerpo etérico, separarse del cuerpo físico sin destruir en el proceso la existencia física del ser humano. Este phantoma, que es un cuerpo espiritual –Rudolf Steiner también lo describe como un ‘pensamiento real en el mundo exterior’ (GA 131, 10 de Octubre de 1911)- no está sujeto a las leyes del espacio o del tiempo. Ahora en este no-espacio y no-tiempo del mundo espiritual puede utilizar la esencia de la percepción sensorial, se convierte en el creador, el dador de vida a esta esencia de los sentidos. Este arquetipo de los sentidos, que existe como una idea real en el mundo exterior, la ‘esencia’ real de los sentidos, es al menos tan exacta como la percepción sensorial en el cuerpo físico. Esto significa, cuando se aplica al sentido de la vista, que la experiencia sensorial visual puede suceder sin los instrumentos ópticos del cuerpo físico normal. Las impresiones sensoriales ópticas surgen entonces únicamente a través de las fuerzas formativas físicas del phantoma. Como resultado, cada percepción sensorial puede ocurrir incluso a distancias de miles de millas o incluso en otro tiempo.
Para poder aproximarnos haciendo justicia a esta materia, haría falta una conferencia más sólo para esto. Ni siquiera todos los fenómenos que han aparecido hasta ahora han sido identificados adecuadamente por cualquier medio.
Me gustaría además avanzar hacia la segunda área principal, a la sangre. Ya que la sangre es ‘un fluido muy especial’ (J. W. von Goethe, Fausto, V), extendiéndose por todas las zonas del cuerpo, está también conectada obviamente con la esfera de los sentidos. (Esto puede indicarse en el solapamiento de ambos círculos en el diagrama 3 y mediante un ejemplo). La actividad nerviosa y sensorial, en el caso de la percepción sensorial normal en un estado de consciencia normal, está entrelazado con la sangre. Las percepciones sensoriales se extienden a través de los nervios hasta la sangre. Aquello que el ser humano experimenta a través de esta relación puede ser caracterizado como una conexión percibida indirectamente con su mundo externo asumido. Los sentidos crean una especie de pantalla de humo en la superficie del mundo espiritual. De esta manera se ha hecho posible para el hombre distanciarse de otros objetos físicos y seres vivos. Él es capaz de decirse a sí mismo: allí hay un árbol y yo estoy aquí. El árbol está fuera de mí.
Esta penetración de la actividad de los nervios y de los sentidos en la sangre era absolutamente esencial para la obtención de la auto-consciencia humana. Pero ahora estamos viviendo en un tiempo en que hemos desarrollado todos esta auto-consciencia hasta la perfección y somos ahora capaces de llevarla de vuelta a los mundos espirituales superiores. Al liberarse uno por medio de la meditación (o como en este caso, a través de la permanente reorganización de sus sistemas sensorial y sanguíneo) de esta penetración, al sacar por tanto la actividad de sus nervios fuera de la sangre, el ser humano anula la separación entre sí mismo y su mundo exterior descrita anteriormente. Él atraviesa la niebla de los sentidos al separarse de su subjetividad astral. Esta es una cualidad del yo individual que está activa dentro de la sangre. El ser humano ahora alcanza un estado de objetividad consciente y realiza su unidad con el mundo exterior, con todo el cosmos. Ahora puede decir: mi yo individual puede entender la esencia del árbol, pues mi yo está también objetivamente en el árbol. Este es un ejemplo de la relación entre la sangre y el sistema nervioso.
La naturaleza particular de los estigmas debe ser considerada como perteneciente a este fenómeno de la transformación de la sangre. Durante aproximadamente siete meses las heridas han permanecido virtualmente inalteradas. No se curan, pero sin embargo tampoco se inflaman. Cuando una herida persiste durante tanto tiempo, normalmente se la encuentra uno siempre en un estado de inflamación, de lo contrario se curaría. Sin embargo no ha habido ninguna inflamación ni se pudo detectar ninguna hinchazón de los nodos linfáticos. Las heridas sangran algunos Viernes o en determinadas situaciones. La pérdida de sangre es generalmente mínima.
Nuestras observaciones indican que la extensión de la pérdida de sangre parece coincidir con la constitución individual del estigmatizado en particular. Ya se ha mostrado que el Misterio del Gólgota dio origen a la renovación del phantoma. A partir del cuerpo incorruptible del Cristo Resucitado algo parecido a una semilla del phantoma ha sido plantada en cada ser humano. Es ahora responsabilidad de cada persona individual, al volver su alma y espíritu hacia Cristo, cultivar el desarrollo de esa semilla. Cada semilla del phantoma se origina desde el divino origen uno y en su ser esencial es un resultado de lo divino, aunque cada una es creada individualmente y tiene un carácter individual, igual que una prenda de vestir a la que el ser humano se adapta y con la que puede estar totalmente entrelazada. Igual que los yoes individuales de dos personas nunca pueden ser idénticos, del mismo modo los phantomas de dos individuos tampoco pueden ser iguales. Este es el regalo del nuevo pacto, el nuevo mundo, que ha sido creado para nosotros sólo por medio de
Sobre Therese Neumann es sabido que cada Viernes perdía grandes cantidades de sangre y hasta siete libras de peso corporal. Esto muestra de una manera particularmente clara cómo el cuerpo transformado puede regenerarse únicamente a partir de su fuente espiritual, pues ella no recibía transfusiones de sangre. Ella también recuperaba el peso perdido en tres días como mucho a pesar de no comer ni beber nada.
Esto de nuevo nos da un ejemplo de la penetración de la sangre en otra zona del cuerpo, es decir, el metabolismo. De nuevo la zona correspondiente es marcada en el diagrama 3.
El estado actual de conocimiento de los llamados científicos, que en general está firmemente atrincherado en nuestras mentes también, enseña que la sangre se forma de sustancias que el ser humano recibe a través de los alimentos, como proteínas, azúcar, hierro. Si la persona recibe cantidades insuficientes de estas sustancias, aparecen síntomas de deficiencia. Estos pueden variar desde la pérdida de energía hasta la pérdida progresiva de tejido muscular, anemia e insuficiencia de los órganos.
Todas estas observaciones son correctas en sí mismas cuando son consideradas en un sentido aislado, pero no son verdad. Son falsas porque han sido hechas desde un punto de vista que no proporciona una visión general de la naturaleza del ser humano. En su Christmas Imagination (Imaginación de Navidad) Rudolf Steiner caracterizó al científico normal como una pulga que desprende un pequeño trozo de una clavícula humana con su pequeño martillo. El científico-pulga ahora usa los resultados de la investigación de este fragmento de hueso para extraer conclusiones sobre el organismo humano completo (GA 229, 6 de octubre de 1923).
Desde su perspectiva de pulga la ciencia actual tiene que negar tales fenómenos como el hecho de que alguien pueda vivir sin comida ni bebida. Esto debe ser una marcada decepción, como ha sido el caso de Kaspar Hauser. Aquellos individuos que representan esta ciencia aún nos deben una respuesta a la pregunta: ¿qué beneficios podría haber obtenido Kaspar Hauser al proclamar haber vivido durante años con pan y agua, al ser incapaz de comer carne o sucumbiendo al envenenamiento al oler alcohol?
La ciencia espiritual antroposófica, sin embargo, es capaz de explicar completamente fenómenos como estos, porque observa las interconexiones del organismo humano desde un punto de vista superior. Se hace claro para cualquiera que mire el mundo de los sentidos desde el ‘punto de vista’ del mundo espiritual que el ser humano sólo es capaz de sostenerse a sí mismo por medio de la presencia de las jerarquías espirituales y su trabajo activo dentro de su cuerpo físico. El hombre en todo su ser es interpenetrado con la actividad de los seres divinos. Uno aprende a comprender la línea de
Las diferentes perspectivas pueden ser ilustradas con el ejemplo de la sangre, de la que acabamos de hablar. Desde la perspectiva de la ciencia espiritual debe decirse en relación con la sangre que es, primero de todo, la expresión física del yo individual en un ser humano físico. Como resultado, no hace falta decir que desde un punto de vista que proporciona una visión general del ser humano, la sangre sólo puede ser verdaderamente sangre cuando está activa en su propia esfera, es decir, circulando dentro del organismo humano, engendrando la yoidad individual de la persona que tenéis físicamente delante de vosotros. Cuando un médico toma una muestra de sangre, cualquier cosa que se diga acerca de esta sangre sólo puede provenir desde la perspectiva de una pulga. Cincuenta mililitros de individualidad no pueden ser colocados bajo un microscopio.
Sólo cuando la ciencia actual se aplique en la búsqueda del origen y continuada existencia de todo lo físico en el espíritu, será capaz de comprender y reconocer que puede ser posible para un ser humano continuar vivo a pesar de no comer ni beber nada.
En Jueves Santo de este año comí mi última porción de comida física y desde ese momento en adelante nunca he sentido la necesidad de comer nada físico de nuevo. Una cita de Rudolf Steiner clarificará una vez más la relación entre la nutrición y el phantoma: “Una manera de comprender hasta cierto grado esta degeneración es que desde el comienzo del desarrollo humano este phantoma estaba realmente pensado para permanecer intocado por los elementos materiales absorbidos como comida por el ser humano desde los reinos mineral, vegetal y animal. Estaba pensado para permanecer intocado por estos elementos” (GA 131, 14 de octubre de 1911).
Podemos por tanto preguntarnos, ¿cómo puede el cuerpo mantenerse sin ningún alimento físico, de qué vive el phantoma?
Se nos recuerda la plegaria que Jesucristo nos dio, el Padrenuestro: “El pan nuestro de cada día, dánosle hoy”, es la traducción usual. En su Padrenuestro esotérico, Rudolf Steiner caracteriza el “pan de cada día” como “la comida del espíritu, el pan de vida” (GA 268). Aquí ya es aparente qué clase de pan está implicado. Pero incluso un examen superficial del texto de la plegaria deja claro que es una cuestión de alimentación espiritual. Si consideráis todas las peticiones una tras otra destaca que están relacionadas con la condición del alma y espíritu humanos y con su desarrollo. Sería un total absurdo asumir que una petición de una mesa bien puesta para comer, vendría entre la petición de que se haga la voluntad de Dios y la petición de perdón de los pecados. La existencia corporal continuada es de hecho pedida en la plegaria, pero por medio del alimento espiritual, el pan de vida. La palabra “espiritual” que acompañaba a pan se pierde en el texto griego original, pero es representada por la formulación “Cielo y Tierra” que subyace a la palabra Hebrea Malchut. Cuando el ser humano está encarnado sobre
Sólo unos pocos cientos de años después, en la llamada Vulgata, el texto original en latín del Padrenuestro, fue obviamente estimado necesario añadir un adjetivo inequívoco a el panem nostrum para evitar que se entendiera de una manera secular: supersubstantialem (transubstanción) significando “Danos el pan suprafísico (sustancial) nuestro de cada día”.
Este adjetivo se perdió de nuevo a su vez unos cientos de años después, esta vez por la razón de que el contenido espiritual de las palabras no era entendido. Sólo en el momento actual hay una nueva conciencia que comienza a despertar a estos asuntos.
No es por tanto en absoluto el caso que alguien que está vivo pero que no come nada externamente no reciba ninguna forma de alimento. Es sólo que no se alimenta con alimentos físicos. Incidentalmente, la necesidad de recibir alimento espiritual se aplica a toda persona. Todos dependemos de este pan. Podéis observar en la vida diaria lo que sucede cuando alguien niega el núcleo divino espiritual de su ser y se dedica sólo al mundo de los sentidos. Primero la persona se hace letárgica en su corazón, no se toma ningún interés en las vidas de otras personas y desarrolla una cierta forma de indiferencia. Si esta forma de vivir continúa también en sucesivas encarnaciones, esto tendrá serias consecuencias para el futuro desarrollo del individuo así como para el desarrollo de
En la primera conferencia entramos en detalle en las diferentes razones con las que nos debatimos hasta la decisión de pronunciar estas conferencias a una audiencia interna. Todo esto no puede ser repetido ahora. Sin embargo, hay algo que reside pesadamente en mi mente y que es una petición personal que me gustaría repetir. Con todas las conferencias e información que está siendo dada por favor no os enfoquéis en mi persona, sino en aquel ser que está actuando por medio de los fenómenos. Por favor, tomadme como un tipo de ‘objeto de estudio’, aunque una sagrada reverencia hacia el Cristo debería estar presente. Esta es la única posibilidad de experimentar conscientemente el encuentro de Su Ser y el vuestro. Sólo cuando el más precioso elemento del alma de cada individuo se abre, el intelecto puede retirarse al fondo en favor de una consciencia del espíritu. Quienquiera que tenga el coraje de mirar profundamente en su propia alma, en su propio abismo, le abrirá su corazón a Él, a Él y al misterio de Sus epifanías anteriores, presentes y futuras. De esta recóndita luz, de la recuperación de esta luz en nuestros más recónditos lugares, surge la semilla que nos unirá con Su Ser. Para representar esto usaré de nuevo el diagrama de Rudolf Steiner con el que estamos familiarizados gracias a la contribución de Peter Tradowsky. Añadiré dos flechas, sin embargo, una indicando la replicación del phantoma de Cristo, mientras que la otra (discontinua) se refiere al regreso de una humanidad transformada –mediante la vestidura del phantoma- a Cristo.
En nuestra época presente tenemos ahora el regalo de
En la manera en que yo lo veo, esto es inadecuado. La época del alma consciente requiere una nueva forma de actividad. El regalo de
Y precisamente en relación con los fenómenos descritos en esta serie de conferencias, estoy llegando cada vez más a hablar contra la presentación de los mismos como puros milagros, y cada vez más a favor de la aplicación “concreta” de
1.- Esforzarse con el corazón y el alma para obtener una consciencia de los secretos del Misterio del Gólgota. Rudolf Steiner destacó una y otra vez que él sólo podía dar una parte de los conocimientos esenciales de este Misterio y que la otra parte ha de ser fruto del conocimiento en el futuro.
2.- Esforzarse en obtener conocimientos de la organización del cuerpo humano, pues esta es la esfera de los seres espirituales más elevados de las jerarquías. La primera jerarquía está activa en el cuerpo físico, no en el etérico, ni en el astral, sino en el cuerpo físico y esto está relacionado desde el principio con el Cristo. Por esta razón, en su fresco de la estigmatización de San Francisco, Giotto pintó a Cristo como un querubín o serafín de seis alas. Este ser actuó sobre el cuerpo estigmatizado y lo transformó hasta en la sangre que es capaz de regenerarse a partir del pan suprafísico (sustancial) y mantener el cuerpo por medio del espíritu.
Que esto pueda suceder dentro de todos nosotros es la calurosa confianza que el conocimiento de Cristo nos da cada día.
Peter Tradowsky
Ya se ha mencionado que para Judith von Halle la estigmatización es acompañada por la experiencia del tiempo en que Cristo vivió, con el suceso de Cristo como sucedió en el plano físico, histórica y físicamente perceptible en
Básicamente cada persona lleva en sí todo lo que ha adquirido en todas sus encarnaciones y ha llevado a la fructificación en su vida tras la muerte. Se ha llamado la atención a esta ley del desarrollo del yo individual por medio del suceso de Cristo en otra ocasión por medio de una cita de Occult Science: An Outline (Ciencia Oculta: Un Esbozo). Incluso cuando trae los frutos maduros de su propio auto-desarrollo consigo a la existencia, el ser humano es siempre consciente de que estos frutos son al mismo tiempo una bendición que hay que agradecer al acto del Gólgota y al de
Acompañando a Judith von Halle a lo largo del sendero de su vida desde la infancia hay algo que puede ser mejor expresado con las palabras de Novalis, al que ella valora en gran medida:
El prejuicio más arbitrario es negar al hombre la habilidad de estar fuera de sí mismo, tener una consciencia más allá de los sentidos. El ser humano está en la posición de ser un ser extrasensorial en cualquier momento. Sin esto él no sería un ciudadano del mundo, sería un animal. La verdad es que, la sobriedad y la auto-consciencia en este estado son muy difíciles ya que está constante y necesariamente conectado con los cambios en nuestros estados restantes. Sin embargo, cuanto más somos capaces de ser conscientes de este estado, más viva, más fuerte y más suficiente es la convicción que surge, la creencia en verdaderas revelaciones del espíritu. No es mirar, oír o sentir, está compuesto de los tres juntos, más que los tres: una percepción de certeza directa, un vislumbre de mi vida en su mayor verdad y en su mayoría verdaderamente mía. Los pensamientos se tornan leyes, los deseos se cumplen. Para el débil el hecho de este momento es un artículo de fe. (Blüthenstaub 23 en: Novalis: Schriften, Stuttgart, 2ª ed. 1960, pág. 420).
Esta consciencia expresada en las palabras de Novalis ha sido hasta cierto grado una característica de los estados de sueño y de vigilia de Judith von Halle. Cuando está despierta una cierta continuidad de consciencia, un despertar a un estado expandido de consciencia en nuestro hogar cósmico espiritual, está presente en la manera en que la “continuidad de consciencia” es descrita por Rudolf Steiner en Cómo conocer los Mundos Superiores, cuando despierta la posibilidad de una forma de percepción extendida y consciente, imbuida de pensamiento, yendo más allá de las cosas de los sentidos. Esto es ciertamente un asunto muy difícil del que hablar, pero parece necesario para clarificar el hecho de que las experiencias conectadas con la estigmatización son sólo un aspecto, el otro aspecto existe independientemente de la estigmatización a través de las habilidades de percepción y consciencia mencionadas. Este aspecto está visible en la exploración científico-espiritual de las experiencias, y uno es libre de creer o no en su autenticidad sobre la base del contenido real.
Quizás de esto pueda aclararse por qué algunos juicios y alegaciones que han llegado hasta nuestros oídos son insostenibles. Se dice, por ejemplo, que la estigmatización es atávica. Por el término atávico se comprende una antigua forma de percepción de cosas suprasensibles vinculado al cuerpo, una “clase de clarividencia del cuarto período post-Atlante aún resonando con los persistentes ecos de un estado de ensueño” (GA 173, 24 de diciembre de 1916) en que la auto-consciencia del ser humano no está presente. Esto difícilmente puede ser alegado por alguien que ha adquirido la mencionada “continuidad de conciencia”. En este sentido Francisco de Asís, generalmente reconocido como el primer estigmatizado y “el primer gran materialista” según Rudolf Steiner, ya que él fue el primero en desarrollar fuertemente un “ojo para lo terrenal, un sentimiento para lo terrenal”, si algo puede ser considerado es un “precursor” y no alguien con características atávicas. Es interesante que sólo hacia el final de
Otra alegación que es escuchada una y otra vez y que también es dirigida a otros estigmatizados es que la estigmatización es una forma de autosugestión. Aparte del hecho de que esta alegación es evidencia de falta de respeto hacia el destino de una persona individual, sólo queda por decir como recordatorio que la estigmatización es vivir a través de los sucesos de la época de Cristo, consciente y repetidamente, sometido a dolores extremos físicos, psicológicos y espirituales. Viniendo de personas que han estudiado los conceptos de la ciencia espiritual, la acusación de auto-sugestión es muy cuestionable. Por supuesto, la primera pregunta que una persona preguntará a menudo a su karma es: ¿por qué he sido ahora golpeado por el destino? Mirando más profundamente, sin embargo, surge una verdad que Novalis ha puesto en palabras: “Todo lo que sucede, ¡yo lo pretendo!” Aquí, por supuesto, no se refiere al yo cotidiano ni a la posibilidad de causar algo como los estigmas, más bien apunta a la esfera de lo real, el verdadero yo, que se revela en el karma.
Esperamos que estas conferencias en su totalidad hablarán por ellas mismas y que se hará claro que las alegaciones mencionadas anteriormente no tienen base de hecho y que los prejuicios que el intelecto proporciona tan rápidamente, especialmente a la vista de un fenómeno tan misterioso, sean examinados y probados seriamente antes de ser transmitidos a otros.
NOTAS:
1.- Therese Neumann (1898-1962) Mística Católica alemana y estigmatizada.
Judith Von Halle
Traducido por Luis Javier Jiménez
Equipo de Redacción BIOSOPHIA
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